Ael, la profecía de un héroe

Anexo 1.4

Punto de vista de Ael.

Acompañado de Mia, he llegado al campamento del Capitán Superior Valerian. Decidí ir directamente a entrevistarme con él, cuando unos soldados que montaban guardia a la entrada del campamento, al verme acercarme, se ponen en firme.

–Paladin Ael, es todo un honor para nosotros que nos acompañe, con usted aquí podremos recuperar la fortificación sin problema.–

Todos se ven muy alegres al verme, puedo escuchar el murmullo de los soldados resonando por todo el campamento. Todos me conocen muy bien, ya que a más de uno le he salvado la vida alguna vez.

"Necesito hablar con él Capitán Superior de inmediato, supongo que lo encontraré en su carpa".

–Así es, está planificando el ataque a la fortificación. Ya realizamos tres ataques fallidos, las defensas de la fortaleza son impenetrables.–

"Supongo que por eso se lo llama fortaleza. Reorganicen la artillería, quiero concentrar todo el poder de ataque en el frente".

–¿Quien te crees que eres para reorganizar mi artillería?, y que hace esta mocosa medio elfa aquí, esto no es un refigio de esclavos.–

"Capitán Superior Valerian, tanto tiempo sin vernos".

–Te hice una pregunta!!.–

El Capitán Superior, un hombre de apariencia imponente, bigotes toscos y mal afeitado. Una cota de malla oscura lo cubre hasta la cabeza y una capa roja con el bordado dorado de una espada con una enredadera de espinas. Su arma principal es un hacha pesada, con un mazo en su reverso.

Ver los ojos del Capitán mirando mí emblema de General es algo que no pienso olvidar, fue casi como el rostro que puso cuando me encontró en la cama con esa mujer con la cual quería ligar hace años.

Su rostro emanaba una rabia indescriptible, llena de odio y tal vez algo de envidia. Definitivamente no quisiera estar en sus pantalones ahora, el cargo que siempre quiso tener, arrebatado por aquel que ya antes le había robado la inocencia a su amiga de la infancia.

–¿Que significa esto?, acaso ¿crees que soy idiota?. Es más que obvio que ese emblema es falso, o lo robaste de algun lado. El cargo de General estaba reservado para mí, no te quieras pasar de listo con migo.–

"El rey supuso que dirías eso, por eso adjunto estos papeles con el sello real que confirman mí ascenso oficial".

El Capitán Valerian tomo los documentos y los leyó detenidamente. Realmente no sabía disimular su furia.

–No creerás que puedes venir a darme ordenes solo porque el rey te dio un cargo superior. No tengo idea de que artimaña usaste para conseguir ese cargo, pero en cuanto hablé con el rey…–

"Podrás ir a llorarle todo lo quieras, luego de haber recuperado esa fortificación que tu perdiste."

–Fue una emboscada, no tenía suficientes soldados.–

" Ve a explicárselo al rey…"(Un silencio incómodo).

–Bien, cuáles son sus órdenes… Ge-ne-ral.–

"Quiero un ataque directo por el frente".

–Eso es lo que pasa cuando le dan títulos a un inepto. El enemigo tiene criaturas que pueden realizar ataques aéreos, una especie de gárgolas que escupen relámpagos. Si acercamos la artillería las harán pedazos antes de que podamos disparar.–

"Interesante, pero no afecta a mí decisión, creo que estás olvidando que ahora tienes a un paladín al frente".

Alce la cara de mí escudo al aire y active mí poder especial.

"¡¡Habilidad especial del Paladín, aumento de defensa mágica!!"

Mí escudo brilla intensamente y un aura color rubí empieza a cubrir a todos los soldados, incluyendo a las máquinas de batalla

Todos los soldados empiezan a sentirse potenciados por mí poder, sus defensas mágicas aumentan exponencialmente. Puedo notar sus rostros llenos de confianza y seguridad, todos alzan sus armas y vítorean mí nombre, incluso Mía se nota sorprendida y alegre al ver cómo los soldados se preparan para luchar.

-

Con las tropas en posición, comenzé el ataque a las enormes puertas de la fortaleza reforzadas con magia. Unas enormes rocas con forma de prisma hexagonal levitaban en el aire como si fueran cañones. Estás impresionantes máquinas de guerra color esmeralda tenían varias líneas a los lados y un espiral en su punta con símbolos mágicos muy poderosos.

Los cañones comenzaron a disparar enormes esferas de poder que al golpear las puertas generaban explosiones que hacían temblar la tierra. Los Orcos salvajes de piel amarronada como la tierra comenzaron a responder al ataque, enviando a sus Gárgolas eléctricas.

–Esas malditas Gargolas, será mejor retroceder la artillería.–

"Mantenga las posiciones Capitán, mí poder mágico protege los cañones".

Las Gargolas intentan atacar los cañones con sus relámpagos pero mí magia imbuida en ellos absorbe sus ataques y los regresa en su contra aturdiendolos.

"¡Ahora, arqueros derribenlos!"

Aturdidos ya no son capaces de volar alto ni esquivar las flechas mágicas. Las Gargolas empiezan a caer y son rematadas en el suelo por los lanceros, sus números caen rápidamente.



#8463 en Fantasía
#1858 en Magia

En el texto hay: fantasia, mundo magico, aventura

Editado: 07.06.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.