Ael, la profecía de un héroe

Sanación.

Capitulo 4.

 

Punto de vista de Anders Hansen. (Padre de Vanko).

Esos malditos cobardes al fin huyeron, no sé si hice bien en dejarlos ir, pero matarlos hubiera sido un problema a futuro. Los mercenarios suelen ser muy vengativos, si matas a uno tienes que matarlos a todos. Más si conocen los lugares a los que frecuentas ir.

Vanko se ha desmayado, su brazo está muy grave, ya está tomando un color violeta y su rostro está pálido, debo llevarlo a casa de inmediato e iniciar un hechizo de curación. Si no me apresuro, el daño podría ser irreversible.

Saque de mí bolsillo una perla de maná, está costosa pieza la uso como mí última opción cuando recibo heridas graves en las incursiones. No quería gastarla al menos de que fuera una situación de vida o muerte, pero es importante empezar con las curaciones de inmediato.

Imbui algo de magia en la perla y la transferí a su brazo, la cual se absorbió de inmediato. Un color azulado empezó a emanar de la herida demostrando que el hechizo hacía efecto de manera efectiva.

Debo enderezar su brazo lo mejor posible, no queremos que sane mal. Tomé una daga común de mi equipo y la fracturé de un pisotón para separarla del mango.

Usando la hoja de metal cómo tabla y unos trapos que desgarre de mí ropa, arme un improvisado entablillado para mantener el brazo recto.

Creo que esto servirá por ahora. Tomé una piedra con rústicos grabados de mí morral, la cargué de magia y la dejé caer al suelo.

Un pentagrama mágico se dibujó frente a mis pies y del mismo brotó algo parecido a un ave de fuego que me llegaba hasta la cintura. Está invocación es sumamente inteligente, sabe perfectamente como llegar a casa. Ni siquiera la peor tempestad podría desorientarla de su destino.

Escribí un mensaje en un papel y lo até a su pata. En el mensaje dejaba instrucciones para que mí esposa prepare los ungüentos de sanación. Si bien ella no tiene mucho poder mágico, su habilidad para preparar pociones es envidiable.

"Rápido, ve a casa y llévale este mensaje a Eyra".

El ave desplegó sus alas rojizas cómo el fuego, su aleteo levantaba una gran nube de polvo demostrando su gran fuerza. El conjurador que me vendió está piedra no mentía cuando me dijo que está imitación de fénix no tenía nada que envidiarle a uno original. Lo mejor es que la piedra es reutilizable, solo debo volver a imbuir magia en ella cuando deseo usarla.

Tomé una soga y amarré a Vanko a mí espalda para poder correr más rápido. Con algo de magia en mis piernas, corrí a toda velocidad sin detenerme. El camino es muy largo, me tomará al menos una hora llegar.

-

Llegando a casa veo al fénix volando sobre el techo de la casa. Apenas me vio comenzó a gritar dando aviso de mí llegada. Mí esposa Eyra corre rápidamente hacia nosotros, se apresura desatando a Vanko y revisando su brazo.

–¿Pero qué fue lo que le pasó?, ¿Acaso fue tan dura la prueba?, Me prometiste que no era nada peligroso, que él estaría bien.–

"Esto no fue por la prueba, nos asaltaron de camino a casa"

–¿Cómo que los asaltaron?, ¿Qué pasó?.–

"Guardemos las preguntas para después, preparaste todo.”

–Por supuesto, con un esposo que vuelve lastimado todas las semanas, tengo una reserva de pociones y ungüentos para todo un año.–

"No es para tanto, solo son algunos moretones de vez en cuando".

–El brazo está roto en más de un pedazo, será difícil curarlo.–

"No te preocupes, use una perla de maná para mantenerlo estable. Sabes lo poderosas que son, podría mantenerlo con vida aunque su cuerpo estuviera partido por la mitad"

Tomó un frasco pequeño con un líquido amarillento de su biblioteca de pociones y vertió el contenido en su boca. Luego quitó los vendajes improvisados y colocó un ungüento que olía a mil demonios.

–Bien, ahora solo hay que realinear los huesos o no sanará. Llame a mí hermana, sus hechizos de curación serán más útiles, ya debe estar por llegar.–

"Tu hermana Dahlia!!, Solo espero que no venga con su esposo, no lo soporto".

–¡Va! Solo te enojaste con él por qué te gano mucho dinero en los dados.–

"Esos dados estaban encantados, estoy seguro".

–Siempre dices lo mismo cuando estás perdiendo. Igual no te preocupes, estoy segura que él no vendrá.–

–¿Todavía sigue lloriqueando por esa tonta partida de dados?–.

–Dahlia, por fin llegaste!!, Te estábamos esperando.–

–Por los dioses, ese brazo se ve muy mal, hiciste bien en llamarme, comenzaré de inmediato con las curaciones.–

Dahlia colocó a Vanko sobre la mesa, apuntó ambas manos a su brazo y comenzó a recitar un complejo hechizo. En su frente brillaba un pentagrama de color blanco, típico de los magos con habilidades sanadoras.

Sus largos cabellos rizados comenzaron a alborotarse en el aire y una luz alrededor de ella la hacía parecer un ente angelical.

El desgaste de magia que le genera es inmenso y apenas puede sostenerlo. Los hechizos de sanación son muy complicados, requieren de mucha concentración y poder mágico.



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En el texto hay: fantasia, mundo magico, aventura

Editado: 07.06.2023

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