Marina corre tanto como es posible, al escuchar ruido detrás de ella, hasta que se tuerce el pie y cae en un agujero, para nada visible, observa como varios hombres corren a prisa, hasta que uno se detiene.
- Hasta aquí llegan las huellas - informa - tal vez se percato que alguien la seguía y subió a un árbol o tapó sus huellas con ramas para confundirnos - opina - es astuta.
- Se dirige a la carretera, no tiene escapatoria, el jefe la atrapará, vámonos - dice otro.
Ella pierde poco a poco la consciencia por la caída y el dolor. Los hombres se marchan, encontrándose al tiempo en la carretera.
- ¿Jefe la atrapo? - habla el primero.
- No ¿Le perdieron el rastro? - aprieta la mandíbula - regresen a la casa y vigilen la en caso de que ella regrese, por otro lado haré una llamada - cumplen la orden - alguien te esta ayudando Marina pero ¿Quién? - atienden la llamada - Soy... Haz según lo planeado.
Cae la noche y nadie sabe de Marina, la preocupación y tensión es tal que, Cristhin reporta la desaparición de Marina del Castillo. Noticia que asombro al mundo de los negocios. Y debido a la llamada que realizó por el caos en su departamento, un expediente se abrió por lo que procedieron en su búsqueda.
La persona con la que habló en la estación de Ferrocarril, presenta evidencias de crímenes efectuados desde hace 18 años atrás, víctimas que no se les pudo hacer justicia. Se asegura que la carpeta llegue a manos del detective Víctor Plata.
Al ver las noticias trata de comunicar se con Marina, pero le es imposible. Por lo que entrega el resto de las evidencias del caso de la familia del Castillo al mismo detective, sin pérdida de tiempo, no obstante se asegura que la policía tome cartas sobre el asunto, moviendo algunos hilos para agilizar el proceso, así mismo la ubicación de Marina.
Marina se despierta por el agua que cae en su rostro, abre sus ojos, aprieta los dientes del dolor. Abre su mochila, saca la linterna, ilumina su tobillo.
- ¡Rayos y centellas! - murmura agarrando aire - necesito alcohol y una venda - busco y respiro - ¡Ah! - torció la boca al sentir el alcohol - ¡Ahora o nunca! - se dijo aplicándose un vendaje fuerte, en más de una vez se mordió los labios, casi se le baja la tensión. Mantiene su respiración y toma un trago de aguardiente.
Acomoda la mochila en su espalda e ilumina el hueco, hallando solo raíces y tierra. Mira su reloj con algunos rasguños (2:36 am). Gruñe su estómago, saca una banana aplastada e intenta dormir un poco, cuando amaneciera buscaría la manera de salir, puesto que esos hombres deberían estar aún en el bosque y no se arriesgaría.
Noticias de última hora
Les habla Noé Vergara desde las afueras de la comisaría, se han revelado evidencias de crímenes impunes en los 18 años, hace pocas horas han arrestado a más de 50 implicados - detrás de él, llega otra patrulla bajando hombres y mujeres esposados - les mantendremos informados, les hablo Noé Vergara.
Fin de la transmisión
En otra parte tumban la puerta de su despacho.
- ¡Ignacio, nos han descubierto, debemos irnos ahora! - le grita un hombre moreno de unos treinta y cinco, armado.
- ¿Cómo es posible? - se levanta sin poder creerlo - ¿Quién?
- No sabemos - mira su reloj de pared - lo único que alcanzaron a decirme es que la policía viene ¡Ya a tu casa! - de inmediato se marcha, al vislumbrar las patrullas.
- ¡Ah! - grita iracundo, tomando su arma. Cambiándose la ropa y saliendo por la puerta de atrás, saltando una cerca, caminando como si nada, los policías entran a su casa y apresura el paso sin llamar la atención.
Carl Bonaire mantuvo el control empresarial junto a Cristhin, esperando una respuesta favorable del paradero de Marina.
Robbin habla con sus colegas para, hallar una pista de la ubicación de Marina.
Marina se despierta con un rayo de sol. Enciende su celular, por fortuna tiene señal, realiza una llamada.
- Estoy bien, aún me encuentro en la propiedad, caí en un agujero en el bosque. Él intento secuestrar me, tengo el tobillo inflamado - dice cansada, sin perder la dureza en su voz.
- Voy para allá, he puesto en marcha el plan, no salgas de allí, sé donde es - cuelga y vuelve apagar el celular.
1 hora y 02 minutos llegó lanzándole una cuerda, la cual ella sujeta y escala, mordiéndose los labios. Estando fuera, la abraza con fuerza.
- ¡Gracias al cielo! - dice cerca de su oído - muestrame el tobillo.
- Linterna blanca, ya hice un vendaje - lo mira con ternura, él ríe.
- ¡Mujer maravilla eres terca! - ambos se abrazan - los están atrapando, solo falta Ignacio, tenemos que salir de aquí y llevarte a una clínica, sube te a mi espalda - lo hace sin queja, llegando a la camioneta oculta entre los árboles.
Antes de bajarse de la camioneta dice:
- Usa esta gorra - le tiende una negra - no te la quites - la carga, asegura el vehículo.
La lleva a emergencia, la atienden sin contratiempos, él no se despega en ningún momento.
- Tiene suerte, debe tomar reposo, seguir esta receta y volver en una semana para retirar la fécula - habla el Dr.
- Se lo agradezco - antes de salir vieron a lo lejos periodistas en la entrada y no muy lejos a Ignacio, vestido de enfermero, ya la había visto a ella - por favor llame a la policía - el médico hizo lo pedido, se escucharon disparos - ¡Agachense! - Ignacio empezó a disparar.