Advertencia de Amor

CAPÍTULO 18: “UNA NOCHE CON ELLA”

~Stefano~ 

La veo que tiene un palo en su mano, ¿piensa golpearme? y su celular ¿que piensa hacer conmigo luego de golpearme? o ¿pensó que era alguien más?, “alguien debe ser que la tiene así de asustada y temblando”, la agarro de su mano la jalo hacia mi  pecho la abrazo con fuerza ella me corresponde aferrándose a mi como un tierno cachorro en busca de un refugio, definitivamente está asustada,  “alguien le ha asustado hasta el punto de salir de su casa con un palo” ¿quien habrá sido el imbécil que le ha hecho pasar un momento horrible?, lo voy a averiguar y se va arrepentir, siento que se libera sus manos de mi espalda se separa de mi con sus ojos cafés de cristal como si quisiera llorar, agarra su celular lo comienza a examinar si no está roto, aclara su garganta. 

–¿A qué has venido Stefano...?.

–¡Me preocupe por ti!, mirarte en ese estado como si corrías de un demonio me asusto… ella me mira como si lo que eh dicho es cierto, pero yo lo dije bromeando “ya que realmente vine porque quería hablar con ella, el por qué me a evadido todo el día”. 

–Es-Estoy bien…., no es necesario que vengas y toques así mi puerta pensé que es un delincuente, un violador o un depravado de menores. 

–¡Kaori! si fuera todo lo que dices no tocaría tu puerta si no buscaría otras formas de ingresar, además tu no vives sola no estás sola estas con tus padres así que no te pasara eso deja de mirar películas raras… 

–¡No te equivocas estoy sola!, mis padres se fueron por una semana, “eso no lo sabía por eso estaba así” no creo…pero tal vez si… 

–¿Puedo quedarme a dormir si quieres aquí?,  Ella hace un gesto raro. 

–¡Estás loco! me río por su grito y sus gestos que hace con sus manos. 

–Bueno… me voy… solo quiero decir… que ese palo no será de mucha ayuda busca algo más grande y duro me volteo en dirección a mi auto jugando con mis llaves en mi mano. 

–¡Quédate! 

–¡Que! no escuche bien. 

–¡Que te puedes quedar por favor!, debo de admitir que eso me deja desubicado. 

–Bueno está bien…. me dirijo a ella abre la puerta me deja pasar, ella dice que le espere aquí cerrando la puerta de mi espalda.  

La veo subir a su cuarto me pregunto ¿porque sigue con el uniforme, se le abra olvidado quitársela mañana hay clases?, bueno la esperó sentado en el sofá que  tiene, ella baja con un pantalón de ovejas de color blanco con negro y con polo manga larga también de ovejas, claro es su pijama que graciosa se ve, quien tiene una pijama así tan tierno que parece de niña pues nada más ni nada menos que ella, veo que un su mano lleva una almohada, una sábana gruesa y su uniforme, los deja en el sofá, agarra su uniforme voy atrás de ella me apoyo en la pared viendo como lo esta lavando en un lavadero de afuera su patio es pequeño muy chiquito, veo que acaba de lavarlo, lo coloca en un cordel con unos ganchos para que no se caiga nunca había visto algo así la verdad es que yo ya veo mi uniforme en mi ropero, ella me mira y sonríe no sé por qué lo hace pero no me importa si ella sonríe yo estoy feliz, entramos a su cocina se pone a preparar chocolate le digo para ayudar “aunque no se que aria” pero ella no quiere así que solo la contempló como hace el chocolate sirve dos vasos los coloca en la mesa pequeña que tiene saca unos panes junto con mermelada y una mantequilla. 

–¡Ya está listo dice contenta!, me acerco a la mesa tomo el vaso de chocolate y comienzo a tomar, ella al contrario agarra un pan lo coloca en un lado mermelada agarra otro pan pero a este le coloca mantequilla los juntas y le da una mordida.

–¿eso no sabe feo? sin querer hago un gesto de disgusto ¿Por qué? ¿quien junta mantequilla con mermelada?.  

–¡Quieres, es muy rico! acerca su pan hacia mi yo la miro al pan, hago un gesto raro, pero le doy una mordida no sabe tan mal de hecho sabe muy bien. 

–¡Vez! a veces las conminaciones de dos cosas totalmente distinta no es horrible más bien todo lo contrario… me lo dice para que después le de una mordida a su pan tomando su chocolate. 

–Hago lo mismo con los panes como ella lo hizo y comienzo a comer luego la miro.

–¡Como nosotros! ella se adora al escuchar lo que dije me acerco a ella, mientras yo sigo comiendo le paso agua, ella lo bebe me lo agradece, me causo risa su reacción acabamos de cenar le ayudo a lavar los servicios es la primera vez que lo hago, nana estaría orgullosa de mi si me viera, apagamos la luz de la cocina nos dirigimos a la sala me entrega lo que anteriormente había traído. 

–¡Dormirás en el sofá!, ya que mi casa no cuenta con cuarto de huéspedes y el cuarto de mis padres está prohibido y ni pienses que dormirás en mi cama así que solo queda el sofá lo señala.  

–Pero podemos dormir los dos en la misma cama….solo dormiremos… 

–N-No T-Tú vas... a dormir en el sofá… buenas noches Stefano. 

–Y mi beso de las buenas noches… le digo riendo. 

–¡Ni lo sueñes!, se va corriendo a su cuarto  escucho la puerta sonar, arreglo la almohada en una esquina del sofá, enserio estoy haciendo esto nunca eh dormido en un sofá, esta chica me hace hacer cosas nuevas cada vez que estamos juntos no importa estoy durmiendo con ella, bueno en el misma casa, aunque me hubiese gustado dormir con ella, pero solo dormir nada más. 




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