El Útero de la Luna

Lunae despertó cubierta de ceniza.
No sabía si había dormido… o si el templo la había soñado a ella.

Sus muslos estaban manchados con trazos rojos.
No sangre.
Símbolos.

Sellos de invocación.
Pintados por manos que no tocaban su cuerpo desde hacía siglos.

—Volvieron… —susurró con los dientes apretados.

Los Hijos de Nalah.
La secta prohibida.
Aquellos que habían sido sus discípulos, sus adoradores…
Y sus carceleros.

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🕯️ CATACUMBAS ESCARLATA

En la oscuridad, un círculo de hombres y mujeres susurraba en un idioma muerto.

—La luna ha abierto su vientre.
—La diosa camina otra vez.
—Debemos fecundarla… antes de que lo haga el lobo.

Uno de ellos alzó un cáliz negro.
Dentro, flotaba un fragmento de hueso.

—El hijo debe nacer del ritual. No del deseo.
—Y si ella se resiste…
—La cortaremos.
—La ofreceremos a Nalah como útero sin voluntad.

Y todos bebieron.

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🌑 EL GIRO — EL AMANTE PERDIDO

Su nombre fue Cael.
Fue el primero.
El único que la tocó cuando aún era diosa completa.
Cuando la luna no había sangrado.

Cael no era un lobo.
Era otra cosa.
Una criatura creada por la luna… y deformada por el amor no correspondido.

Ella lo abandonó.
Lo selló en el Inframundo por rebelarse.
Pero ahora… las puertas estaban abiertas.

Él caminó hasta el altar, donde una estatua de Lunae lo observaba con indiferencia.

—No voy a permitir que lo ames —dijo.
—Prefiero matarte… antes que verte madre de otro que no sea yo.

Sus ojos lloraban sombra.
Y su piel estaba llena de grietas, como si fuera una figura rota.

Pero su corazón… latía con odio vivo.

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🌓 LUNAE CORRE

Ella lo sintió.

No con los sentidos, sino con el alma.

Cael había cruzado el velo.
Y venía por ella.

Ya no la quería.
No su amor.
Solo su final.

Corrió entre árboles que la recordaban.
Lobos que la temían.
Sombras que murmuraban.

> “Él no te quiere viva.
Te quiere vacía.”

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🌕 ERYON LA SIENTE

El vínculo ardió como si alguien lo marcara con hierro al rojo.

Eryon cayó de rodillas.
Gritó.
La vio sangrando.

No físicamente.
Sangrando de alma.

Su corazón galopó como si buscara romperse.

> “¿Dónde estás?”
“¡Lunae!”

Y en lo más hondo de la selva… algo despertó.

Un antiguo poder.

Algo que ni siquiera él sabía que vivía dentro.