Es aquí en donde fuimos, y somos. -
Lisa Hayes
Luego de la batalla un grupo de reconocimiento y rescate, fue por todo lo que restaba que solo era chatarra. El Skull 1 de Roy se había estrellado y estaba casi en ruinas lo que supuso su muerte. Claudia no paraba de llorar por él, y pidió que trajesen lo que fuera de Roy. Su amor, como su amiga, no estaban. La tristeza invadía a los tripulantes por aquel desastre. Lisa, Rick, Max, Lían sin rastro alguno. Vanessa observaba una foto de Lían y sus lentes se empañaban al caer algunas gotas. Era mejor continuar buscando. El veritech de Lían estaba hecho añicos lo que hizo que perdiera esperanza. De Ben se supo de su muerte y fue condecorado por su enorme y atrevido valor como a todos otros entre ellos Rei, y su grupo batallón. No había rastros de Max, ni del ojo del halcón, ni Rick y Lisa.
La orden del almirante fue que sigan con las averiguaciones. En un momento indeterminado la teniente Kim Young sale de su guardia.
- Iré a ver cómo esta Claudia y Vanessa. -
- Perfecto – Le expresa Antonia quien hace las veces de suplencia de ellas en cuanto se turnaban para los descansos. Sammie se contuvo en no llorar. Su fuerza de voluntad la mantenía estable. En cuanto a ello, monitoreaba los vídeos de las cámaras vigías a fin de encontrar rastro alguno de sobrevivientes.
- Max, Lían, el Doctor Straig fueron trasladados, junto a los demás con extrema protección a fin de ser interrogados. Miriya miraba activamente al soldado que la venció. Sus ansias de venganza se palpaban en un próximo encuentro ¿Pero liquidarlo de esta forma? El piloto no tenia se nave de vuelo y ella poseía una altura promedio a 16 metros. Solo aplastarlo sería suficiente ¡No! Quería algo de igual a igual.
Lo pensó en determinadas circunstancias. No dejaría que destruyan Max. Antes su ego le pedía derrotarlo para limpiar su nombre.
En otro cubículo trasladaban al sector de emergencia en el cual las cámaras de protocultura se mantenían instaladas. Allí se realizaban los estudios por parte de la raza inferior de Zentraedis-Meltraedis. Una ínfima parte creada para suplir lo referente a las cuestiones médicas y algunas mecánicas. Su sociedad era y será guerrera y desde ello no sabían de otra actividad más que luchar. No obstante se les enviaba suministros de alimentos. A los que se les enseñaba como ingerirlos. No sabían utilizar cubiertos, ni lo referente a la limpieza. Su aseo. Era el ingreso de duchas en las cuales pasaban por ella como un carro en un lavado. No conocían la unión de hombres y mujeres. Cada nuevo soldado era creado al estilo espartano. Separado de padres y madres. su ingreso al mundo era por medio de la fecundación invitro.
Los Zentraedis-Meltraedis habían observado muy atentamente los improperios de los sentimientos de los micronianos. Dolza decidió que mantengan cautivos a ellos. A toda la flota intergaláctica Zentraedi-Meltraedi del otro lado de la galaxia se les prohibió ver semejantes aberraciones por miedo a una contaminación de niveles extremos, lo que produjo que este tomase las medidas drásticas dándole a entender a Breetaii, Azonia, y Khayron que bajo ningún concepto pueden comunicar nada de los proyectos que los espías enviaron. Dolza se alineó en una difícil situación que ameritaba tomar medidas extremas, incluso a título de sacrificio. Y así comunicó a lord Breetaii. -
- Por el momento general Breetaii mantenga a los enemigos bajo custodia
- Perfecto – Expresa Breetaii con su mano colocada en el mentón
Exedore percibía que Dolza podría tramar algo.
Miriya se dirige al cubículo de mando de la capitana Azonia.
- Adelante Miriya ¿Qué se te ofrece?
- Debo pedirte algo comandante Azonia
Ella la observó frunciendo el ceño dubitativa ante tal pregunta que encerraba entre el dubitativo y fluctuoso sonido de la voz de Miriya en cierto misterio.
- Te escucho Miriya. - Vacila lord Azonia.
- Quiero entrevistar a los micronianos – Expresó como con un último aliento
- Pero ¿Por qué motivo?
- Allí, se encuentra aquel con el cual confronté batalla. Sé que está allí.
- Miriya, son rehenes. Y deben estar sometidos a los cumplimientos de la información
que se les solicite. Ya se ha designado a las personas encargadas de ello
- Quiero ser una de ellas.
- No tengo tiempo para una absurda venganza. Eres nuestro mejor piloto de combate.
- No es una venganza Azonia. Solo debo saber de dónde proviene su poder y con ello
ayudar a nuestras fuerzas. – Explica Miriya con una retorica totalmente convincente. Decidida a convencer a Azonia. -
- No parece descabellado. Pero tú eres soldado. No te encargas de ese trabajo
- Puedo hacerlo muy bien. Y no te arrepentirás.
- ¿Sabes que los encargados de ello fueron micronizados no? Miriya lo sabía, pero actuó con sorpresa. No dijo nada al respecto. -
- Y sabes que esas personas tendrán un contacto pleno en el cual deberán pasar un tiempo con ellos para preguntar y observar todas sus actividades en directo. No sé si sea prudente que realices esa tarea. -
- Puedo hacerlo Azonia. No te fallaré.
- Por otro lado, nuestro mando de mujeres no posee a nadie al respecto y el hecho de que una de los nuestros lo haga puede beneficiar nuestro comando frente a Dolza. Veré que puedo hacer Miriya, ¿Pero sabes las consecuencias de este empleo?