Ael, la profecía de un héroe

Una bestia sale a la luz.

Punto de vista de Yrila.

Miró con atención los hoyos que hay en toda la cueva, buscando un camino que nos permita avanzar sin que el vapor nos queme vivos. Entre quince y veinte segundos es lo que tarda en salir vapor por el mismo hoyo. Los que se encuentran en la pared derecha salen con más frecuencia que los de la pared izquierda.

"Creo que ya encontré un camino seguro. Hay sectores en donde el vapor nunca llega, podemos usarlos como descansos. Vanko, ven a mí lado, intentaremos pasar lo más rápido posible. Solo espera mí orden para avanzar y mantén tu escudo protegiendo tu lado derecho".

–De acuerdo.–

"¡Avancemos ahora!

Rápido, debemos llegar hasta esas rocas.

¡Alto!, Ahora avanza".

Algunos escapes de vapor nos pasaron bastante cerca. Aunque no nos haya tocado, el calor que libera se siente muy intenso.

"Bien, hemos llegado sin problema. Nuestro siguiente objetivo está en aquella pared, la que no tiene hoyos. Ahí estaremos seguros. ¿Estás listo?".

–Si.–

"Bien, a mí orden".

Calculo los escapes de vapor e imagino un camino a seguir.

"¡Ahora!"

Corremos rápidamente a la zona segura y nos apoyamos contra la pared lo más lejos posible del vapor.

Ko-en-li y los demás avanzan a las zonas seguras de igual manera. Los dos esclavos también avanzan en pareja usando un gran escudo para protegerse.

"Hay que seguir avanzando, ya no falta mucho".

Continuamos avanzando lo más rápido posible evitando los escapes de vapor. El último trayecto se nos ha complicado, no parece haber una zona segura dónde pararse.

"Vanko, ¿ves alguna zona segura?".

–No veo ningún lugar en donde no haya Hoyos por donde salga vapor.–

"Tendremos que correr desde aquí y rogar que no nos alcance ningún… espera, ¿Que es ese ruido?"

–Es como un chirrido.–

"No, es lo que me temía. Si nos atacan en este lugar será un problema, hay que salir de aquí cuánto antes".

La cueva empieza a temblar como si una gran bestia estuviera caminando bajo nuestros pies. El vapor aumenta su presión, ahora sale con más intensidad y con escapes más prolongados. Una nube de vapor empieza a formarse reduciendo la visibilidad.

El suelo empieza a agrietarse bajo nuestros pies haciéndonos perder el equilibrio.

"¡Salta!"

El suelo donde estábamos parados, revienta en un géiser de agua hirviendo. Una columna amarilla llena de patas se eleva rápidamente hasta el techo de la cueva. Está especie de milpies gigante camina por el techo y se abalanza hacia nosotros con su boca abierta hasta el tope.

Sujeto a Vanko y lo empujó hasta sacarlo de la zona de riesgo.

"Quédate allí, esto es demasiado peligroso".

Está criatura es inmune al calor, mí magia elemental no le hará efecto. No quería tener que recurrir a esto todavía, pero no tengo opción.

"Rompo el sello que hay en mí y libero mí furia".

Vetas rojas se encienden en todo mí cuerpo, mis músculos crecen considerablemente casi desgarrado mí ropa.

Mis colmillos me sobresalen de la boca y mí mandíbula se estira a lo largo convirtiéndose en un hocico.

Un pelo colorado se eriza en todo mí cuerpo dándome un aspecto animal como una especie de lobo bípedo. Mis brazos se alargan y unas afiladas garras se extienden hasta el piso.

Vanko se queda sorprendido al verme, parece que es la primera vez que ve magia de transformación.

Todos mis sentidos se agudizan y una sed de sangre se despierta en mí queriendo matar a todo aquel que se cruce en mí camino.

Mis ojos se centran en mí objetivo, no debo perder la concentración o la transformación podría salirse de control y terminar matando a todos los presentes.

(Con una voz rugiente)

"Déjenme a mí, ustedes continúen".

Me abalanzo sobre él milpies y empiezo a arrancarle las pastas a mordiscos. La criatura empieza a enroscarse a mí alrededor para intentar atraparme. Con mis reflejos aumentados salto hacia el techo escapando de su ataque y nuevamente me abalanzo sobre ella mordiendo y arrancando cuánto pudiera de ella.

"¿Qué están esperando? ¡Huyan!"

El líder ordena a todos avanzar.

–Parece que Yrila tiene todo bajo control. Todos, continúen, necesitamos avanzar hasta la cámara secreta. No nos falta demasiado, tardaremos menos de media hora en llegar, siempre y cuando no aparezca otra trampa como está.–

La criatura al verlos huir intenta abalanzarse sobre ellos desde atrás. Desenfundó la espada y se la entierro en su cola y al piso para evitar que los alcance.

"Maldita criatura, ¿A dónde crees que vas?"

Salto sobre su cabeza y empiezo a golpear su cráneo acaparazonado con fuerza sobrenatural.

Vanko me ve y regresa hacia donde estoy.

"¿Que estas haciendo, te dije que escaparás?"

Mete su mano en su bolsillo y saca un frasco de él.

–Esto te ayudará contra esa criatura.–

Vanko rompe el frasco en la cabeza del milpies liberando un vapor de color blanco.

¿Aceite de daño gélido?.

La criatura empieza a retorcerse de dolor.

"Bien pensado, ahora vete. Yo me encargaré de esta criatura".

Concentre el maná en mí puño para aumentar aún más mí fuerza.

"Solo necesito un golpe para romper tu caparazón".

Llame la atención del milpiés para que se abalance sobre mi y con todas mis fuerzas, golpeé su horrendo rostro rompiendo en mil pedazos el caparazón que protegía su cabeza y al mismo tiempo atravesando su cráneo.

Todo su cuerpo empezó a colapsar escupiendo un líquido viscoso y amarillento por todas partes. Con mis garras extendidas corrí a lo largo de ella abriendo sus entrañas de punta a punta.

Mí cuerpo sufre los efectos de la transformación, mí cuerpo empieza a sentirse pesado y agotado como si me hubiesen chupado la sangre. Transformarse en bestia no representa ninguna dificultad, pero revertirlo es una tarea tortuosa. La bestia en mí se resiste a abandonar su forma, es una lucha por recuperar mí forma natural.



#5990 en Fantasía
#1247 en Magia

En el texto hay: fantasia, mundo magico, aventura

Editado: 07.06.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.