Gusanos del infierno.

Punto de vista de Vanko.

Luego de eliminar al Rakaj voy corriendo a ver cómo está Sheila, la herida que le provocó se veía muy grave. Se requiere de un mago poderoso para poder curar heridas de esa envergadura.

"Persia, dime que puedes curarla".

–Haré lo que pueda muchacho, pero no es fácil. La herida parece haber dañado sus órganos, no tengo tanta experiencia como para hacer una curación tan compleja.–

Con un pequeño frasco, recolectó algo de la sangre de una de las patas que corte del Rakaj. De entre sus ropas extrae otro frasco, este contiene un extraño polvo color gris claro.

Se acerca a Sheila y comienza con las curaciones. Primero limpia su herida con un paño e inmediatamente vuelca el polvo gris en la herida seguido de un buen chorro de la sangre de la criatura.

–Las cenizas de un condenado mezclados con la sangre de tu agresor serán un buen remedio para esta herida tan grave.–

"¿Eso la sanará?".

–No, esto solo alivia el dolor y detiene el sangrado. No creo poder salvarla.–

"¿De qué hablas?, Cualquier mago con poderes curativos podría salvarla".

Yrila se acerca por detrás sujetando mí hombro.

–Se requiere mucho poder mágico para curar una herida tan grave. Recuerda que aquí nuestro poder es limitado.–

"Usemos una piedra se maná entonces, seguro el Rakaj tiene una enorme y de buena calidad".

–No es tan sencillo muchacho, tendré que usar todo mí poder solo para mantenerla respirando. Además, reconstruir órganos dañados es totalmente diferente, se requiere de una habilidad que yo no poseo.–

Shaina mete la mano en su bolsillo y extrae un pequeño cristal rosáceo, los ojos de Persia se iluminaron al ver la gema.

–Es un cristal de maná purificado, esto es tan costoso como poderoso. Si uso está gema para amplificar mis poderes tal vez pueda sanarte.–

Persia presiona con fuerza la gema en su mano izquierda para absorber su poder y con la mano derecha toca la herida de Shaina. Una luz encandilante sale tanto de la gema como de la herida.

Albion mira a la abertura que se formó en las rocas y mira al líder con seriedad.

–Líder, esto llevará mucho tiempo, debemos seguir avanzando.–

–Lo sé, pero no quiero dejar atrás a Persia, si las llegarán a atacar no tendrán la fuerza para defenderse, ¿porque no te quedas con ellas?–

–Creo que Astrix estaría más encantado de cuidar a la elfa.–

–De qué hablas anciano, he venido aquí por algo de acción, no para cuidar a una niña descuidada.–

–No finjas que no te gusta, ya todos notamos cómo la miras.–

El líder corta inmediatamente la conversación.

–Es suficiente. Albion, necesito tu experiencia en el frente. Astrix, tú te quedas a cuidar a Persia y a tu damisela. La esclava puede quedarse a ayudarlos, los demás continuaremos.–

"Pero, yo quiero quedarme con ella".

–No le servirás de nada aquí, además con el poder que tienes me servirás más despejando el camino.

En cuanto se recuperen, vengan al segundo nivel, los esperaremos antes de ingresar a la cueva oculta. Nos tomaremos algo de tiempo para organizar la limpieza de la zona, no quiero salir de aquí como la última vez.–

"Toma, dale este ungüento en cuanto se recupere, lo hizo mí madre para mí, pero estoy seguro que a ella le servirá más, es ideal para borrar cicatrices".

Como escudero, debo cargar las provisiones que cargaba el esclavo que murió. Por suerte ya hemos agotado una parte de las provisiones y la mochila no será tan pesada.

Me acerque al Rakaj y extraje su cristal de maná, como lo esperaba, es un cristal de buen tamaño. Seguramente se puede vender a un alto precio.

-

Luego de media hora nos encontramos con un camino descendiente, seguramente es la ruta al segundo nivel. El aire se siente más pesado a medida que bajamos, comenzamos a trotar para aprovechar mejor el camino en bajada. A medida que avanzamos Ko-en-li va dejando rastros en cada bifurcación de caminos para que Persia nos pueda seguir.

Albion nos detiene con un gesto de su mano.

–Líder, espere un momento. Algo anda mal, escuche ese ruido.–

–Parece agua corriendo por las paredes.–

–No había ningún río subterráneo la última vez que vinimos.–

–Agg, detectaron nuestra presencia. Alejense de las fisuras de las paredes si no quieren quedarse sin piel.–

El ruido hídrico se hace sonar con más fuerza y de un hoyo a dos pasos frente a nosotros se libera una poderosa presión de vapor.

"¿Vapor?, Cómo puede haber vapor aquí abajo".

–Es una trampa, seguramente la pusieron aquí porque descubrimos la cámara secreta y no quieren que nos acerquemos.–

"Más adelante, toda la pared está llena de esos hoyos. Incluso hay en el suelo y techo"

Por cada uno de los agujeros sale al azar un chorro de vapor a alta presión.