Punto de vista de Vanko.
Este cuarto de entrenamiento está lleno de todo tipo de armas que mí padre fue rescatado de las incursiones en las mazmorras. Algunas de ellas muy apreciadas por mí padre, ya que con ellas habría matado a varias criaturas poderosas.
Algunas de estás armas son peculiarmente más grandes de lo que deberían ser. Parecen no estar hechas para la mano de un humano. Más bien parecen hechas para alguna criatura de gran tamaño.
Un arco sin cuerda, parece que para usarlo hay que usar una especie de magia en él. Mí padre algunas vez lo mencionó, dijo que pertenecía a una poderosa elfa de la noche. La última de su especie, ya no queda nadie que pueda manufacturar un arma así.
En un estante, hay una colección de frascos que tienen partes de criaturas embebidas en formol. Uno de ellos de gran tamaño tiene una pata con unas poderosas garras en el. Otro tiene una pequeña cabeza apenas más grande que mí puño, sus colmillos sobresalientes son aterradores.
En el suelo del cuarto de entrenamiento hay dibujados en un círculo unos complejos símbolos mágicos, los cuales ayudan a despertar las diferentes habilidades mágicas.
Cuatro de estos símbolos representan los elementos, agua, fuego, tierra, y aire. Si bien cualquier mago puede dominar los cuatro elementos, muchos prefieren concentrarse solo en aquel que se sienten más cómodos y aprender solo lo básico de los demás.
Mí maestro me recomendó el fuego, ya que mí verdadero padre Ael, también se especializaba en él. A pesar de la recomendación, el elemento del agua siempre me resultó más cómodo, por lo que incline mis estudios a este.
Hurgando un poco en los conocimientos que heredé, puedo notar que mí padre era un verdadero superdotado. No solo se especializó en el fuego, también hizo un gran esfuerzo por dominar la totalidad de los elementos. Aunque siempre mantenía oculto sus verdaderos poderes, él no quería que supieran lo poderosos que realmente era.
A pesar de tener estos conocimientos, no soy capaz de explotar su potencial. Mí mente tan joven aún no asimila todo esto y ni hablar que el cuerpo de un niño de diez años no se compara con el físico altamente entrenado de un Paladín.
Aún no tengo el poder suficiente para usar la magia elemental, por ese motivo es que vengo a este lugar. Al sentarme en el símbolo del elemento agua, puedo abrir mi puerta de este elemento y así usarlo por algunos minutos. Solo cuando sea lo suficientemente fuerte, podré mantener la puerta abierta de forma permanente.
Pondré a prueba algunos de mis nuevos poderes. Hasta ahora solo podía manipular agua de un pequeño recipiente, moverla por el aire y darle algunas formas, nada de otro mundo. Lo que pienso hacer ahora es intentar la creación de agua a partir del maná. Si logro esto podré crear agua en cualquier lugar, una habilidad que puede resultar muy útil.
Levanté mí mano sana a la altura de mí pecho, coloque las puntas de mí dedo pulgar y mayor juntos para así canalizar maná en mí centro.
El maná es una especie de fuerza que puede tomar cualquier forma o propiedad, todo ser que tenga un alma es capaz de manipularla, pero requiere años de entrenamiento para poder darle forma a tu voluntad. Usarla para mover elementos como el agua es una ardua labor, pero transformarlo en un elemento físico es aún más difícil.
Debo atraer el maná hacia un único lugar y comprimirlo hasta que se convierta en un determinado elemento…
"Tranquilo, solo hay que mantener el ritmo y no apresurarme demasiado, si lo hago mal podría convertirse en un gran torrente de agua y terminar inundado todo el lugar".
Parece que lo estoy logrando, puedo ver unas gotas de agua aparecer frente a mis ojos. La parte complicada es sostenerla en el aire al mismo tiempo que la estoy creando.
"Vamos, sé que puedo hacerlo mejor, según los conocimientos de Ael, si hago girar el maná en forma de espiral la absorción será más rápida y prolija, voy a intentarlo".
Al usar esta técnica puedo notar como la bola de agua se hace cada vez más grande, bastante más grande…
"¡Increíble¡, está bola de agua es gigantesca"
Con esta técnica no solo puedo crear agua a gran velocidad, también es mucho más sencillo controlarla y convertir su forma a mí voluntad. Puedo hacer girar el agua a mí alrededor como un torbellino.
"Wou, su poder es impresionante. solo tengo una duda ¿Cómo hago para que el agua deje de salir? Y ¿Qué hago con el agua que ya cree?".
–Pero ¿qué está pasando aquí?.–
"¡Papá!, yo…"
Esa distracción bastó para que perdiera el control del tornado y expulsará todo el líquido vital hacia todas direcciones, inundando todo el lugar y alborotando todos los preciados objetos que mí padre coleccionaba en el lugar. Muchos de ellos salieron expulsados por las ventanas y otros por la puerta junto con él.
"Papá, ¿Estás bien?".
–¡Ho, no. Mis tesoros!.–
Mí madre aparece por detrás algo sorprendida.
–Veo que por fin han decidido limpiar toda esa basura.–