Capítulo 12

Capítulo 12

-Christofer-

Cuando pronuncié semejante propuesta, intuí que estaba arriesgando demasiado, ¿qué más da? ¿acaso no era lo que buscaba? Sentirme más humano, estar junto a Nina me llevaba a considerar cierta nostalgia, esa, que quizás me hacía concebir que aún quedaba algo de mí que podía ser rescatado, y me sorprendía notando que yo deseaba que todo ocurriese, si en el pasado había luchado tanto por vivir, quizás era porque el motivo que ahora está completamente borrado de mi memoria era demasiado grande para conseguir mi tan anhelado triunfo.

Mi maldición me había mostrado que ella iba estar allí con Richard, digamos que una vez más, como tantas otras, forcé un poco las cosas …claro está: a mi favor.

 Había jurado la última vez no volver a acercarme a ella, pero besarla una vez más era demasiado tentador, intenté ser meticuloso, mi corazón vibró dócilmente cuando mi rostro se acercó al suyo, el brillo delicado de sus ojos observándome expectante me causó ternura, por eso mismo rebusqué en todo eso que no sabía que tenía:

Toqué tu boca con dulzura valiéndome de la suave calidez de tus labios y de lo precioso que era sentirme inmerso como una persona normal dentro de un mundo que no estaba hecho para mí.

Gracias a ese simple beso, propuse semejante planteo, para mi desgracia mi maldición no salió a relucir pues estaba atada bajo su encanto, y a decir verdad esa cierta vulnerabilidad a la que ella me sometía sin desearlo me gustaba, porque dejaba que me asombre algo que no ocurría casi nunca en alguien como yo.

Cuando la lluvia se detuvo el sol apenas se asomaba entre las nubes, dimos una pequeña caminata por un parque cercano.

 —ser Luca por un día…—susurró meditando mi propuesta, me observó turbada desee por primera vez en mi vida que mi maldición aparezca, los segundos estaban siendo algo intolerantes para mí.

Me miró sonriendo suavemente, aquello quizás era la antesala de un Sí a mi propuesta.

—¿Aceptas?

—gracias…—masculló con una suave mueca, la observé atento —pero lamento tener que decirte que: No.

Aquello no me lo esperaba, realmente no, ¿cómo lo logró? Comencé curvando las comisuras de mi boca, ¡eso era fantástico!

—La invitación suena demasiado tentadora, lo admito, y también supongo que por tu expresión no estás acostumbrado a tantos rechazos— resolvió con tranquilidad, ¿desde cuándo su voz sosegaba todo en mí?

—al contrario, es el primer: No, que me gustó oír, hacía mucho tiempo que no me alegraba por una respuesta negativa—continué haciendo caso omiso a las secretas reacciones de mi corazón.

Sonreí, mi boca sonreía mucho cuando estaba con ella porque algo en mí se alegraba hasta con lo más mínimo que pudiese obtener de Nina.

—Según Caden y Darrel, ya no existe nada de tu antiguo tú, y con aquello yo ya debería haberte olvidado, pero, al parecer borraste todo lo que había de ti, ellos se encargaron en este último tiempo de rastrearte y no encontraron nada, te quedaste con los recuerdos que por lo visto también desaparecieron con el antiguo Luca, habría sido muy egoísta de mi parte aceptar tu propuesta siendo que quizás iba a lastimarte con un pasado que ya no es parte de ti.

La oía atentamente y cada una de sus pablaras me hacían reafirmar que en mi pasado había dejado en claro por qué la había preservado de cualquier calamidad. No estaba aprovechándose de mí, no buscaba arrastrarme para satisfacer su propia codicia.

—entiendo…—respondí con seriedad

—quizás mi respuesta ya la sabías …y esto para ti es...solo…—continuó, pero la interrumpí

—te equivocas, no lo he visto, habría deseado saber tu respuesta de ante mano, pero usualmente contigo las cosas no funcionan así, —sonreí una vez más porque cuando lo hacía había aprendido que ella se calmaba y de pronto surgía una especie de hechizo pues Nina me observaba con amor y eso me dolía tanto que deseaba agradarle con desesperación—de hecho, me ha gustado sorprenderme hacía tiempo que no ocurría tal cosa…

Ella me observó, los brillos que decoraban su mirada parecían danzar sobre cierta nostalgia desvió suavemente su vista recordando…a pesar de ello seguí sonriéndole ya como una necesidad de espantar todo aquello que los recuerdos habían provocado en su preciosa mirada.

—en el pasado me dijiste que ibas a encontrarme, con el tiempo llegué a creer que eso jamás ocurriría—admitió notando que mi sonrisa surtía efecto en ella pues parecía más relajada cuando dijo aquello.

—entonces se podría decir que: ¿cumplí con mi promesa?

Ella asintió

—aunque me encontraste ya no de la misma manera que habría imaginado, supongo que si borraste todo tu pasado fue porque todo aquello era demasiado doloroso, y quizás eso me lleva a pensar que: debería dejar también el pasado atrás…—confirmó con cierta tristeza.

—suena bien, porque después de todo este tiempo he logrado formar una insignificante “vida” nada de qué sorprenderse, pero el nuevo cambio de cierto modo me ayudó a continuar…—brutalicé mi sinceridad al extremo con una contundente verdad.