Adios Rick (una historia de Robotech)

El regreso triunfal (Rick salva a Lisa)

   Estamos sanos y salvos.

 

 

 

No me iré sin despedirme, pues aquí llegamos

 

 

 

Rick Hunter

 

 

 

 

 

 

 

Un nuevo día en la ciudad de Macross podría significar un recomienzo, así lo pensaban los habitantes que cada día levantaban los escombros que aún persistían de la gran batalla. Y era de notar que las personas tenían el ánimo escondido en la nave del SDF-1 que yace guardada entre medio de montañas de tierra y agua artificial que se fue generando producto del descenso imprevisto. Aquel coloso estaba repleto de las heridas de la guerra, y creían muchos que su destrucción sería inminente, pero lo había logrado. Había vencido a las facciones del líder Dolza, un poco con la ayuda del comandante Bretaii, el ministro Exedore Azonia, y Khyron que en un último intento decidió formar parte de las filas, a pesar de su cobardía y escapar a otro sector de la galaxia en la cual estar seguros. Una gran bola magnética de la barrera del SDF-1 acabó con toda la flotilla Zentraedi. Es solo un pequeño resumen de tanta guerra acumulada. Es solo eso. Eso

 

...

 

En instantes previos al descenso....

 

 

Lisa se peinó con su mano derecha como siempre lo hizo su largo cabello castaño y con una sonrisa miró a su salvador. –

 

- ¡Gracias Rick! – le tendió la mano. Aunque su deseo era otro. Es difícil encarar el amor a estas instancias. Nuevamente se besaron en un frenesí ¡Gracias Amor!

 

- Supongo que desobedecí tus órdenes - Dice Rick como broma. -

 

- ¡Oh! Rick – se ríe. – ¿Crees que seamos lo únicos? Todo ha quedado en ruinas – confiesa ella, un tanto preocupada. –

 

- No sería tan malo.- se dice Rick de brazos cruzados. – Al menos nos estaríamos

 

solos. – Ella se ríe y se incorpora del asiento; ambos se miran, y Rick se acerca a ella

 

 

como por un arte de magia, Hunter la toma en sus brazos y se dan otro beso pasional. Los labios de Lisa se humedecían, con los de Rick. Sus ojos se cerraron, y solo sintieron el calor de calidad saliva y el secreto de los latidos del corazón. Rick concluye y le pide disculpas. –

 

- Te amo Lisa - Fue un impulso de alegría de ella. – Creí haberte perdido. Como si no fuera él, sino un deseo. Permaneció tranquila. –

 

- ¡Rick! tu discúlpame a mí. Yo...te puse en peligro

 

- ¡No vida, no me importa lo que suceda!

 

- Lisa, ¿Escuchas lo que yo? –

 

- ¡Es la voz de Minmei! – dice Lisa, asombrada. – El SDF-1 sobrevivió, una y otra vez repetían en sus dialogos sobre aquella victoria. -

 

Como si una y otra vez se encontraran bajo la canción de Minmei. Lo que hoy es una

 

montaña descendía.

 

 

Si había sobrevivido, y ambos lo veían descender jubiloso desde el bello paisaje de un sol que se abría camino. Inmediatamente Rick activó su caza veritech. El viejo Skull de Roy aún funcionaba. Lisa sonreía, junto a Rick. Ella se sentó entre sus piernas, mientras él, activaba los controles. Al direccionar la palanca, la mano de lisa se apoyó en la de Rick,

 

y ambos abrazados se dirigieron hasta el esplendoroso crucero, guerrero incuestionable. A toda velocidad volaba, y el viento pasaba acariciando sus rostros. La primera gran guerra robotech, estaba librada, ganada, por ahora.

 

-Llegaremos a salvo le dice Rick a Lisa. – Sonriendo. –

 

 

Ella lo abraza fuerte, como queriendo retenerlo por toda la eternidad. El sintió su respiración tibia y tierna cuando Lisa posicionó su mejilla cerca de su cuello, mientras su cabello largo se extendía por la brisa fugaz. Aún la imagen del reencuentro estaba presente al abrirse con el láser la puerta.

 

- ¡Lisa!, ¡Lisa! – Gritó Rick - Rick, ya era hora. –

 

 

Aquel piloto que desobedece órdenes con su casco, la miró con toda la alegría del alma, y ambos al mismo tiempo corrieron el uno al otro. Y se abrazaron, al sonido de una música que desde el espacio direccionaba a los gladiadores a la batalla. Lisa supo desde ese momento y para siempre que aquel héroe era el hombre de su vida. Y ahora lo retenía, en cuanto regresaban a la base, sin querer que aquel momento se terminase

 

- Rick, ¡gracias!, - Y las lágrimas de Lisa que caían, eran el mayor ejemplo de amor.

 

 

- Lisa, yo debo siempre agradecerte a ti. – Se ríe Rick con cierta alegría. –

 

- Rick, ¡tú! – Y antes de decírselo se contuvo y volvió apoyar su mejilla cerca de su cuello casi descubierto, queriendo que sus labios viajasen a los de él nuevamente. Rick miraba al frente y luego a ella sonriente. Era como un sueño de ambos. -

 

El Skull estaba a toda marcha imperante, cuando el SDF-1 había aterrizado casi estrellado. Claudia pensaba en Roy que en una imagen se hizo presente para decirle que la extrañaba. También te extraño Roy se dijo ella, gracias. Y luego la imagen de Lisa, su amiga que con toda la destrucción de la base de Alaska, posiblemente no había sobrevivido. Lisa como quisiera que estuvieras aquí. Claudia se quebró en un momento. El almirante Global seguía dando órdenes y vio el rostro de Claudia intentó decir algo y se contuvo. Sammie verificaba cada mecha, que regresaba. No tengo ningún contacto de comandante Hunter.

 

- Aquí teniente Sterling, regresamos a base ¿Saben algo del comandante Hunter?

 

- ¡No tenemos noticias Max! – Comenta Sammie. – Lo último que supimos de él fue una ráfaga de cohetes que se avecinaron hacia el avión, y desapareció todo

 

contacto desde entonces. Su radió no funciona.

 




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