~Kaori~
Ya han pasado un mes, no se nada de Isaac y de Stefano, tuve que ponerme al día con las clases ya que se acabarán las clases este semana que viene también es mi cumpleaños, mis 18 años aún no se si fue su padre de Stefano o de Isaac, pero bueno no fue necesario yo alejarme de ellos, por que ellos lo hicieron por mi por otro lado mis padres me cuidan mas que nunca tanto que me recogen de mi trabajó, también César, junto con los chicos me cuidan salimos y reímos como antes pero sin Stefano o Isaac.
–¡Kaori hija! ¡Se de va hacer tarde para ir a clases! Escucho decir a mi madre práctica mente me grita bajo rápido para desayunar eh irme al colegió, me despido de mis padres, me voy a clases, luego de un rato se acaba salgo de clases pero escucho una voz,
–¡Kaori! Volteo a ver y es Isaac, con tal solo escuchar su voz llamándome me saca una sonrisa. no puedo creer que el chico que se ve malo es uno chico tierno y me salgo mas de una vez la vida
~Isaac~
Estuve aprendiendo mucho sobre la empresa estoy haciendo todo lo posible para quedarme con todo, ya que mi padre se metió con lo más importante para mi, todo el mes estuve estudiando y escuchando todo lo que me decía Sebastián sobre la empresa falta una semana para acabar esta etapa de mi vida, pienso estudiar administración de empresas, aunque prácticamente lo estoy haciendo tengo que correr antes que mi padre intente hacer algo sucio, así que decide tomar una decisión por más que me duela alejarme de Kaori claro hasta que arregle todo este caos, pero hoy debo de despedirme y no sólo eso festejar su cumpleaños, espere que todo el día para hablar con ella y llevarla a dos lugares que estoy seguro que le gustarán mucho.
–¡kaori!, ella voltea a escuchar su nombre y me muestra una sonrisa.
–¡hola Isaac! Ne dice con una sonrisa, extrañare esa sonrisa junto con esos ojos que muestran dulzura y alegría. –¡Hola kaori! ¿Quieres venir conmigo a un lugar? ¡No será nada malo!... le digo con una sonrisa.
–¡Si! ¿Pero mi dirás donde? Me dice algo asombrada, –¡no es una sorpresa! ¡Ven sube al auto!, ella me hace caso, comencé a manejar todo el recorrido estuvo en silencio pero era uno tranquilo uno que se sentía paz y tranquilidad, el mejor silencio del mundo…
–¡Llegamos! Le digo estaciono el auto, ella baja y ve el acuario, –¡Oh! ¡Isaac! ¡Es hermoso, nunca vine a un acuario y menos a este que es el más grande! ¡Muchas gracias Isaac! Me dice mientras me abraza yo le correspondo, “no sabes cuando extrañare ese aroma tuyo, ese calor que trámites y tus abrazos”, la abrazo fuerte hasta que me alejo y tomo su mano para llevarla adentro, pero ella me suelta rápido para tocar la estatua del pulpo, parece una niña pequeña tocando cada animales acuático afuera del acuario, claro me jala junto con ella, entramos al lugar, –¡Isaac! ¿Por qué no hay personas? ¿Por qué sólo están los señores de servicio? Me dice algo confundida, extrañada por no ver a nadie.
–¡Por que hoy día solo es para ti!, le digo ella habré sus lindos ojos y su boca también de asombró, –¡Isaac! ¡Gracias…por…esto…! ¡pero…no…es necesario….cerrar todo el acuario para mi sola! Me dice un poco apenada.
–¡Solo por esta vez kaori deja de pensar por los otros y piensa por ti! ¡Por tu felicidad! Le digo con una sonrisa, ella solo me mira.
–¡Esta bien Isaac!, me jala la mano y me confianza a llevar a ver cada animal, también comimos unos dulces, ella no dejaba de pesar ningún animal por ratos colocaba su mano en el vidrio para ver si se acercan algún pesecito a ella, también jugaba con algunas focas con una pelota, fue muy valiente a entrar con especialistas al sector donde había un tiburón, también entro a otro donde me saludaba y ponía su mano al vidrio claro yo también le ponía, solo verla sonreír y reír, era suficiente para mí hasta que salió corriendo hacia mi, me abrazo me agradeció la verdad estuvo agradecimiento cada segundo tanto que ya había perdido la cuenta, las luces se apagaron ella se asusto y por inercia me abrazó “me da tanto gusto que se sienta seguro conmigo” “que se sienta protegida en mis brazos”, me gusta tenerla así cerca a mi sentirla, hasta que le dije que volteé y mira lo que hay atrás, ella me hace caso se queda quieta no lo puede creer lo que ve son medusas, que brillan en el pecera gigante ella se apega mas al vidrio para verlas esta muy fascinada con lo que ve que no se da cuenta que me acerco a ella.
–¿Sabes Kaori?, las ballenas cantan para comunicarse con otras ballenas.. ¡las escuchas Ahora mismo lo hacen! ¡No es mágico que su forma de comunicarse sea a través del canto! Ella cierra sus ojitos y da un pequeño saldo -¡si! ¡acaban de hacerlo! Con una sonrisa.
–¿Sabes Kaori como se comunican las medusas? Ella me mira un poco extrañada -¡no! Me contesta.