Ael, la profecía de un héroe

Un mal augurio.

Punto de vista de Vanko.

Está horrenda criatura dispara un grito ensordecedor. Sus zarpas, excesivamente afiladas, apuntan a mí rostro amenazando con rebanarme en varias partes. Con mí defensa abierta, inminente a recibir el golpe letal, en un movimiento por reflejo, lanzo un impulso de viento al suelo para hacerme rodar y esquivar el ataque.

Sus zarpas se entierran a mí lado cortándome algunos cabellos. Sin dejárne más opción, preparo para sacrificar mí maná para acabar con la criatura se un solo golpe. Con un rolido hacia atrás, salgo de su alcance y cargo en mis manos todo mí poder de fuego para incinerar a la criatura. Se que solo tengo una oportunidad, si no logro derrotarlo con este ataque, habré agotado todo mí maná en vano.

Las zarpas de la criatura arden en rojo sangre preparando una técnica letal, no sé que clase de magia utiliza, pero empiezo a dudar si mí poder será suficiente para derrotarlo.

De repente un flash de luz rojo y amarillo se cruza entre la criatura y yo, la silueta de una persona de espalda, se manifiesta ante mí. Con su cuerpo completamente cubierto de llamas tan rojas como el acero ardiente, extiende su falcata izquierda para detener en el aire las garras de la criatura sin problema.

El fuego se hace más intenso extendiéndose a la hoja de su espada, haciendo que la criatura sufra daño de incineración. Los huesos se queman y se rompen haciendo que su brazo calcinado caiga al suelo desprendiendo un olor nauseabundo. Con la falcata derecha, carga aún más poder y arremete contra el cráneo de la criatura, partiendo literalmente a la mitad su horrendo cráneo.

El líder Ko-en-li, logra derrotarlo sin ningún problema, su habilidad para manipular el poder elemental del fuego es impresionante. Los muertos caminantes empiezan a gritar agarrándose la cabeza y abriendo sus mandíbulas más allá de lo que una persona normal podría. Sus cuerpos se convierten poco a poco en un líquido negro similar al alquitrán que se deshace y se pierde en el suelo rocoso de la cueva.

Dada la situación vergonzosa que acabo de sufrir, solo queda una cosa por hacer, alardear. Coloco mis manos en la nuca con los codos extendidos.

"Ya casi lo tenía, solo estaba evaluando su fuerza".

–Deja de bromear muchacho, casi acaba contigo. No debiste arriesgarte de esa manera–

Albion se acerca con su rostro muy serio.

–Muchacho, ¿Acaso usaste "visión verdadera"?–

"Si, supongo que así se llama está técnica".

Todos se quedan mirándome cómo si hubiera dicho algo que los sorprendiera mucho.

"¿Por qué me miran así? ¿Acaso ustedes no tienen un emblema de estos?".

Sheila se acerca con rostro de extrañeza.

–No sabía que tenías ese emblema, ¿Dónde fue que lo conseguiste?–

"Me lo dio la anciana Noa cuando finalice la prueba para convertirse en aventurero, creí que se lo daban a todos los aventureros".

–Vanko, creo que no tienes idea de lo que tienes. Ese emblema es realmente único, muchos matarían por algo así.–

"¿En serio? No creí que fuera algo especial".

–No puedo creer que la anciana te haya entregado un emblema tan valioso.–

Solo puedo deducir en mí mente que la anciana Noa sabía quién soy, o tal vez uso el poder de visión verdadera en mi, ¿Será posible que pudiera ver a Ael dentro de mí?. Tal vez deba preguntárselo cuando regrese.

–¿Acaso se habrá equivocado?. Es lo más probable, nadie entregaría un emblema de nivel S, así como así y menos a un niño.–

(Con voz de engreído)

"O tal vez vio mucho potencial en mí y por eso decidió regalármelo".

Uno, dos, tres, cuatro chichones emergen de mí cabeza al terminar mí alardeo.

"¡Sheila, deja de golpearme!".

–Entonces deja de comportarte como un tonto.–

-

El lider guarda sus Falcatas y mete las manos en los restos de la criatura para extraer un cristal de maná de su cráneo.

–Gastamos demasiado poder aquí, solo por un cristal de maná de calidad regular. Ese maldito invocador de cadáveres nos tendió una buena trampa.–

Sheila se abre paso y con un cuchillo recolecta algunos colmillos, cuernos y garras de la criatura y los guarda en un morral.

"¿Para que recolectas los restos de la criatura?"

–Las cartas mágicas no fueron un regalo, si quiero conservarlas necesitare de algunos ingredientes para el dueño de la tienda.–

"Sheila, estos cadáveres a los que nos enfrentamos, ¿acaso eran aventureros que murieron aquí?".

–Asi es, cuando mueres aquí abajo, te conviertes en esclavo de esas criaturas.–

"¿Acaso no hay manera de liberar sus almas de aquí abajo?".

–Supongo que acabando con los líderes de la mazmorra, pero nadie ha logrado jamás semejante hazaña.–

"Supongo que los líderes deben ser muy poderosos".

–Por supuesto, pero es casi imposible cruzarse con uno en los primeros pisos. Así que no hay de qué preocuparse.–



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En el texto hay: fantasia, mundo magico, aventura

Editado: 07.06.2023

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