Adrenalina

Las mentiras tienen patas cortas

Después de la conversación que tuvimos ayer yo pensaba que apuntarme con un arma era lo último que iba a hacer conmigo, está a punto de disparar como lo hizo en el aire hace unos segundos, Marcos nos apunta a los dos, pero luego se pone en frente mío y solo me mira a mí, está llorando, y me parece extraño todo esto, por lo que hablamos ayer pensé que estaba todo bien, pero por lo que están viendo mis ojos, la realidad es todo lo contrario

—¿Escucharon ese tiro que pegué en el aire? el próximo es para ti María, señor perdóneme le voy a dar plata para que pueda arreglar lo que mi bala rompió en su estudio—Lo mira a el psicólogo y luego a mi—Me llamó tu papá y me dijo algo que nunca en mi vida creía que iba a escuchar, que mató a mi mamá, a sangre fría, él me tenía amenazado con esto, con que si yo decía algo la iba a matar a ella y después a mí, fui a ver y en mi casa estaba ella muerta en el piso, esto es por culpa tuya María, yo ayer te dije que iba a hablar con el comisario para decir toda la verdad, y ya que tengo palabra y soy fiel a lo que digo hablé con el comisario apenas te fuiste, me sentía aliviado porque por fin sentía que había acabado con todo, pero no fue así, hace una hora Federico, tu amado papá, me llamó y me dijo que se había enterado que yo había hablado, ¿Quién mierda se lo dijo? Solo tú sabias que iba a hablar, solo tú sabes toda la verdad y entonces saqué mis conclusiones y ya sé que fuiste tú, no me lo niegues—Me dice enojado apuntándome el arma en la cabeza con su mano temblorosa por culpa de sus sollozos

—¿A ti te parece que le voy a contar algo así a el hombre que mató a mi mamá? Si lo único que quiero es que se vaya en la cárcel, no sé quién se lo dijo, pero yo seguramente no fui, hay algún infiltrado entre nosotros y tenemos que encontrarlo—No puedo creer que todavía hay alguien que nos está jugando en contra

—No te creo para nada, tú y tu papá quieren verme muerto, ya entendí que tienen algo en contra mío y que todo esto de la investigación fue una farsa, pero no entiendo que, si hace algunos meses ni me conocían, ¿Qué quieren de mí?—Me pregunta como si yo estuviese en contra suya y como si fuera una criminal

—Me parece que estás yendo demasiado lejos con la imaginación, esos pensamientos no te sirven para nada, lo que dijiste no es verdad sácatelo de la cabeza, la única verdad es que hay algún infiltrado o alguien que sabe todo y nos quiere hacer daño, mi papá es malo y no quiere ir a la cárcel, ayer cuando me tenía secuestrada me contó que te tenía amenazado, pero creí que como yo ya sabía todo no te iba a hacer nada más

—Bueno creíste mal entonces porque mi mamá ahora está muerta por culpa suya así que quiero venganza, yo fui un estúpido en trabajar con él, sabía que iba a terminar todo mal, esta me la pagas María, durante estos meses que trabajamos juntos puede ser que un poco te quise, pero ahora te odio con toda mi alma—Termina de hablar y carga el arma, está listo para disparar en cualquier momento, segundos antes de que apriete el gatillo y haga un escándalo yo agarro mí arma y ahora nos apuntamos los dos, frente a frente en la misma situación

—Somos compañeros de trabajo Marcos, no gano nada con ir en contra tuyo, yo no soy la persona que te quiere hacer mal, tienes que abrir los ojos, en todo caso yo tendría que estar enojada contigo después de haberme querido envenenar, así que baja el arma y vamos a buscar a la persona que habló con mi papá y ayudémonos entre nosotros dos, no sirve de nada estar en contra el uno del otro—Sigo manteniendo el arma apuntada en su cabeza hasta que él después de unos segundos baja la suya, se la pone en el uniforme y yo también la bajo, continua a llorar y antes de irse me dice algo

—Mira si es verdad que no fuiste tú te pido mil disculpas por lo que acaba de pasar, pero si me entero de lo contrario no vas a vivir mucho tiempo más—Me dice con un odio que me genera la piel de gallina, luego se va y lo miro al psicólogo que tiene los ojos abiertos y con mucho miedo y se queda paralizado

—Quédese tranquilo que ya pasó, usted no tiene nada que ver con esto así que no tiene que tener miedo de nada, trate de calmarse y si necesita ayuda puede llamarme, yo ahora tengo que irme, pero por cualquier cosa estoy a su disposición—Lo miro y sin decirme nada me hace un gesto de que entendió lo que le dije, agarro mí bolso, pongo el arma adentro y salgo del consultorio

Acabo de descubrir dos cosas, una que me puede ayudar a encontrar a mi papá gracias a la ayuda del investigador privado, y la otra es que dentro de la comisaría hay algún infiltrado que es cómplice de mi papá, y eso significa que tengo que desconfiar de todos, la situación ahora está al revés, antes desconfiaba de Marcos, pero ahora es el único en la cual puedo confiar

Es increíble como son las vueltas que da la vida, un día pensando de una manera y el otro día pensando totalmente lo contrario de lo que se pensaba antes, es así, nada es blanco o negro, también existen los grises y no hay que quedarse con una sola versión porque este mundo es variado y hay miles de maneras de pensar y todas son diferentes

No le voy a decir nada a nadie de esto, me voy a ocupar yo sola, capaz que con la ayuda de Marcos que sino no me va a creer y me va a matar como me acaba de amenazar antes

Salgo en mi auto y lo llamo a el investigador privado que es el único que me puede ayudar ahora, mi última posibilidad y tengo que aprovecharla

—Hola, ¿Quién habla?—Me pregunta un hombre con una voz muy poderosa

—¿Usted es Juan García?—Le pregunto antes de decir cosas que me podrían comprometer y para estar segura de que sea él




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