Decide tomar aire, así que se sienta en un parque mientras cae la noche. Cena en el hotel y al día siguiente a priemra hora, recibe un mensaje:
Felipe Rusticcela
Estoy agradecido por la sorpresa que le hizo a mi hija.
Quiero decirle que cuenta conmigo Srta. Marina
¡Feliz viaje!
Recoge sus maletas y se dirige al aeropuerto, graciosamente le toca el mismo compañero.
-¿Bromeas? - dice - ¿Me sigues o es algo del destino Peter Pan? - interrroga con humor.
- Estamos de acuerdo Srta. Heidi - ambos se miran con una nota de humor - soy Robbin - se presenta.
- ¿Cómo Robin Hood? - lo miro con asombro, él niega haciéndola reír.
- Pues no seré Heidi sin embargo, soy Marina - estrechan sus manos - así que bienvenido a bordo - se carcajearon una vez más, luego se surmigieronen sus asuntos.
El vuelo paso igual de lento que el anterior.
- Adiós Robbin Hood, me saludas a Peter Pan - se despide.
- Adiós Marina del mar - ella lo miró riéndose, tomo su maleta y fue a por un taxi.
,Marca un número.
- Cristhin, estoy de vuelta ¿Alguna novedad? - pregunta pagándole al taxi, rodadno sus maletas.
- No, Marina - contestan en la otra línea.
- Ok, nos vemos mañana - cuelga marcando su piso.
Se lleva una sorpresa al encontrar su apartamento destrozado con un mensaje en la pared: ¡AHORA VAMOS POR TI!
Inmediatamente llama a la polícia.
- A cabo de llegar y encuentro esto - le dice al polícia minutos después.
- Le recomiendo que se vaya de aquí, no toque nada - le dice él polícia Martínez.
- Gracias - se marcha a unn hotel y recibe un mensaje de texto.
Desconocido: ¿Te gustó el regalo? - Marina observa.
Marina: ¿De compromiso? - ironizo, no era la primera vez, estaba harta.
Desconocido: ¿Enojada?
Marina: ¿Piensas qué me casaré?
Desconocido: Obvio fría Marinita
Marina: Ni en tus mejores sueños, adiós tengo asuntos más importantes que tú
Desconocido: Ya lo verás, tú serás mía
Marina: Deberías tenerme miedo
Marina llama en un teléfono público
- Hola necesito tu ayuda, volvió otra vez, acabalo - colgó el auricolar, esperó y tomo la llamada.
- Hola, bien dejamelo a mí - cuelgan en la otra línea.
Ella saca su navajalentamente, antes de colgar el auricular, sale de la cabina, y avanza hasta la parada de autobús. Detrás de ella un hombre sospechoso sube al bús.
En la siguiente parada se abren ambas puertas y varias personas bajan, ella aprovecha de bajarse, el hombre se baja también, en un decuido ella se subió quedando agachada, las puertas se cierran y observa al hombre buscarla en todas direcciones mientras hace una llamada.
- La he perdido Ignacio - es lo único que logra escuchar al ponerse en marcha el bús.
Ella vuelve a marcar, al primer timbre dice:
- Voy para allá - cuelga.
Unas manzanas después se queda en una estación de Ferrocarril, donde le espera él.
- Me estaban siguiendo - dijo Marina al llegar.
- Es normal - habla él, desde el otro asiento - debes ir con cuidado, pronto te dará una prueba de lo que te hará - dice.
- Así como hace unos meses atrás - habla fría.
- Sí, por eso te recomendé mantener un bajo perfil - habla bajando su sombrero.
- Ahora quiero acabarlo, cuanto antes, no me importa quién tenga que caer - centenció.
- Esperaba oír eso - sonríe - a partir de ahora quedate en un lugar apartado pero seguro, que él intentará secuestrarte.
- Esta bien, estamos en contacto - Marina sube al ferrocarril.