Ael, la profecía de un héroe

Sesión con el maestro Polio.

Punto de vista de Polio.

La guerrera elfa se pone furiosa por mí petición. Por la falta de cicatrices en su cuerpo, puedo notar que no acostumbra mucho a visitar sanadores.

"Supongo que tendré que explicártelo".

Me saqué los anteojos y se los presté.

–¿Qué es esto?.–

"Póntelos, con esos lentes soy capaz de ver los daños internos que hay tanto en tu cuerpo como en tu alma".

–Wow, esto es genial,  hasta ver tu pequeño cerebro con él. Jamás había visto algo tan increíble.–

"Si, pero no puede ver bien a través de las ropas, por eso necesito que te desvistas.

Pero no te preocupes, como habrás notado. Los lentes no me permiten ver tu piel, mientras los tenga puestos soy incapaz de verte. Por lo que tu intimidad estará resguardada todo el tiempo".

–Entiendo. Pero ¿qué hay del viejo pervertido?.–

–No te preocupes bonita, has de cuenta que no estoy aquí.–

De un momento a otro, mientras yo bebo plácidamente mí café, la elfa me da un espectáculo golpeando a mí abuelo hasta medio matarlo.

"Wow, quién diría que con esas heridas todavía tuviera tanta fuerza".

–Viejo pervertido, toma esto.–

Ver a una hermosa elfa pisotear y lanzar a mí abuelo fuera de la habitación es un espectáculo que nunca imaginé ver. 

(Entre sorbos de café) Pienso que tal vez deba cambiar esa biblioteca de lugar, ya es la segunda vez que un hombre vuela hacia ella el día de hoy, me preocupa la integridad de mis libros.

"Si ya terminaste de golpear al anciano pervertido, podemos empezar con las sanaciones. Tengo a muchos pacientes esperando su turno y ya están bastante impacientes".

–Supongo que no tengo opción. Te devuelvo tus lentes, pero más te vale que no uses ningún truco para espiar o si no…–

"Tranquila, no quiero morir tan joven".

La elfa se pone de espaldas a mí y comienza a desvestirse. Yo también me doy vuelta por una cuestión de respeto. Aunque ella no lo sabe, si yo quisiera podría apagar el hechizo de los lentes y verla totalmente desnuda sin que se diera cuenta, pero mis principios profesionales no me lo permiten.

–Ya estoy lista.–

Me volteé hacía ella, apenas puedo distinguir su silueta tímida. Con sus manos hace lo que puede para proteger su intimidad, no creí que fuera tan vergonzosa. Hasta puedo imaginar cómo se vería ese rostro sonrojado.

"De acuerdo, acuéstate en la camilla, intentaré ser lo más breve posible".

Con la ayuda de una pequeña banqueta, me acerco para ver su herida con más detalle. Tal como era de esperarse, su herida fue curada por una sanadora de bajo nivel. Su piel ha sanado bien pero sus órganos internos están en un estado deplorable.

"Tomará algo de tiempo y será necesario darte una poción para evitar el dolor".

–Creí que tu medicina era más anticuada y que no usabas esa clase de pociones.–

"¿Qué te hizo pensar eso?".

–Al sujeto anterior quisieron anestesiarlo con un garrote.–

"Ha, eso. Era solo un truco para acelerar su ritmo cardíaco, era necesario para su sanación. Y entre nos, me caía pesado".

–Si que eres un pequeño diablillo.–

"Debo hacerle honor a los cuernos. Ponte de costado, debo ver tu espalda".

De un estante tomé un frasco alargado y delgado con una sustancia amarillenta. Este veneno de serpiente peluda será perfecta para mitigar el dolor.

Coloque una gota sobre su herida, con eso será suficiente para adormecer la zona por unos minutos.

"Primero debo deshacer la reparación precaria que te hicieron, eso dolerá bastante".

Extendí la palma de mí mano sobre su herida sin tocarla e inicié un hechizo de reversión, la sangre rápidamente empieza a emanar de ella.

–Aghh, dijiste que no debería.–

"Tranquila, este solo es el primer paso. Ahora debo reparar tus órganos dañados".

Cierro mí puño y de él hago llover polvo de maná sobre la herida, asegurando que entre en el interior de ella.

–Aghh, maldición, duele demasiado.–

"No te muevas, hay faltantes en tus órganos tendré que crear partes nuevas y eso no es tan fácil de hacer".

Con mí poder moldie el polvo de maná y lo convertí en tejido orgánico para reemplazar los faltantes.

"Ya casi termino, ahora debo desintoxicar los órganos que estuvieron funcionando mal todo este tiempo y volver a activarlos".

Está cayendo demasiada sangre, debo terminar pronto. Creé una corriente de maná a través de sus arterias para limpiarlas y procedí a cerrar su herida.

"Listo, tus heridas ya están cerradas".

–¿Eso significa que estaré bien?.–

"Si, por el momento. Pero aún tengo algo que resolver, tu fuente de maná está dañada y eso es más difícil de reparar. Te recomiendo que no uses magia por un tiempo".



#5988 en Fantasía
#1247 en Magia

En el texto hay: fantasia, mundo magico, aventura

Editado: 07.06.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.