Adela.

Veintiocho: Paciencia.

No he estado sexualmente con muchas personas en mi vida, pero cuando lo he hecho, trato de desaparecer al día siguiente para no hacer las cosas incómodas. Cuando tuve algún novio incluso también lo hacía y ahora, con Oliver, no me incomodó el despertar con él, y eso que es la segunda vez que eso pasa.

Le estaba dando la espalda pero me tenía rodeada con uno de sus brazos. No quería salir de ahí pero tenía que ir al baño urgentemente.

Con mucha pereza me levanté, me puse mi pijama y me fui a hacer mis necesidades, aproveché también a ir a la cocina por un poco de café para ambos y al volver a la habitación, Oliver iba despertando.

—Buenos días—dije pasándole una taza de café.

—Hola—me sonrió aún adormilado—. Debo de decir que fue la mejor cita de mi vida.

—Me pasa lo mismo.

Tomamos café tranquilamente en mi cama hasta que llegó la hora de que él se fuera. Tenía una reunión importante con los chicos y se iría a cambiar a su casa.

Salimos de mi habitación y lo acompañé hasta la puerta. Ahí nos despedimos con un corto beso y al cerrar la puerta y darme la vuelta, vi a Darien mirarme serio desde la barra de la cocina, no me había dado cuenta de que estaba ahí, la verdad.

— ¿Qué pasa?—me acerqué a él.

— ¿Cómo que qué pasa?

Me estaba mirando con el ceño fruncido y estaba de brazos cruzados.

— ¿Ahora qué hice?

—Volverte novia de ese imbécil.

—En primera, no le digas imbécil. Y en segunda, ¿cómo sabes que es mi novio?

— ¿Crees que no se escucha nada en esta casa? Por la mañana escuché como le decías "novio".

Quería recalcar mucho esa palabra así que sí, la dije al menos unas diez veces, pero qué bueno que no escuchó lo que hicimos anoche porque estaría aún más enojado, je, je.

—Bueno, pues sí lo es.

—No puedo creer que sean novios—me dio la espalda.

—No tiene nada de malo, de verdad me gusta mucho.

—Ni siquiera lo conoces.

—Creo que lo conozco bastante como para arriesgarme a esto y también lo conoceré en el proceso.

Soy consciente de que me falta mucho por conocer de Oliver pero eso toma tiempo y no tiene nada de malo querer pasar ese tiempo con él siendo mi novio. Ambos nos gustamos y ya era hora de que hiciéramos algo al respecto.

—Es muy rápido.

— ¡Si lo conozco desde hace meses!

Me estaba comenzando a desesperar la actitud de Darien. Él regresó su vista a mí.

—Es muy poco tiempo, sobre todo con él que puede tener intenciones ocultas.

— ¿Cuáles intenciones ocultas? Estoy lo suficientemente grande como para decidir formar una relación. Él si puede vivir con el hecho de que seas mi amigo.

—Él sí, pero yo no.

—Solo porque no te lleves bien con él, no significa que yo no tenga que estar con el hombre del que estoy enamorada.

— ¿Enamorada?

Lo había dicho sin pensar.

¿En verdad estoy enamorada de Oliver? No lo sé, pero tampoco me veo en la necesidad de negarlo.

—Así es.

—No hables de amor, Adela. No puedes amarlo. No tan rápido.

—Tal vez aún no lo amo, pero sé que definitivamente me estoy enamorando de él.

— ¿Qué diablos le ves? No tiene nada de especial—sonaba muy enojado.

No entiendo de donde viene tanto odio. ¿En serio se lleva tan mal con Oliver?

—Para mí si tiene muchas cosas de especial y deberías de respetar mi relación y lo que quiero hacer con ella en vez de actuar como si...

— ¿Cómo si qué?—me interrumpió—. ¿Cómo si yo hubiera estado enamorado de ti?

—No dije eso.

De hecho ni sabía que iba a decir en esa oración, nunca se me hubiera cruzado por la mente esa palabra porque honestamente, Darien nunca había parecido tener ese interés en mí.

— ¿Así como tú lo estás de mí?

— ¿Yo qué?

—O estabas, la verdad es que no lo sé.

No sé en qué momento la conversación dio este giro. Tampoco sé cómo es que Darien llegó a esa conclusión.

— ¿De qué estás hablando?

— ¿Qué pasó con eso de que siempre eres honesta, Adela? ¿Por qué no admites lo que sientes por mí ahora que me tienes sobrio?

—Porque son mis sentimientos, yo decido que hacer con ellos y no entiendo cómo es que llegaste a esa conclusión de que estaba enamorada de ti.

— ¡Porque tú me lo dijiste!

¿Yo? Yo nunca he hablado de eso con él, al menos no consiente, pero el jura no acordarse.

— ¿Estás hablando de cuando...

— ¿De cuando tuvimos sexo?—me volvió a interrumpir—. Sí, específicamente hablo de eso porque tú nunca me lo recordaste.



#29773 en Novela romántica
#4958 en Chick lit
#18844 en Otros
#2912 en Humor

En el texto hay: humor, comediaromantica,

Editado: 24.01.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.