#21

Clara: Iza, me sorprendió y alegró que percibieras mi malestar y preguntaras si estoy bien. Pensé que ya te habías olvidado de mi.

  Con respecto a tu pregunta yo te había respondido "Sí" obviamente mintiendo para que no te preocuparas. Pero claro, nunca logro mentirte, así que insististe y tuve que decirte que es verdad que no me siento bien.

  Entonces fue en ese momento en el que desbordé en llanto. Y... me obligaste a contarte lo que me pasa... yo no quería decírtelo.

  Me volviste a suplicar que te cuente. Te dije que no quería porque sabía que te ibas a enojar. Pero volviste a insistir. Te dije que no quería porque no estaba segura de la claridad de todos mis pensamientos, de si eso era en realidad lo que sentía... Pero me volviste a rogar. Detesto que hagas eso. Me enojé yo también. Y solté lo primero que se me vino a la cabeza ya irritada y harta de todo...

  Yo... en verdad me arrepiento por habértelo dicho. LO SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTO.

  Todavía tengo un nudo en la garganta por no haber llorado y mirarte a los ojos al decirte "Creo que te Odio"

  Pero aún peor. Me preguntaste "por qué" y yo como toda una estúpida te di centenares de razones para hacerlo. Y te dije que creo que te odio desde el primer día que nos conocimos, pero yo no sabía que te odiaba.

  Logré ver con presición cuando nuestros corazones se rompieron hasta el punto de separarse.

  ¿Sabes qué? Yo también me odio.

  Y lo que más profundo te tocó fue cuando te dije la verdad de que habías cambiado, que ya no sos la misma chica del año pasado. La Iza con la que disfruté estar cada segundo. Pero esa fue la más absoluta verdad de todas las razones que te dije. No me arrepentía por haberte dicho eso. Al menos no hasta que dijiste que yo tenía razón sobre todo.

  Odié desde ese día tener razón.

  Dijiste que ibas a empezar a ir otra vez a la psicóloga.

Aún más me rompió en mil y un pedazos aquello que dijiste.

Saber que alguien más supiera ese gran error que te dije me destrozó. Porque la persona que sabría eso que te dije me vería a mi como un monstruo sin piedad alguna. Ahora yo sería la mala de la película.

  Ya no hay vuelta atrás ¿No? No puedo volver al pasado para impedirme decirte eso.

Ya no lo vamos a poder resolver por más que quiera.

  Nuestros lazos son como un cristal que acaba de romperse. Y una vez que cae ya no vuelve a ser el mismo de antes, van a quedar pedazos cuyas fracturas no se podrán arreglar jamás.