Clara: Una semana. Eso fue lo que duró mi felicidad.
¿Un tiempo récord, verdad?
Pero terminé decallendo de nuevo en el dolor cuando Iza volvió a la escuela, luego de su enfermedad.
¿Acaso estoy bien con su ausencia?
Después de todo, creo que al decirle que la odio no fue del todo mentira.