Adopcion De Amor

CAPITULO 19

Sean no se despertó de regreso a casa, el parque esta relativamente cerca, Karen estaba pensando en venir caminando con el de vez en cuando tanto ella como Sean disfrutaran el paisaje.

—Carlos, puedes llevar a Sean a su habitación por favor.

—Lo puedo hacer yo —Karen le saca de los brazos a Sean.

—Gracias Carlos —Karen le sonríe amable al jefe de guardaespaldas.

Dean no dijo nada, tampoco la siguió.

La casa de Dean es muy calientita afuera está empezando el frio, pero adentro no necesita el abrigo. Va al baño a cambiarse de ropa, le gusta estar cómoda, ve el pijama transparente, se sonrojo solo en recordar que Dean la miro vestida así, que vergüenza no dejaba de repetirse. Busco un pans gris que ya se había puesto para andar en casa y una playera con la leyenda de quiere a mí. Aprovecharía que Sean esta dormido para hacer la cena, le gustaba cocinar a si que no era problema, aunque Dean le había dicho que ahora que ellos estaban con el contrataría a una persona para encargarse de la casa y la comida, antes no era necesario, venían dos señoras a limpiar dos veces por semana, cuando Dean estaba trabajando, pero una de ellas le robo y entonces mejor se encargaba el mismo o la madre de Fernanda solía ayudarlo. Pero Karen le pidió que dejara que ella lo hiciera se sentía bien haciéndolo y a Dean le gustaba su comida, ella lo sabia por que Fernanda le conto que siempre comía en restaurantes o pedía a domicilio y desde que ella empezó a cocinar viene todos los días a comer a casa y pasar un rato con Sean.

Karen se sentía mal por haberlo prácticamente obligarlo en adoptar a Sean, pero ahora esta segura que Sean puede sanar las heridas que Dean pueda tener por que también estaba curando las de ella. Hay muchas cosas que oculta que ni Dean y nadie lo sabe solo se lo conto a su amiga, nunca fue capaz de contárselo a los hombres como los que estuvo sentimentalmente nunca sintió la confianza de contárselo.

Dean no esta en su cuarto, la puerta esta abierta y la luz apagada, seguramente se fue pensó Karen, baja las escaleras en sus pensamientos todavía esta presente lo que paso en el parque, se sentía tonta a estar recordando algo que tal vez para Dean no significo nada.

Al llegar a la cocina se encuentra a Fernanda.

—Hola Fernanda, no te vi cuando llegamos.

—Acabo de llegar justo ahorita, pero debo ir hacer una tarea a casa de una amiga, solo vine a buscar una libreta que olvidé aquí.

—¿Dónde esta Dean, sus guardaespaldas están afuera?

—No lo sé llegamos del parque, pero no entro con nosotros.

—Seguro esta trabajando en su despacho, subiré por mi libreta y me iré, te veo mas al rato me quedare a dormir aquí, me queda mas cerca que mi casa.

—Ve con cuidado por favor. —Karen esta preocupada desde que Dean le dijo que lo han intentado secuestrar.

—Descuida Gus esta conmigo todo el tiempo, Dean no me deja salir sin un guardaespaldas.

—Y es lo mejor, por favor cuídate mucho no quiero que te pase nada.

—Gracias por tu preocupación no te preocupes me cuidare.

Fernanda le da un beso de despedida y se va.

Karen mira que hay en el refrigerador, quiere hacer algo liguero, se le antojo una avena con fruta han comido tarde a si que esta bien algo liguero. Camina hacia el despacho de Dean quiere preguntarle si quiere cenar eso, o le haría lo que el le pidiera sin ningún problema.

En cuanto Karen toca la puerta esta se abre sobresaltándola, Dean abrió demasiado rápido.

Sus ojos se encuentran, no es la primera vez que se ven de esa manera.

—Voy hacer avena con fruta ¿Quieres?

Sin esperarlo, Dean le extienden las rosas que en la tarde le compro al señor del parque.

—Son para ti

—¿Para mí?

—Te la iba a dar hace rato, pero no pude, te las doy ahorita.

—No es necesario Dean, se que la compraste para ayudar al señor y fue muy bonito de tu parte.

—No fue la razón por las que la compré, pude ver como las mirabas y por lo que veo te gusta mucho

Karen tomas las rosas

—Son hermosas gracias.

Dean se acerca más a ella, está consciente que está mal, pero a pesar de ello, se cerca más y más.

—¿Qué haces? —pregunta

—No lo se

—¿No lo sabes?

—No

—No debería pasar esto Dean.

Karen puede sentir la respiración de Dean, huele a alcohol.

—No debería, pero…

Dean no termino la frase por que sus labios se fundieron en uno solo, Karen no opuso resistencia alguna, al contrario, es como si lo estuviera esperando. Se separaron por que necesitaban respirar.

—Lo siento Karen, me deje llevar, discúlpame.

Pero Karen ya había tomado una decisión ha perdido la razón con el beso de Dean, y para sorpresa de él, ahora es ella la que inicia el beso, se dicen todo sin palabras, no la necesitan.




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