Adrenalina

No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy

Me despierto en un lugar oscuro y frio, trato de mirar a mi alrededor y es un lugar bastante sucio, veo ratas que caminan, telarañas en los rincones y en frente mío hay una ventana que está cerrada pero dado que es un poco rota en los agujeros se notan los rayos del sol que emana la luz del amanecer, estoy sentada pero me sorprendo al descubrir que mis manos y mis pies no están atados y estoy completamente libre, trato de agarrar mi arma pero cuando pongo la mano en el bolsillo en la cual siempre la llevo noto que no está más, luego escucho unos pasos que se acercan a mí y delante mío viene un hombre, lo veo de espalda mientras abre la ventana, ahora llega mucha más la luz de sol y cuando se gira hacia mi reconozco su cara...es el hombre que estaba con Marcos, él que le pegaba, el mismo que estaba en el restaurante, él que en el identikit de las cinco fotos lo reconocí en cada una de ellas, agarra una silla y se sienta delante mío

—Por fin te despertaste, ya son las siete de la mañana es hora de ir a trabajar, pero hoy vas a tener el día libre, te hice un favor tendrías que agradecerme—Me dice el hombre y me ofrece un vaso de agua, pero no lo tomo

—Ya sé quién eres tú, eres el asesino de mi mamá y el que quiere matarme a mí también con la ayuda de Marcos, ya sé todo, los descubrí a los dos sin la ayuda de nadie y eso significa que no saben esconderse bien y que siempre dejan algún rastro y alguna pista que es bastante fácil de descubrir—Le digo con una voz todavía medio dormida, pero con el pasar de los minutos me siento más despierta y menos débil

—Pero mira que inteligente, muchas personas están trabajando en esto, pero tú eres la única que descubrió todo, el único error que hiciste es que no dijiste nada a nadie, esto es un gran error para ti, pero a mí me salva, entonces te agradezco mucho—Me dice con una sonrisa de alguien que sabe que está ganando y que tiene el control de la situación, pero además de ser feliz, su cara parece preocupada, aunque si trata de esconderlo

Tenía que contar todo lo que sospechaba, tenía que hablar, aunque si resultaba ser una estupidez siempre es mejor decir las cosas porque en algo pueden ayudar, aprendí que nunca existe el momento correcto, puede existir el momento en la cual nos parece mejor decir las cosas, pero nunca va a ser el correcto, porque siempre hay algún imprevisto que logra arruinar el momento

Cada gesto que hacemos, cada detalle que aportamos, en algo o en alguien va a marcar la diferencia

Los detalles hacen la diferencia, parece una frase hecha, pero es la verdad, en cualquier tipo de circunstancia, un simple gesto puede cambiar el ánimo de esa persona, puede cambiar la suerte de lo que está sucediendo en ese determinado momento, puede cambiar el destino, una simple acción puede cambiarlo todo, si hubiera dicho lo que sabía ahora todo hubiera sido diferente, tendría que haber mirado el futuro y adelantarme a las situaciones. Literalmente no hay que dejar para mañana lo que se puede hacer hoy

Ahora ya sé lo que va a pasar, me va a matar sin dejar algún rastro y va a seguir andando por las calles feliz y libre como si nunca hubiera hecho algo malo

—María es la hora de decirte toda la verdad, ya jugaste a ser policía, ya intentaste buscarme, ya me viste con Marcos y sabes que trabaja conmigo, sé que eres inteligente como tu padre, heredaste todo esto de él aunque si nunca estuvo a tu lado, él siempre te miraba, te espiaba a ti a tu mamá y sabía que de grande ibas a ser una mujer fuerte y que trabajará de lo mismo que tu padre, la sangre tira, aunque si nunca supiste quién era y que hacía de su vida, el destino se encargó de todo y mírate ahora, trabajas bien y del mismo trabajo de tu padre—Me dice con una seguridad que me da miedo que sepa tanto de mi vida y la de mi familia, me da rabia que siempre repita la palabra padre y que sepa tanto de él

—¿Tu como sabes tanto de mi padre? ¿Porque estas interesado en matarme y porque mataste a mi mamá? ¿Quién carajo eres?—Le pregunto enojada y harta de que me oculten cosas, de aquí no me voy sin saber toda la verdad, aunque sea la última cosa que voy a hacer en mi vida

—Tranquila, mírame bien, ¿mi cara no es parecida a una que conoces bien? ¿A una cara que miras todos los días en el espejo apenas te despiertas?¿Estos ojos azules que tengo iguales a los tuyos no te hacen pensar en algo?—Me mira con unos ojos lúcidos que parece que esté por empezar a llorar, pero trata de no hacerlo, no voy a caer en su trampa, quiere hacerme creer que él tiene algo que ver con mi papá, que sea su hermano o alguien de la familia, me mira unos segundos y luego retoma la palabra—Eres inteligente María, dale ya sé que con esto que te dije sabes quién soy, dilo de una vez, déjame tener la certeza de que eres realmente inteligente y de que te das cuenta de las cosas rápidamente

Me entran ganas de llorar, en mi cabeza pienso muchas cosas y una de estas opciones es que él sea mi papá, pero mi mamá antes de morir en la carta que me dejó había dejado una foto y es evidente que no es él, y además apenas me enteré lo había ido a seguir para ver si existía de verdad y lo vi con mis propios ojos, son dos personas completamente diferentes 

—La carta que te dejó tu mamá se la hice escribir yo—Me dice como si hubiese escuchado mis pensamientos—Ese hombre que pensabas que era tu papá en realidad no lo es, fue un novio suyo, ella siempre me dijo que tu papá era él, yo descubrí que tenía una hija hace poco y no pude contener mi rabia y la maté, pero trata de entenderme hija, me escondió por veinticinco años que tenía una hija, estaba desesperado, no sabía que hacer hasta que mi rabia me ganó y ya sabes lo que pasó después




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