Ael, la profecía de un héroe

Entrenamiento al límite.

Punto de vista de Yainna.

Parece que me ha subestimado, los consejos de Caera me han servido mucho. Ahora puedo ver claramente aberturas en su técnica, pero no puedo confiarme, él debe conocer todas las debilidades de su habilidad y tendrá un plan de contraataque para cada una de ellas.

–Parece que el gusano no lo hace tan mal, me ha engañado para salir de mí vista. ¿Dónde se habrá metido?, ¿estará arriba?. No muy sencillo.–

Pensé en atacar desde el aire, pero debido a mí vestimenta no podía permitirme un movimiento tan indecoroso. Por eso opté por explotar mí habilidad elemental de tierra, es una técnica que aún no tengo bien pulida, pero dada las circunstancias debo arriesgarme.

Una figura humanoide formada de roca emerge tras él.

–Predecible, ¿Acaso creíste que no me daría cuenta?.–

Da media vuelta, gira su báculo y golpea la figura rompiéndola en pedazos.

–¿Un señuelo?, No esperaba que pudieras hacer esa clase de técnicas–

Una fina columna de roca sale del suelo golpeando su brazo aún extendido, haciendo que suelte su báculo. Casi al mismo tiempo salgo desde la tierra con mí brazo hacia arriba atrapando su arma y con un impulso de viento, me expulsó hacia atrás para alejarme de su alcance.

–Nada mal gusano, has logrado desarmarte sin problema.–

A pesar de que perdió su preciado báculo, aún se nota muy confiado, como si no le hubiera importado. Me pregunto ¿Que está tramando?

"No crees que deberías felicitarme por este gran logro, he logrado desarmarte muy fácilmente. Hasta dudo que realmente seas tan fuerte como dice Caera".

–Acaso crees que un invocador perdería su arma principal tan fácil. Eres muy ingenua.–

El grito de Caera se siente desde lo lejos, no sabía que nos estaba observando.

–¡Suéltalo, o te matará!–

"¿Qué?".

Miré el báculo con atención y veo unos símbolos mágicos que comienzan a brillar con un color blanco brillante a lo largo del palo. Mí cuerpo empieza a sufrir un desgaste de maná excesivo, como si el báculo estuviera absorbiendo todo mí poder.

Este desgraciado me engaño. Cómo pude ser tan ingenua, debí saber que tendría una trampa. Un plan de contingencia, por si alguien le arrebata su arma.

"¿Qué sucede?. No puedo soltarlo, es como si mí mano se hubiera quedado pegada en él".

–Normalmente la maldición te mataría en un instante, pero dada las circunstancias, cambie la maldición por una menos letal. Imaginé que intentarías algo así y me prepare previamente.–

Mis ojos se entrecierran, el dolor es insoportable y me estoy debilitando demasiado rápido, tengo que hacer algo o acabaré desmayandome nuevamente.

Piensa, piensa. Debo analizar cómo funciona la maldición y encontrar una manera de detenerla.

Se que la maldición se activó cuando lo toque. No, para ser más precisa, la maldición solo se activó cuando él soltó su báculo. ¡Eso es!, Esa es la forma de soltarlo.

Con un impulso de viento me arrojé directo hacia él e intenté golpear su cabeza con la punta del palo. Movimiento que esquiva con toda facilidad, capturando mí brazo y arrojandome al suelo como una bolsa de papas.

Mirando de reojo puedo ver a Caera que me mira con cara de dolor, como si ella pudiera sentir mí sufrimiento. Te aseguro que duele más de lo que parece.

Pero mí estrategia funcionó, en cierta forma. Solo necesitaba acercarme lo suficiente para poder tocarlo. Con un último esfuerzo muevo el báculo para que rose su mano y así se apague la maldición que reside en él. Abrí mí mano para soltar esa maldita arma y me levanté con mucho esfuerzo. Pateo su arma lo más lejos que pude para evitar que pudiera volver a tomarla.

–¿No crees que ya fue suficiente?.–

"¿Te estás rindiendo?"

–Para nada, eres tú quien debería rendirse.–

"Ya no tienes tu arma, ¿Cómo piensas pelear?"

–En el estado en el que estás, podría derrotarte de un soplido.–

Preparé una poderosa bomba de aire con lo que me quedaba de fuerza.

"Aún no estoy acabada".

–No lo entiendes verdad.–

Levanta su mano y hace un chasquido con sus dedos, cientos de círculos negros aparecen en el cielo, algunos tan grandes como una casa. De ellos salieron aterradores tentáculos de tamaños inmensos que golpeaban la tierra haciéndola estremecer.

"También puedes invocarlas sin el báculo, no puedo creerlo".

–Para los invocadores novatos, el báculo es indispensable. Pero para mí no, tengo suficiente maná para hacer poderosas invocaciones sin necesidad de él. Aunque la duración de la invocación se limita mucho, aún así existe otra técnica que podemos utilizar.–

Con otro chasquido de sus dedos su báculo desaparece y reaparece directamente en su mano.

"Imposible, con esas habilidades no hay forma que yo pueda ganarle".

Mí técnica se desvanece en el aire, mí poder está acabado. Mis piernas se sienten débiles, Caera me atrapa rápidamente antes de desplomarme en el suelo.



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En el texto hay: fantasia, mundo magico, aventura

Editado: 07.06.2023

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