Capítulo 24
-Nina-
—Es turbador tenerte enfrente sin siquiera verte sonreír…
Mi cuerpo chocó fuertemente con algo más cuando se balanceó hacia atrás, mis brazos se movieron sobre el aire deseando sostenerse en ese ápice que aún me quedaba por seguir con vida. Pero, ver a Christofer frente a mi apuntándome conjugo que todo aquello ya no era un espantoso momento de mi vida, sino una auténtica pesadilla. Mis ojos se paralizaron frente a su aspecto, su mirada estaba clavada en mí, su mandíbula parecía ensamblarse con una perfección que aterraba.
Gemí, ahogando un grito que nunca salió porque enmudecí, mi respiración se entrecortó, mi cuerpo iba cayendo hacia atrás como en una secuencia que pareció durar una eternidad, mi espalda se golpeó contra algo más, el sonido me espantó.
Entonces, disparó.
-Christofer-
Oí el chirriar de las ruedas cuando frené de forma definitiva, golpeé la guantera de mi automóvil tomando mi arma. Mientras lo hacía mi maldición me mostraba una secuencia que estaría por ocurrir en quizás poco tiempo. Debía llegar. Fue cuando comprendí el significado de una de mis antiguas visiones, esas, que en su momento eran incomprensibles para mí.
Corro agitado por el medio de una carretera, está de noche, siento mi respiración motivar el ambiente de mi visión con tal claridad que logra confundirme. Indudablemente no estoy saliendo de esa situación: estoy regresando.
Me veo con un revolver en mi mano, disparo.
¿Mato a un ciervo?
Comencé a correr por la carretera empuñando mi arma, la oscuridad insipiente va acentuándose a medida que voy alejándome de la carretera para penetrar en el bosque, había visto a Claus una y otra vez en mis visiones, ahora era mi turno de no cometer ningún error.
Hasta que lo vi corriendo entre la penumbra, sin dudarlo y casi dando un salto lo golpeé con mi arma tras la nuca, fue tan grande el golpe que mi arma salió despedida de mi mano. Claus apenas si tuvo tiempo de reaccionar, se tambaleo mareado, se voleo hacia mi totalmente impactado por verme allí.
—¡Qué haces tú aquí! —balbució poniéndose de pie aun aturdido. Con su arma empuñándola. Me lancé sobre él, y en el forcejeo su arma cayó al suelo, quiso devolverse a por ella, pero mi rodilla fue a parar a su estómago y mis puños sobre su rostro se estrellaron una y otra y otra vez, cada vez que se levantaba recibía una golpiza.
—¡Maldito bastardo! ¡deja de una jodida vez de levantarte! —bramé exhausto al ver que Claus era un oponente fuerte, yo también había recibido sus golpes, pero estaba como un perro rabioso deseando morder su cuello con mi brutalidad.
—¡Jamás! ¡Bastián no me perdonará que yo no haga lo que me pidió!
Estábamos luchando sobre la hierba, lleve mis manos sobre sus garanta, apretándolo para luego golpearlo. Su nariz pareció implosionar bajo mi puño, la sangre salió sin miramientos, él lanzo un alarido logrando golpearme cera de uno de mis oídos, el pitido doloroso que escuché ensordeció mis sentidos mareándome.
Me arrastre con rapidez al ver que Claus estaba componiéndose para a atrapar el arma.
—¡Escoria asquerosa buscar la muerte de alguien indefenso solo por tu mierda de ambición! —lo golpee, atrapando el arma.
—¡Deja de luchar! —gritó para volver a repetir algo que ya había oído en mi mente—¡Deja de una buena vez que todo termine! —Bramó viniendo hacia mí una vez más, y como una secuencia repetida volvimos a trenzarnos a golpes. Hasta que logre reducirlo. Apuntándole de forma definitiva con el arma.
Sentía que casi no tenía aliento para mover un dedo más, pero aun restaba y el tiempo urgía.
—Toma tu móvil, y llama ahora a Bastián—ordené sin rodeos tabaleándome soportando el dolor que me había causado esa pelea, Claus levantó sus brazos levemente dándose por vencido—si no lo haces voy a dispararte, le advertí accionado mi arma—aseguré.
Claus lanzó varios gemidos agotado.
—Bastián no va a creerme, ¡cómo pretendes que le diga una jodida mentira! ¡quiere verla muerta! —insistió.
—Toma el maldito móvil, y dile que estás conmigo que voy a hacer yo quien continúe a partir de ahora …—le apunté sin miramientos, a lo que Claus, tomo su móvil llamando a Bastián.
-Bastián-
Bastián caminó hacia Charles tomándolo por los hombros.
—Dime que Christofer está aún con Laurent o mejor violenta a tu don y busca en tu mente eso que los demás no podemos saber, dime…si Laurent ya murió…
Charles levantó su mirada, con una leve mueca que ladeo sobre sus labios comenzó mostrando una tenue pero misteriosa sonrisa. Y casi en simultaneo la pantalla del móvil de Bastián se encendió con una llamada de Claus…
—Claus, ¿tan rápido terminaste? —inquirió Bastián sin medir términos
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Editado: 28.10.2022