La Masacre.

Punto de vista de Golner. (Capitán Orco).

El Golem de dos Orcos de alto avanza a paso lento a una pared de madera con una enorme puerta en su centro. La construcción es muy rústica pero resistente, con dos monolitos de piedra con punta afilada marcando la entrada. Estás rocas de obsidiana, tienen grabados mágicos que solo las criaturas de las profundidades conocen, seguro es alguna especie de maldición.

"Gran Golem, ábrenos el camino".

La zona alrededor de la entrada es más pantanosa de lo que esperábamos, esto retrasa el paso y nos dejará expuestos demasiado tiempo. El enemigo ya se percató de nuestra presencia y han abierto troneras en los laterales de la puerta.

"Escudos al frente, resistan hasta que la puerta haya caído".

Esferas de fuego azul salen como proyectiles de las ranuras y dan de lleno contra mí pequeño ejército de no más de veinte guerreros. Las flamas azules pueden atravesar nuestra gruesa piel y los escudos de madera aunque están mejorados con magia, no resistirán mucho.

Nuestro Golem está en posición, con su gran hacha da el primer golpe con una fuerza que haría temblar la tierra, pero la puerta no se hace una solo rasguño.

"Malditos, está protegida con magia. Gran Hechicero Gakuz, bendícenos con tu arte".

El anciano tomó su bastón de madera de laurel, adornado con algunos anillos de hierro en su parte superior, lo alzó horizontal al aire y recitó un conjuro. De sus ojos emanaba un color verde fluorescente. 

Un proyectil de fuego atraviesa a Gakuz de lado a lado al mismo tiempo que realiza el hechizo. Una serie de relámpagos cayeron del cielo directo al hacha de batalla del Golem, aumentando significativamente su daño mágico. Gakuz cae de rodillas, apenas sosteniéndose con su bastón, la sangre verde cae lentamente de su herida ardiente, su muerte será inminente.

"No desperdiciaremos tu sacrificio Gakus, ¡Avancen!".

–Ve con gloria joven guerrero y que los espíritus guíen tu camino–.

Con solo dos golpes el hacha fortalecida estalla la defensa mágica y hace volar la entrada, junto con las criaturas que atacaron desde las troneras. 

Cientos de masticadores de cadáveres salen y empiezan a roer los huesos del Golem. Estás criaturas ciegas que apenas me llegan a la cintura, poseen mandíbulas poderosas capaz de romper hasta los huesos. Sus patas delanteras parecen tener manos que le dan una gran capacidad para trepar o escarbar y sus patas traseras son más largas permitiéndole moverse y saltar a gran velocidad.

–Miren como pisotea a esas cosas, son como cucarachas, aún así no creo que el Golem dure mucho, ya tiene a varios masticando sus huesos.

"Haganse a un lado, cuando muera habrá una gran explosión".

Las criaturas de las mazmorras siempre son muy numerosas, esta criatura gigante fue diseñada especialmente para acabar con muchos oponentes a la vez. Una vez que es derrotada, libera una llamarada que quema a todo lo que no tenga piel de Orco.

"El Golem caerá muy pronto, mantengan la distancia y prepárense para el ingreso".

–¿Qué hay de la maldición?.–

"Derrotado el maestro, la maldición desaparecerá".

–Eso significa que una vez que crucemos la entrada, no importa lo que esté del otro lado, habrá que derrotarlo a como dé lugar.–

"¡Cubranse!".

El Golem se envuelve en llamas y explota bañando el terreno de fuego, los masticadores arden como hormigas en las brasas.

"Suelten los escudos y metanse en ese hoyo. Maten todo lo que se mueva, respire, o emita sonido alguno".

Al cruzar los monolitos una marca maldita aparece grabada en nuestras espaldas, para ingresar es imposible hacerlo sin recibir está pena.

–No entiendo porque mejor no destruimos esas cosas antes de entrar, nos habríamos evitado muchos problemas.–

"Si fuera tan fácil destruirlas, no sé molestarían en ponerlas".

La catacumba es profunda, aún queda algún que otro masticador que se abalanza a morir contra mí hacha. Los esqueletos Élficos y los alacranes adornan todas las paredes del lugar.

"Me preguntó ¿Qué clase de brujería están haciendo en este lugar?"

Los túneles se dirigen a una cámara de gran tamaño, puedo notar una reunión de varias siluetas con túnicas alrededor de lo que parecería ser una especie de sarcófago de gran importancia. 

–Están haciendo un ritual demoníaco o algo parecido.–

"Se lo preguntaremos después de cortarles la cabeza. No puede ser, son Nigromantes".

–Así que un grupo de estúpidos Orcos son los que estaban haciendo tanto ruido, acaso creen que pueden venir aquí e interrumpir nuestro ritual.– 

'Si hay Nigromantes aquí, eso significa que el maestro de esta cueva es… Cómo pude equivocarme tanto, estos demonios poseen magia realmente poderosa.

Matenlos rápido, antes de que aparezca…"

Un charco burbujeante de alquitrán se forma en el suelo del cual emerge una Nigromante de nivel maestro armado con un báculo hecho de huesos.