Adela.

Cuarenta y cinco: Una boda.

Diciembre fue un asco, enero y febrero también. Marzo se pasó volando y de la nada, estamos en abril.

Sé que no puedo resumir cuatro meses de mi vida así, pero en serio que fue lo más monótono que he vivido. Mi día a día se basa en levantarme y arreglarme para ir a trabajar, tener un día aburrido en la oficina, almorzar, regresar a la oficina, salir del trabajo, comer, ponerme al día con Brenda, cuidar un rato al pequeño Luis, cenar, desvelarme tratando de pintar algo, dormir y así, sucesivamente.

Lo único que rompe la rutina son los fines de semana, es algo de lo mismo a excepción del domingo que no trabajo y me la paso durmiendo la mayor parte del día y por las tardes me la paso hablando por teléfono con Darien, y así, semana tras semana, mes con mes.

Nada interesante me ha sucedido, me he quedado estancada en esta vida y lo peor es que ni siquiera me he alcoholizado para pasar el tiempo. Creo que al fin llegué a mi etapa de adultez, aunque no creí que sería tan aburrida.

Pero algo de bueno hubo en este tiempo.

Bueno, solo una cosa fue buena y es que Brenda se va a casar.

Al fin Lucas le propuso matrimonio a mi hermana y les pidió permiso a mis padres, solo por eso pudieron aceptarlo en la familia, porque dijeron que al fin estaban "haciendo las cosas bien". Eso pasó en navidad, que pudimos estar en casa de mis padres y sin tener una pelea por primera vez, incluso Amanda fue parte de esa celebración y debo de decir que fue la mejor navidad que he tenido en varios años.

Invité a Amanda porque Darien está lejos y su único familiar cercano es Oliver; por lo que supe en esas fechas fue a visitar a sus padres y Amanda no quiso salir de casa porque estaba pasando por una etapa depresiva. Claro que tuve que esforzarme para convencerla a salir de casa y lo logré, valió completamente la pena porque ella parecía más feliz y de ahí en adelante, ya no ha pasado por una etapa así y me siento bastante contenta por eso.

Así que había tenido una buena noche para terminar un año lleno de altibajos. Aunque no todo podía ser felicidad ya que por la madrugada me fui a mi antigua habitación a llorar. Regrese media hora después a pretender que todo estaba bien pero desde esa noche se me ha vuelto costumbre el llorar en mi habitación algunas noches, es algo recurrente porque he asimilado que me siento sola.

Es solo que sin Darien todo es más solitario, Brenda ocupa la mayor parte de su tiempo en su prometido y su hijo, lo cual es totalmente comprensible pero no evita que me sienta solita. No he hablado con Los Cheaps en un largo tiempo, aunque tal vez yo los aparté porque siempre terminaban hablando de cierto jefe suyo y eso no me dejaba avanzar; mis amigas ya no me hablan aunque creo que por ese lado estoy mejor. Darien me dijo que realmente nunca fueron mis amigas y creo que tiene razón.

Así que estoy un poco sola. Lo único cercano que tengo a un amigo es Rodrigo, quién casi siempre trata de acompañarme a almorzar, pero él no cuenta porque le gusto.

Es muy lindo y todo, pero no siento esa conexión que debería de tener con alguien que quisiera empezar a llamar novio. No tengo esa química como la tenía con...

—Mira—Brenda llamó mi atención mientras se paraba delante del espejo.

Estábamos en su prueba de vestido de bodas. Ya lo había elegido hace unos meses pero le estaban haciendo ajustes para que todo quedara perfecto en su boda. Tan solo faltaban dos días y no queríamos que nada se nos fuera de las manos.

La miré y de verdad que estaba fabulosa.

—Me encanta—le sonreí e incluso le tomé unas fotos.

Me había contratado como fotógrafa y estaba muy feliz de por fin poder fotografiar algo. Debe de tener seguro que su álbum quedará precioso.

—Entonces está listo.

Volvió a entrar al probador y esperé con Luis en mis brazos. Yo no tenía que probarme de nuevo mi vestido de dama de honor ya que ese estaba listo desde hace mucho tiempo. No había muchos arreglos que hacer ni drama de último momento de la boda. Brenda es tan perfeccionista que tiene pensado hasta el último detalle así que esperemos que por el bien de todos, todo salga de acuerdo al plan.

—Y... ¿Ya tienes pareja?—Brenda preguntó desde el probador y yo rodé los ojos.

—Luis es mi pareja.

—Luis es un bebé.

—Así no molestará tanto—el susodicho soltó una risa ante escuchar su nombre.

—Ajá.

— ¿Por qué es tan importante que tenga pareja?

Desde que fijó la fecha de la boda me ha insistido en que no debo de ir sola, que arruinaré su armonía de la boda o algo así.

—Para que no te quedes toda aburrida sola.

—Estaré entretenida tomándole fotos a las parejas.

Brenda salió finalmente del probador y me miró con reproche.

—Que seas la fotógrafa no quiere decir que no disfrutes mi boda.

—La disfrutaré perfectamente sola. Solo dame alcohol y me las arreglaré.

—Como quieras.

Me quitó a Luis y salió en busca de la chica que atendía la tienda.



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En el texto hay: humor, comediaromantica,

Editado: 24.01.2024

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