Ael, la profecía de un héroe

¿Quién eres?

Punto de vista de Vanko.

¿Qué es esto? ¿Qué es ese monstruo?, Acaso pretenden que yo peleé con esa cosa, debe medir 5 metros de altura, no tengo ningún ataque que pueda lastimar a algo así, debo correr, no tengo otra opción, pero mis piernas están paralizadas. La presencia maligna de esta criatura es la que me está paralizando. El suelo está temblando, me cuesta respirar.

Está haciendo algo, acaso ¿se prepara para atacar?. La criatura forma una esfera blanca de energía muy brillante en su boca y se prepara para descargarla sobre mí. Algunos relámpagos se disparan congelando lo que tocan.

No puedo hacer más que intentar cubrirme con mi escudo. Pero todavía no se cómo encender los poderes mágicos que posee, se requiere mucho poder mágico para poder activarlo.

Pude escuchar a la pequeña elfa Yainna, gritarme. 

–Corre tonto o te matará.–

Cómo si realmente hiciera la diferencia, no importa a donde me mueva, el ataque de está bestia me alcanzará y hará pedazos. El ambiente cambia, todo parece congelarse alrededor de la criatura.

La niña toma una de sus flechas y la lanza directamente a la frente del dragón. La flecha mágica rebotó chistosamente. Hubiera sido lo mismo lanzarle un mondadientes a una montaña. Luego de esa vergonzosa actuación, su cuidadora la toma del brazo intentando alejarla del lugar. Pero ella por alguna razón se resistía.

La presencia de la bestia aumenta y hace que todos los que estaban cerca incluyendo al conjurador caigan de rodillas por la presión.

Me preparo para recibir su ataque de lleno, nada puedo hacer para esquivarlo.

Es muy extraño, ¿Qué está pasando?, ¿Por qué no me ataca?, Solo está ahí quieto como si el tiempo se hubiera detenido en él, ¿esto es magia?. Tampoco mueve sus alas, está flotando en el aire, el temblor se ha detenido. ¿Acaso el conjurador lo detuvo?.

El aire se siente pesado, estoy paralizado, apenas puedo mover los ojos.

Miro a mí alrededor y noto que no es sólo la criatura la que está paralizada, los niños, el conjurador, todos, incluso las plantas y los árboles. ¿Qué está pasando?.

–Tranquilo Vanko, estás a salvo. En este momento me comunico a través de tu mente.–

"¿Eh?, ¿Quién habla?".

La figura de un caballero de armadura dorada apareció junto a mí. Sus ojos eran como los míos y su cabello era rubio y muy largo. Su hombrera izquierda me llamaba mucho la atención, tenía esculpido el cráneo del Dragón Esqueleto. En sus manos posee una espada y un escudo. Esas armas son iguales a las que poseo.

–¿Sabes quién soy muchacho?, ¿Acaso mí buen amigo Cerberus no te hablo de mí?.–

Mis labios están paralizados, pero siento que puedo comunicarme con él a través de los pensamientos.

Casi tartamudeando le digo..

"Sé quién eres. Tú, tú eres Ael, mí padre ¿No es verdad?". 

–Así es, esto que ves aquí, es mí apariencia antes de que me asesinaran.–

"¡¡¿Pero por qué has aparecido ahora?, ¿Porque todos están paralizados?, ¿Porque ha aparecido ese monstruo?"!!.

–Tranquilo, responderé a todas tus preguntas. Seguro mí maestro te explicó sobre el artilugio élfico que use en ti. Para serte sincero, no estaba totalmente seguro de los resultados. Era una tecnología pérdida. Solo los antiguos elfos sabían cómo usarlo, me tomó años descifrar su funcionamiento, pero estaba seguro que serviría. Lamento haber tardado tanto en aparecer, pero tu mente joven, no estaba preparada para tantas emociones. Tuve que ser paciente, no quería perturbarte hasta que estuvieras listo.–

"Pero ¿Por qué apareció esa criatura?".

–Supongo que eso es mí culpa. Verás, el báculo del conjurador elige un oponente distinto para cada persona, basándose en la fuerza o habilidades de cada uno. Seguro detectó mí poder y por eso eligió este oponente. Este Dragón Esqueleto que ves, es una criatura a la que una vez me enfrente. Fue una dura batalla, tal así, que decidí convertir al dragón en mí estandarte, hasta lo mandé a tallar en mí armadura, mí escudo también tiene un dibujo que representa al dragón.–

"¿Qué pasará ahora?, ¿todos quedarán paralizados?".

–No, no están paralizados mí niño, lo que sucede es que estoy acelerando tu mente. Para que lo entiendas mejor, estás pensando tan rápido, que todo lo demás se ve muy lento. Bueno supongo que es muy complicado de entender para alguien de tu edad. No te preocupes si no lo entiendes ahora, muy pronto lo comprenderás todo.–

"¿Qué debo hacer?, ¿como derrotaré al dragón?".

–No te preocupes por eso, yo me encargaré, veo que traes mí escudo y espada, Cerberus se encargó de guardarlas para ti. Con eso bastará para acabar con ese demonio. Pero tendrás que prestarme tu cuerpo por unos momentos. Luego de derrotar al dragón, transferiré todos mis conocimientos a tu mente. Me tomará un tiempo recuperar fuerzas para poder materializarme en tu mente de nuevo.

"Pero espera, aún tengo muchas preguntas para hacerte".

–No necesitas hacerme ninguna pregunta, sabrás todas las respuestas en cuanto acabe con ese dragón y absorbas mis conocimientos. También me aseguraré de dejarte algunos regalos extra.–



#5988 en Fantasía
#1247 en Magia

En el texto hay: fantasia, mundo magico, aventura

Editado: 07.06.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.