Adicta a ti

¿Quién vendría tan tarde en la noche?

Luego envió un mensaje de texto

Cristian

"Eres un desastre en la cocina"

Yo

"Entonces, ¿Volverás a cocinar para mí la próxima?"

No respondió durante mucho tiempo. Justo cuando pensé que había sido demasiado grosera, al final envió un mensaje.

Cristian

"Si te comes mi comida, tendré que comerte a ti".

Me quedé sin palabras Y le contesté

Yo

"¿Que ya no has hecho bastante?.

Cristian

"Lo he hecho, pero aún no es suficiente. No es suficiente...".

Me leí y le respondí

Yo

"Tú eres el incapaz, ¿Pero mi culpa es a mí?.

Enseguida me contestó

Cristian

"Tenía miedo de que te cansaras. Si no, te garantizo que no podrás levantarte de la cama en tres días".

"Este tipo y sus vulgaridades". El mero hecho de leer sus mensajes isa que se me calentara la cara.

Durante los días siguientes, continuamos manteniendo este tipo de conversaciones a través de mensaje de texto. Cada vez que terminábamos de enviar los mensajes, yo siempre borraba los registros del chat por si Eric los veía. Sin embargo, Cristian no volvió a aparecer, y supuso que era porque estaba ocupado.

Dos días después, de repente me envió una ubicación y mensaje de texto

Cristian

"Sal".

Tras abrirlo, me di cuenta de que la ubicación era el parque cercano a mi casa.

"¿Por qué viene? ¿Para pasear?".

Justo cuando estaba dudando si ir o no, llegó un nuevo mensaje de WhatsApp que decía.

Cristian

"Date prisa. Está caliente"

"¿Caliente? Pero si estamos en pleno invierno...".

Yo respondí

Yo

"¿Caliente dónde?".

Me responde por un mensaje

Cristian

"Mi corazón"

Un poco confundida, le respondí

Yo

"¿Cómo?".

Cristian

"Te quiero ".

Al final del mensaje había un emoji de aspecto lamentable.

Tuve que admitir que era muy bueno coqueteando.

Sin dudarlo, me puse un abrigo cualquiera y salí. Después de todo, Erick no vendría tan temprano.

Cuando llegue, estaba sentado en un pabellón del parque. Vestido con un traje negro y una camisa blanca, parecía un poco cansado, con el cabello alborotado y la corbata apartada de manera despreocupada.

En cuanto me vio, esposo una sonrisa y se levantó. Extendiendo las manos, me dijo con mucho cariño.

- Ven aquí, Anto.

"¡Anto!" Me quedé atónita por un momento, sintiéndome conmovida. Aparte de mis padres, era el único que me llamaba así. Incluso Erick solo me llamaba Antonella.

Como si estuviera poseída, me acerqué de manera muy obediente Y puso mi mano en la suya.

Sus palmas eran grandes, mientras Qué sucede eran pálidos y finos. Con suavidad, pero con firmeza, me atrajo hacia sus brazos.

Parecía haber bebido un poco, pero aún parecía estar sobrio.

- Te he extrañado mucho, Anto.

Al oír su voz algo ronca, mi corazón dio un vuelco.

- ¿Qué pasa? ¿Sucedió algo?. - Sin darme cuenta yo misma, me invadió un fuerte impulso de cuidar de él.

Me abrazó con fuerza, con su barbilla apoyada en mi cabeza mientras respondía suavemente.

- Estoy bien. Solo un poco cansado.

Eso me alivió un poco.

- Si estás cansado, regresa, anda tu baño y duerme bien. ¿Por qué viniste aquí?.

De repente sonrió y preguntó.

- ¿Me estás regañando? ¿Te preocupas por mí?.

Me sorprendió sus preguntas. Y así era, me preocupaba, Aunque no me había dado cuenta de cuándo había empezado a desarrollar esos sentimientos.

Sabía que estábamos jugando con fuego. "Ni siquiera me he liberado de la situación con Erick, así que ¿Cómo voy a involucrarme también con Cristian?.

Conflictuada, lo aparté, tratando de mantener la distancia con él sin que fuera demasiado evidente.

Sin embargo, volvió a tirar de mí y presionó sus labios contra los míos. El beso fue tan apasionado que casi derretí en sus brazos. Note que era diferente a sus besos anteriores. Aunque era igual de intenso que antes, este era un poco más desesperado. Era como si hubiera encontrado una botella de agua cuando se estaba muriendo de sed.

Me abrazó con fuerza Mientras nos besamos pronto me quedé sin aliento. Con la fuerza que me quedaban, este Vega mano para empujarlo.

Un poco vergonzoso que me vencieron por un simple beso cuando al fin nos encontramos.

Bueno después Cristian me soltó de mala gana y me lamió los labios. Luego me lanza una sonrisa encantadora.

Mientras tanto, me desplomé En sus brazos, Jadeando de modo débil.

Me cargó y se sentó de nuevo en el banco.

- Dije que no podría salir de la cama en tres días ¿No es así?.

"Tss, qué rencoroso".

Justo cuando se inclinó para darme otro beso, levanté la mano para bloquearlo.

- No lo hagas. Nos van a ver.

Apartando mi mano, dijo.

- ¿Quién vendría tan tarde en la noche? Yo tampoco lo haría si no fuera para comerte. - Me quedé sin palabras ante lo que dije




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