Adiós al amor

Capítulo 7

           - Ocúltense detrás del escritorio  - ordena linterna blanca - ¿La policía?

           - Viene en camino – habla el Dr. Escondiéndose junto a Marina

           - Ok, silencio -  se oculta detrás de la puerta.

 

Ignacio agarra la manilla y entra, no le dio tiempo de reaccionar, linterna blanca lo noqueo, dejándolo inconsciente en el piso, procediendo a vendarle los ojos atarle las manos y los pies. Poco después la policía llega, para ese momento linterna blanca había salido de la clínica.

 

- ¿Se encuentran bien? – pregunta el Oficial Puerto Rico

 - Sí – contesta el Dr. Ayudando a Marina ponerse en pie.

- Tienen que acompañarme a brindar declaraciones – indica el Oficial.

 

Días después en el Juzgado.

 

- Mi clienta Marina del Castillo demanda a Ignacio Bóveda de Castilla por acoso, chantaje, asesinato e intento de secuestro. En esta carpeta están las evidencias – se las entrega al Juez Gerónimo Brown, lee los documentos detenidamente.

 

-Las pruebas presentadas son legítimas – observa a los abogados – abogado del acusado en cuestión ¿Tiene algo qué exponer? – el abogado observa a su cliente.

 

           - Se declara culpable de todos los delitos, ante mencionados – habla desde su asiento.

          - Entonces este tribunal declara a Ignacio Bóveda de Castilla, culpable por los delitos de acoso, chantaje, asesinato e intento de secuestro, en una prisión de máxima seguridad. Se levanta la sesión.

 

En las afueras del Tribunal les transmite Noé Vergara, se ha dado a conocer que el accidente del helicóptero donde iban Julio del Castillo, Cristal del Castillo y, sus hijos (Ismael, Erika y German) en el cuál perdieron sus vidas, fue un asesinato. La mente siniestra es el empresario de Manufacturas Ignacio Bóveda de Castilla, quien estuvo acosando, chantajeando e intento secuestrar a la única sobreviviente de la familia del Castillo, mejor conocida como “Dama de Hierro” – narra el periodista- Marina del Castillo, no solo se hace justicia con este caso, también con los casos de extorción…- habla Noé largo y tendido hasta que observa a los abogados salir - ¿Cuál ha sido el veredicto del Juez?

 

- Lo ha declarado culpable, lo siento más tarde se estará dando un comunicado, gracias – se despide el abogado de Marina del Castillo.

- Les transmitió en vivo Noé Vergara – Apagan las cámaras.

Al día siguiente unos tacones resuenan en las frías paredes de la prisión, deteniéndose en el área de visitas.

 

- ¿Sorprendido?.- Dice Marina más fría y distante.

- Sí- se ríe Ignacio desde su asiento – de todas las personas, no espere que fueras tú – confiesa.

- He venido a decirte un par de cosas – se sienta, en todo momento mantiene contacto visual – siempre supe que eras tú, desde mucho antes de la caja rosada – deja un silencio – lamento desilusionarte pero, nunca he querido compromiso con alguien, sin importar quien, incluyéndote – él está sin poder asimilarlo -  lástima que perdiste el tiempo y te llevaste de por medio, vidas inocentes – hace una breve pausa -  ¿Sabes? Tu padre me decía que tú, eras su gran orgullo pero, se debe estar lamentando y preguntando ¿Qué hizo mal? – Ignacio rompe a llorar – también del incidente donde casi pierdo la vida meses atrás, fuiste tú, lo tenías todo, ya no tienes nada. Adiós Ignacio  que Dios te perdone, no yo – se levanta y se marcha dejándolo como un niño indefenso llorando.

 

Meses después.

 

- Marina el periodista ha llegado – entra Cristhin

- Hazlo pasar – termina de arreglar unos documentos.

- Hola Heidy  - ella levanta, cual resorte su rostro – es un honor verte otra vez.

- Hola Robbin Hood – sonríe - ¿Dónde empezamos la historia de mi vida? – pregunta con un toque de diversión.

- ¿Qué te parece desde que tomaste las riendas de los negocios de la familia del Castillo? – sonríe sacando una cámara.

- Me parece bien – el celular suena insistentemente – disculpa – contesta.

- Marina soy Martha necesito tu apoyo – su voz era débil.

- Claro ¿Qué puedo hacer por ti? – su expresión gélida cambioa una angustiada.

- Cuida de mis hijos por mi, tengo cáncer estoy en la última fase, no…-rompe a llorar- no o detecte a tiempo, solo te conozco a ti. Soy huérfana y Fabian murió en un accidente laboral – moquea en la otra línea.

 

               - No puede ser – unas lágrimas ruedan por sus ojos – hablare con mi abogado de inmediato para agilizar la parte legal – se traga el nudo en la garganta – estoy yendo , por favor espera – susurra.

               - Apresúrate, te estaré esperando – cuelga la llamada, seca su rostro.

              - Hemos de posponer la entrevista Robbin Hood – dice marcando con habilidad otro número de teléfono - ¡Cristhin! - - la susodicha entra. - Alista la avioneta ahora – corre hacer lo pedido. - Sr. Black, habla Marina, necesito de sus servicios ahora, lo espero en la oficina en 20 minutos – dice esperando respuesta.

               - Casualmente voy entrando a su oficina – aparece en elumbral colgando la llamada.

               - Esta listo – entra Cristhin.

               - Bien, sígame Sr. Black – avanza a la salida – nos vemos luego Robbin – le guiña el ojo – Cristhin quedas a cargo por unas horas – desaparece.

               - Una mujer ocupada – habla en voz alta.

               - Una mujer de hierro – difiere Cristhin – una mujer admirable ¿Quieres café? – ofrece sonriente.

               - Te acompaño a prepararlo – ambos sonríen y salen de la oficina .




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