Ael, la profecía de un héroe

Nuevos reclutas.

Punto de vista del Rey enano Durtor De las montañas de Thaldur.

Mí hermano Malvul nuevamente está haciendo de las suyas, mis espías lo vieron reunido con un grupo de Nigromantes, entre ellos uno de nivel maestro. Parece que están asaltando los cementerios de los elfos antiguos, esto no puede ser nada bueno, la magia de las criaturas del otro mundo es aterradora, dicen que incluso puede levantar a los muertos y volverlos sus esclavos.

Mí hermano no se conformó con levantar una rebelión en mí contra, ahora también negocia con nuestros enemigos. Maldito traidor, acaso ha olvidado quienes fueron los que quemaron nuestros hogares y expulsaron a nuestra gente de sus tierras.

Nos hemos llevado la peor parte de esta guerra, nuestras ciudades subterráneas totalmente destruidas, ahora no son más que nidos para esas criaturas. No importa cuánto lo intentemos, hemos mandado miles de incursiones en las profundidades, pero es imposible, jamás pasamos más del tercer o cuarto nivel. 

El enemigo es poderoso y sus números parecen ilimitados, podemos limpiar algunos túneles y al poco tiempo esas criaturas reaparecen cómo si nada. Por suerte se han quedado ahí abajo, como si la luz del sol les molestará, parece que no tienen intención de gobernar la superficie como lo intentaron en un principio, al menos por ahora.

–Mi señor, las tropas regresaron. La incursión con los humanos fue todo un éxito. Hemos podido sellar un sector de la mazmorra para crear un cuartel dentro de la misma.–

Las trenzas de mis barbas no sé inmutaron por la noticia. Sentado en mí trono, haciendo sonar las uñas contra mí barbilla le respondo al soldado de armadura oscura y pesada.

"¿Cuál fue el costo?".

El soldado se quita el yelmo develando un rostro maltrecho lleno de profundas porosidades típico de alguien que ha estado en batalla tantos años.

–Perdimos al menos veinte enanos allí.–

"Entonces, no hubo bajas en las tropas del rey Caspian".

El soldado se rasca su cabello colorado atestado de piojos y costras.

–He, no señor.–

Cerrando mí puño y poniéndome firme le pregunto.

"Dime ¿Por qué?".

–Nos ayudarían a limpiar las mazmorras si los enanos avanzan al frente, ese era el trato.–

Una sirvienta con un escote muy pronunciado, me trae cerveza en un porrón de madera con una asa de hierro forjado. Me tomo un momento para observarla caminar hacia la salida.

"Y también se quedan con todos los botines que encuentran".

–Sin el apoyo de sus magos es imposible avanzar. Nuestros hombres son fuertes y valientes, pero solo con eso no se ganan batallas. Nuestra magia no es tan poderosa contra las aberraciones de las profundidades.–

"Por eso mismo he mandado una camada de enanos a formarse en el arte de la magia, ya empezamos a ver a niños capaces de hacer magia incluso más poderosa que cualquier hombre. Muy pronto tendremos nuestras propias tropas de élite y no dependeremos de las costosas tropas del rey Caspian."

–Quién lo diría, todo este tiempo nos dedicamos a aprender magia para confeccionar armas que vendemos a otros reinos. Armas las cuales son usadas para someternos cómo esclavos mugrosos.–

"No tuvimos opción, tuvimos que tragarnos nuestro orgullo para sobrevivir".

Si fuera por mí hermano ya habríamos disuelto la alianza y marchado contra el rey en una batalla desigual. Nos hubieran aplastado como insectos.

-

Un enano de vestimenta elegante y barba bien peinada se acerca al trono.

–Mi señor, lo esperan en la arena para dar inicio a los juegos.–

"Ha, por fin un poco de diversión".

–Por aquí mí señor.–

"Apresura los pies, estoy impaciente por ver los poderes de esos jóvenes".

-

Al unísono, un grupo de jóvenes soldados vitorean mí nombre con sus armas alzadas sobre sus cabezas. Estos nuevos guerreros fueron entrenados a niveles extremos para convertirse en soldados de élite. Aquí están para demostrar si sus años de entrenamiento en el arte de la magia ha válido la pena.

–Mi señor, soy la comandante Arla líder de las tropas de élite de su majestad.–

Una joven bastante alta para ser una enana, vestida con una túnica ligera color negro con detalles dorados, resaltaba de los demas por su belleza. Fuertes brazos marcados, la parte baja de su cabeza rapada y rastras en la parte superior, su estilo era realmente único.

"Una mujer como comandante de las tropas de élite, esto me resulta muy interesante".

–Cuando de magia se trata, soy la mejor.–

"No espero menos de ti".

Los jóvenes soldados se colocan en círculo en el centro de la arena, el pueblo entero los aclama desde las gradas.

Uno de ellos empiezan a chispear pequeños rayos en sus ojos. Del cielo se abren las nubes y un poderoso relámpago cae sobre él, su cuerpo estaba completamente cargado de poder el cual lo elevaban en el aire como si estuviera levitando.



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En el texto hay: fantasia, mundo magico, aventura

Editado: 07.06.2023

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