Adiós al amor

Capítulo 3

Decide tomar aire, así que se sienta en un parque mientras cae la noche. Cena en el hotel y al día siguiente a priemra hora, recibe un mensaje:

Felipe Rusticcela

Estoy agradecido por la sorpresa que le hizo a mi hija.

Quiero decirle que cuenta conmigo Srta. Marina

¡Feliz viaje!

Recoge sus maletas y se dirige al aeropuerto, graciosamente le toca el mismo compañero.

-¿Bromeas? - dice - ¿Me sigues o es algo del destino Peter Pan? -  interrroga con humor.

- Estamos de acuerdo Srta. Heidi  - ambos se miran con una nota de humor -  soy Robbin - se presenta. 

- ¿Cómo Robin Hood? - lo miro con asombro, él niega haciéndola reír.

- Pues no seré Heidi sin embargo, soy Marina - estrechan sus manos - así que bienvenido a bordo - se carcajearon una vez más, luego se surmigieronen sus asuntos.

El vuelo paso igual de lento que el anterior.

- Adiós Robbin Hood, me saludas a Peter Pan - se despide.

- Adiós Marina del mar - ella lo miró riéndose, tomo su maleta y fue a por un taxi.

,Marca un número.

- Cristhin, estoy de vuelta ¿Alguna novedad? - pregunta pagándole al taxi, rodadno sus maletas.

- No, Marina - contestan en la otra línea.

- Ok, nos vemos mañana - cuelga marcando su piso.

Se lleva una sorpresa al encontrar su apartamento destrozado con un mensaje en la pared: ¡AHORA VAMOS POR TI! 

Inmediatamente llama a la polícia.

- A cabo de llegar y encuentro esto - le dice al polícia minutos después.

- Le recomiendo que se vaya de aquí, no toque nada - le dice él polícia Martínez.

-   Gracias -  se marcha a unn hotel y recibe un mensaje de texto.

Desconocido: ¿Te gustó el regalo? - Marina observa.

Marina: ¿De compromiso? - ironizo, no era la primera vez, estaba harta.

Desconocido: ¿Enojada? 

Marina: ¿Piensas qué me casaré?

Desconocido: Obvio fría Marinita

Marina: Ni en tus mejores sueños, adiós tengo asuntos más importantes que tú 

Desconocido: Ya lo verás, tú serás mía

Marina: Deberías tenerme miedo

Marina llama en un teléfono público 

- Hola necesito tu ayuda, volvió otra vez, acabalo - colgó el auricolar, esperó y tomo la llamada.

- Hola, bien dejamelo a mí - cuelgan en la otra línea.

Ella saca su navajalentamente, antes de colgar el auricular, sale de la cabina, y avanza hasta la parada de autobús. Detrás de ella un hombre sospechoso sube al bús.

En la siguiente parada se abren ambas puertas y varias personas bajan, ella aprovecha de bajarse, el hombre se baja también, en un decuido ella se subió quedando agachada, las puertas se cierran y observa al hombre buscarla en todas direcciones mientras hace una llamada.

- La he perdido Ignacio - es lo único que logra escuchar al ponerse en marcha el bús.

Ella vuelve a marcar, al primer timbre dice:

- Voy para allá - cuelga.

Unas manzanas después se queda en una estación de Ferrocarril, donde le espera él.

- Me estaban siguiendo - dijo Marina al llegar.

- Es normal - habla él, desde el otro asiento - debes ir con cuidado, pronto te dará una prueba de lo que te hará - dice.

- Así como hace unos meses atrás - habla fría.

- Sí, por eso te recomendé mantener un bajo perfil - habla bajando su sombrero.

- Ahora quiero acabarlo, cuanto antes, no me importa quién tenga que caer - centenció.

- Esperaba oír eso - sonríe - a partir de ahora quedate en un lugar apartado pero seguro, que él intentará secuestrarte.

- Esta bien, estamos en contacto - Marina sube al ferrocarril.




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