Cuando vemos que todo acaba, que todo se derrumba en nuestra vida ahí es donde nos reprochamos todas las cosas que hubiéramos podido hacer y que por miedo, por culpa o por otra cosa no hicimos, y nos arrepentimos de todo, a todos nos pasa, y quien lo niega está mintiendo, cuando no tenemos la posibilidad de hacer algo que nos gusta al final de nuestra vida nos arrepentimos de no haberlo hecho y nos ponemos a pensar que tal vez había una posibilidad, pero la dejamos escapar, porque a lo mejor no nos parecía el momento justo y capaz que pensamos que con el tiempo hubiera salido otra oportunidad para hacerlo, pero que de tanto esperar nunca apareció ese momento, y por eso tenemos que hacer las cosas que queremos en el momento que queremos, aunque si resulta imposible siempre hay una posibilidad, solo hay que buscarla y no dejar que pase mucho tiempo porque posponer siempre las cosas no sirve de nada, nunca sabemos si el día de mañana nos morimos o pasa algo de repente que cambia el rumbo de nuestra vida, no hay que dar nada por cierto en esta vida, en un segundo puede cambiar todo y puede ser demasiado tarde
Hay personas que durante toda su vida hicieron lo que tenían que hacer, pero nunca lo que querían de verdad, ahí recién cuando se dan cuenta que quizás había una posibilidad, pero no la aprovecharon, es cuando se reprochan todo, y cuando todo acabe en su vida le echan la culpa de los otros, o a las circunstancias de la vida, como si las otras personas tuvieran el control de su vida y ellos no tuvieran un cerebro para pensar como quieran, y le echan la culpa a otras cosas, menos a ellos mismos
Hay que hacer cosas en la vida sin perder tiempo, la vida es una sola, sueña con algo y luego ponlo en práctica para vivir feliz, lo más lindo es cuando un sueño que te gusta se realiza, y en nuestra vida tenemos que hacer esto, soñar y poner en práctica, aunque si es difícil, tenemos que pelear por nuestros sueños
Seguir por nuestro camino sin que nadie nos diga lo que tenemos que hacer, la vida es nuestra, si hacemos todo lo que queremos y lo que nos gusta sin que nadie nos diga que no podemos, vamos a estar orgullosos de nosotros mismos, obviamente sin lastimar a nadie, y cuando seamos viejos y nos recordemos todo lo que hicimos sin miedo, vamos a estar muy felices, la vida es nuestra, nadie tiene que ponerse en el medio
Pienso todo esto mientras estoy en el hospital. Recuerdo el momento que viví y que pensaba que no iba a sobrevivir, miro a mi alrededor y a mí misma y veo que me conectaron con muchos cables en todo el cuerpo, esto me hace acordar cuando me internaron por primera vez en el hospital cuando era chiquita para sacarme el apéndice, y mi cabeza no para de pensar en todos los recuerdos de esa época
Cuando logro abrir bien los ojos y ver bien lo que hay alrededor mío lo veo a Pablo, sentado al lado de la camilla donde estoy acostada, y me mira con una cara feliz
—Por fin te despertaste, no sabes lo feliz que estoy, perdóname fui un estúpido ayer, porque dejé que el asesino se escape y que me pegara para que no pudiera hacer nada, pero tranquila que es desde la noche del sábado que están investigando, y tarde o temprano lo vamos a encontrar— Me dice acercándose a mi
—Lo vamos a encontrar si o si de eso estoy segura, ¿Qué pasó en estas horas?—Pregunto para entender mejor que pasó mientras estaba dormida y cuánto tiempo pasó
—Me desperté en tu casa cuando llegaron el comisario y la ambulancia, te vi tirada en el piso y pensaba que estabas muerta, pero la ambulancia te llevó rápido y pudieron darte el antídoto antes de que el veneno hiciera efecto completamente en tu cuerpo, mientras te trasladaban al hospital yo me quedé con el comisario y le expliqué lo que pasó desde el momento en el que entré a tu casa, luego cuando te sientas mejor tienes que contar todo lo que pasó antes de que yo llegara para que podamos investigar mejor, estuviste un día sin despertarte, ya es lunes y ayer empezamos a investigar un poco, pero falta lo más importante, tu versión de los hechos—Me dice explicándome todo
—De eso no se preocupen que cuando me den el alta vamos a trabajar en eso, ¿y tú que haces aquí?—Le pregunto, aunque si en estos días me di cuenta de que tiene interés en mí, pienso eso porque es el único de mis compañeros que habló conmigo y que se acercó a mí, y se nota que en respecto a los demás compañeros quiere algo más
—Terminé de trabajar y vine a ver como estabas porque me quedé preocupado y con culpa, por el hecho de que hubiera tenido que haber actuado mejor y haber podido agarrar el asesino—Me dice y lo veo un poco nervioso, pero no le hago caso
Las imágenes vuelven a mi cabeza todas juntas, recuerdo a una voz que me decía algo antes de que me quede desmayada, esta frase está en mi cabeza desde que perdí el conocimiento y ahora que tengo de nuevo el control de mi mente y me acuerdo todo lo que pasó intuyo que es una frase que me dijo el asesino antes de fugarse
—Antes de que me desmaye él me dijo algo a mi oído: nunca hay que dar las espaldas al enemigo—Mientras se lo digo me vuelve esa sensación de miedo que probé al escuchar esas palabras cerca de mi oído y la sensación fea de no haber tenido las fuerzas para responderle y dejar que huya la persona que odio con todo mi corazón desde que descubrí que es el culpable de la muerte de mi madre
—Justamente eso es lo que hice, estaba preocupado por ti y no me di cuenta de que él estaba tras mío y que se había despertado, perdóname, fue culpa mía—Me dice Marcos sin mirarme a los ojos