Ael, la profecía de un héroe

Baraja Sol y luna.

Punto de vista de la adorable Sheila.

Ese niño mitad demonio me dejó algo inquieta, además me advirtió que no use magia por algún tiempo. Parece que el daño que me hizo esa criatura fue realmente devastador. Por suerte, aún tengo la baraja de cartas mágicas aunque hay muchas de ellas que aún no sé para qué sirven. 

Hablando de eso, debo volver con el anciano de la tienda para entregarle los ingredientes que obtuve en las mazmorras y que me haga dueña de las cartas para poder reutilizarlas, son totalmente inútiles si no puedo recargar su maná.

No estoy lejos, así que no me tomará demasiado tiempo. Al menos no tengo al molesto de Astrix correteando tras de mí, parece que no se resiste a mis encantos. Me pregunto ¿qué será lo que le gusta de mí? Será por mí nuevo color de cabello, o tal vez el color de mis ojos. No, seguro es como todos los hombres, solo está esperando la oportunidad para poder desvestirme. Lo peor de todo, es que me convertí en su damisela en apuros durante la mitad de la incursión, aunque fue muy lindo sentirme cuidada.

Aghhh, pero que estoy diciendo. Seguro es otro pervertido como cualquier otro, debería darle su merecido en cuanto lo vea.

El cielo se está oscureciendo, parece que lloverá pronto mejor me apresuro.

-

Ha, por fin lo encontré, por un momento creí que había desaparecido. Solo espero que el anciano se compadezca de mí, no he sido capaz de conseguir todos los ingredientes que me pidió.

Ingresé a la tienda, el anciano estaba en una escalera acomodando unos frascos de pociones.

–Así que has regresado muchacha. ¿Vienes a comprar más artículos?. Tengo algunos muy interesantes como aceites para mejorar armaduras o granadas congelantes.–

"No nada de eso, no estoy interesada en comprar artículos".

–¿Segura?, También me llegaron unas pociones estéticas muy peculiares. Hasta tengo una que sirve para agrandar los… atributos.–

"Ho, no. Yo no necesito esas cosas, aunque tal vez les heche una ojeada más tarde, solo por curiosidad".

–Claro, claro. Mira lo que quieras.–

"Por cierto, le traje los ingredientes que me solicito. Lamentablemente no conseguí todo lo de la lista".

–Ho, es una lástima. Realmente tenía esperanza en ti.–

"Recibí una herida muy grave, lo que me incapacito la mitad del camino. Aún así logré traer bastantes ingredientes, incluso le traje algo que no estaba en la lista y la verdad es que no se si tiene algún valor".

–Muestrame.–

"Tengo sangre de una araña al cual llaman Rakaj, también conseguí algo de su veneno, pelos, ojos. Recolecte todo lo que creí útil".

–¿Trajiste todos sus ojos?.–

"Si".

–Increible, eso sin duda es realmente valioso y su veneno aún más. Dime, ¿que más tienes?–

"Nos cruzamos con un esqueleto invocador de cadáveres que poseía unas zarpas muy poderosas".

–Ho, si. Son realmente extraordinarias, podrían desarrollarse unas dagas muy poderosas con ellas. ¿Tienes algo más? Mí pobre corazón está apunto de explotar de la emoción–

"Bueno, no creo que valga nada, pero lo traje por si acaso".

Envuelto en un trapo saco el último objeto peculiar.

–¿Eso es un Chaleco?.–

"Si, lo se. Es seguro que no vale nada. Jamás escuché que alguien lo usará para hacer pociones o algo así".

–Muchos aventureros lo consideran de mal augurio, no es común que alguien los mate.–

"Si, bueno. Pasaron muchas cosas ahí abajo".

–Es un proceso largo y complejo pero la carne de esta criatura puede usarse para hacer armas malditas.–

"Eso quiere decir que es valioso".

–Permitiré que te quedes con las cartas a cambio de esta rareza.–

"Me parece perfecto".

Extraigo la baraja de cartas y se las entregué.

–Bien, veo que le has dado uso.–

"Aún hay cartas que no sé bien cómo usarlas".

–No te preocupes, estoy seguro que una chica tan lista no tendrá problemas con ellas. Entregarme tu mano, vamos a iniciar el cambio de dueño.–

Extendí mí mano e inmediatamente la toma y abre mí palma hacia arriba, coloca la baraja en ella y comenzamos el conjuro de transferencia.

–Necesito tu nombre para el conjuro.–

"Sheila, mí nombre es Sheila".

–Sheila, ¿Aceptas ser la nueva dueña de estas cartas?.–

"Si acepto".

–Entonces te convierto en legítima dueña de la baraja Sol y Luna.–

En la palma de mí mano se dibuja con magia una luna, mientras que en el reverso aparece un sol. La baraja tiene los mismos dibujos en su caja.

–Listo, ahora podrás reutilizar las cartas cuando quieras. Recuerda que debes recargar con maná la baraja antes de poder usarla.–

"Si, lo sé".



#5990 en Fantasía
#1247 en Magia

En el texto hay: fantasia, mundo magico, aventura

Editado: 07.06.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.