Después de asesinar al Herodes Gabriel, ambos solo se observaron. Número 2 rompió el silencio: "Pues bien....Ahora tienes mi atención...".
Adán 1 contempló el accionar de número 2. No justificaba su acto, pero en lo profundo sentía que él había hecho algo que tal vez Adán 1 nunca se atrevió, pero que siempre quiso, desde que lo convirtieron en una máquina de matar. Al ver que la reacción del Herodes por casi eliminarlos en la reunión de mercenarios fue nula, sintió aún más un vacío al ser llamados "herramientas" y darse cuenta que solo eran números para ellos... Sin más que hacer, miró fijamente a número 2 y le dijo: "Ok listo vamos donde el científico".
Número 2 preguntó: "¿Cuál científico?".
"La persona que nos va a facilitar destruir a la organización".
Número 2 replicó: "¿Crees que un anciano con el nombre de científico podrá ayudarnos a encontrar y destruir a la organización?".
Adán respondió con burla: "Te encontró a ti, ¿verdad?".
Ambos se quedaron en silencio. Número 2 comentó: "Está bien, pero te diré algo... Tú no eres mejor que yo. Yo soy el asesino perfecto y siempre lo fui. Toda la vida quise ver al que nombraron el número 1, el mejor asesino de la organización, ¿y resulta ser un hombre dolido por su situación que quiere destruir lo que lo creó? Eres un verdadero hipócrita. Te lo dije en el bar y te lo repito ahora: ¿crees que en este punto de nuestras vidas podremos tener alguna redención? ¿Crees que habrá una luz al final del túnel? ¿Crees que saldrás de esto como el caballero blanco? Es absurdo y me aburre... Pero, como te dije, yo sabía muy bien que era una un matón de esos bastardos, sabía muy bien lo que hacían y era lógico que era por su conveniencia. Pero si hay algo que no puedo perdonar es que me hayan querido matar y echarme al lodo como a un perro... Ahora sabrán lo que este perro les puede hacer...".
Adán 1, escuchando todo lo que dijo, pensó: Número 2 tiene un corazón que le rompan... "Entonces vamos, el científico nos espera y él sabrá cómo debemos continuar. Debemos mantenernos en las sombras; recuerda que ahora somos presa de la organización". Mientras ambos caminaban, el aire espeso cubría sus pasos, siempre alertas por si uno atacaba al otro, pero el miedo y el respeto mutuo frenaron cualquier agresión.
Una vez en el hotel, ingresaron al cuarto. "Él es el científico", comentó Adán 1. "Él es el cerebro de todo esto. Pues bien, científico, aquí está número 2. ¿Tienes algo que decirnos?".
"Haaaaaa, ¿por dónde empiezo?", exclamó el científico. "Todos los que estamos aquí creíamos que todo lo que hacíamos tenía un bien, pero solo fuimos utilizados. Ustedes más que yo, mis queridos Adanes; los volvieron máquinas asesinas que solo jalarían el gatillo sin mirar el objetivo. Pero más allá de todo esto, un plan más grande se forma entre las filas de la organización y los Herodes. Al hacer arder el mundo, serán quienes se repartan las migajas, como se lo expliqué a número 1. Hay siete pilares en el proyecto de la organización; debemos desarmarlos todos, y para eso necesitamos al archivero de las llaves...".
Adán 2 interrumpió al científico: "Matamos al Herodes de Rusia...".
Un silencio permaneció en la habitación. "¿Mataron a Gabriel? Así que los conoces", dijo número 2.
"No a todos", respondió el científico. "Gabriel hacía su fortuna mediante el tráfico de armas y drogas; esa era su fuente de ingresos y mediante eso surtía de armas a la organización. Le decían 'el proveedor', por eso. Pero bueno, ya murió. Ahora, número 2", dijo el científico, "debes decirnos dónde está el archivero de las llaves. Tú lo escondiste en alguna parte de Sudamérica... Él nos tendrá que dar la información para encontrar el cofre de piedra del Herodes Gabriel y encontrar algún tipo de información que nos ayude a desmantelar el pilar que estaba a su cargo".
"Un momento", exclamó número 2, siempre orgulloso. "¿Qué gano yo con todo esto?".
"Cuando esto acabe, me voy", dijo número 1. "Te quedarás con el número y el nombre".
Número 2 respondió: "Mientras tú vivas, nunca podré decir que soy el número 1". La tensión volvió a invadir la habitación. En ese momento, a la computadora del científico llegó un mensaje de alerta que decía que los Adanes 1 y 2 se rebelaron contra la organización matando a un Herodes y que debían ser capturados.
"Miren, Adanes", dijo el científico. Los dos solo se miraron y soltaron una risa irónica.
Número 1 le comentó a número 2: "Habla, 2. ¿Dónde está el archivero? ¿De verdad lo conoces?".
"Sí... Él era un prospecto de Adán, pero su inteligencia era más grande que sus músculos y le dieron otro trabajo: encriptar la información de los Herodes... Me dieron el trabajo a cambio de un favor. Creo que ya lo saben, pero si lo llegamos a encontrar, no le haremos daño, ¿entendieron? Él me ayudó el algo y le debo un favor". La mirada de número 1 se puso fija y pensó: Adán 2 es amigo del archivero de las llaves. La organización los juntó para que 2 cuide al archivero, al Adán más peligroso de todos. Qué inteligentes. "¿Y dónde está?", preguntó número 1.
"En Brasil", dijo número 2, "resguardado por una guerrilla de las favelas por Copacabana".
"Entonces iremos para allá", dijo el científico, prepárense para la misión...