Después de todo lo que pasó me siento más libre, ahora todos los secretos y las mentiras vieron la luz y pudieron ser descubiertas gracias a todos los que me ayudaron en esto.
Años después me siento mejor, ser la jefa de una comisaría era el sueño más grande que tenía apenas empecé con esto y por suerte lo pude cumplir, Marcos está conviviendo conmigo, cambié de casa porque quise cambiar de vida y la casa en la cual vivía antes me traía muchos recuerdos, que siempre voy a tener en algún espacio de mi corazón, pero necesitaba cambiar de aire, Jorge vino a trabajar en mi comisaría y junto a Marcos son las personas en la cual más confío.
En estos últimos años vinieron más mujeres a trabajar y yo las acepté, veía en ellas la misma mirada que yo tenía cuando empecé con todo esto, quince años después puedo decir que lo que pasó tuvo algo bueno en mi vida, y ahora lo estoy disfrutando.
Hace algunos años escribí un libro donde conté todo lo que pasó, vendí muchas copias y estoy orgullosa de mí misma. Ahora alrededor mío puedo confiar más en las personas que me rodean, aunque si siempre voy a estar en alerta, porque, aunque si ya pasaron muchos años, siempre voy a tener el miedo de que pase algo parecido a lo que me pasó.
Federico tiene otros cinco años en la cárcel, el comisario saldrá la próxima semana, espero no verlo y que viva lo mejor que pueda sin molestar a nadie.
Fui a visitarlos solamente una vez en todos estos años, no sabía ni yo el motivo, pero necesitaba verlos para decirle en la cara lo que estaba haciendo en mi nueva vida y que, aunque si ellos me habían arruinado una parte, no lograron arruinármela toda, porque en la vida cuando nos caemos tenemos que pararnos de nuevo sin quedarnos en la oscuridad, sino luchar para ver la luz al final del túnel, porque siempre está, en frente de nuestros ojos, lista para abrazarnos