Legitimo heredero.

Capitulo 8.

Punto de vista de Vanko.

Doscientos cincuenta y uno, doscientos cincuenta y dos, doscientos cincuenta y tres.

Fiu, el sol está infernal, y luego de terminar de cortar toda la pila de troncos aún debo alimentar a los animales, reparar la cerca y…

"¡Por los dioses!

¿Es necesario que me vea con esa mirada tan siniestra?"

No se ha conformado con las interminables tareas que me dio, tal vez esté pensando en asesinarme cuando me duerma

Está moviendo sus labios, ¿qué estará diciendo?

(Voz inaudible)

–Tal vez lo haga.–

(Cara de espanto y sorpresa)

Acaso, puede leerme la mente. No, seguro solo es mí imaginación.

(Pánico)

Está pasando dos dedos por su garganta en una clara amenaza de muerte.

–Ho, no me digas que tu padre aún sigue enojado por esa tontería. Para serte sincera, es un completo alivio. Se la pasaba horas encerrado en ese lugar admirando esa montaña de basura.–

"Va a asesinarme".

–No seas tan exagerado, ya se le va a pasar. Toma, te traje una limonada. ¿Por cierto, por qué no usas tu magia para cortar la leña?.–

Metí mis manos en un balde de agua que tenía a mí lado, moje mí cabello y lo peine hacia atrás. 

"Mí maestro Cerberus amaba esa colección, así que me prohibió usar magia durante mí castigo, hasta me coloco un inhibidor para que no haga trampa ".

Tomé el vaso de vidrio con la limonada y al contacto con mis manos la misma se enfrió hasta casi congelarse.

–No dijiste que no podías usar magia.–

(Guiño ojo)

"Hace poco aprendí a superar las técnicas de inhibición de mí maestro. Pero preferí no contarle. Tu sabes, por conveniencia".

–Pudiste cortar los troncos con magia, y aún así no lo hiciste.–

"Si hago trampa en mí entrenamiento, entonces no sería entrenamiento".

–Por los dioses hijo ¿cuando te volviste tan maduro?.–

Mí padre aún sigue acomodando sus cosas, secando otras, jamás lo había visto así, se comporta como un niño. Creo que nunca me perdonará por haber destruido sus cosas. En cambio mí madre hasta parece estar feliz, hasta creería que hace rato quería deshacerse de esas cosas.

–¡Anders Hansen!, deja ya esas cosas y ven aquí a ayudar a tu hijo con los quehaceres de la casa.–

"¡No! espera, no lo llames.

Lo menos que quiero es tenerlo a mí lado con un hacha en la mano. Tal vez use mí cuello para probar su filo".

–¡Esa sería una buena idea!.–

"He, ¿de donde saliste? Y ¿Por qué esa mirada?".

–Ya basta, deja de molestarlo. Además ya te pidió disculpas.–

–Solo lo defiendes porque siempre odiaste mis cosas, hasta le trajiste una limonada.–

–No lloriquees, también hice para ti, aunque no te la mereces.–

Debería ver en los recuerdos de Ael, a ver si encuentro un hechizo para hacerme desaparecer de esta situación. 

¡Espera!, en serio tengo uno y recién me estoy enterando. Es otra habilidad especial del escudo, debí traerlo conmigo. 

¡Espera!, ¿enserio puedo hacer eso?.

–Y tú ¿qué tanto estás pensando mocoso?.–

"He, nada, nada. Solo recordé que mí maestro me encomendó estudiar un tema".

Mí padre me toma por el cuello y me estruja el pelo con su puño.

–Sabes, eres horrible mintiendo. No vas a escaparte de las tareas de la granja.–

"¡No, espera!"

–Ya, dejen de pelear–

-(Horas después).

"Por fin he terminado con todas las tareas, pensé que nunca acabarían, debería haber una ley para que los niños no tengan que trabajar. Pero no creo que eso ocurra jamás."

Entro a mí habitación y me relajo en la cama, el escudo y la espada envainada en una funda de cuero están apoyadas contra la pared.

Ahora lo recuerdo, antes de que mí padre interrumpiera mis pensamientos, me llegó un recuerdo de Ael.

Una habilidad que nunca imaginé. Siempre creí que para poder usar las habilidades especiales del escudo y la espada, era necesario sostenerlas en mis manos. Pero parece que hay una manera de usar parcialmente sus habilidades cuando no llevo mis armas encima.

"Legítimo heredero".

Debo realizar un hechizo para que el escudo y la espada sean realmente mías, siendo el hijo de sangre de su antiguo dueño, puedo reclamar estás armas a mí nombre. Al hacerlo quedaré, en cierta forma, vinculado a ellos.

Pero Ael no me ha dado información de cómo hacerlo, tal vez en el libro que me dio Cerberus encuentre algo.

Saqué el libro de la repisa y comencé a leerlo.