Aelys

Final

El sol naciente de Alyndor se reflejaba en las aguas cristalinas que rodeaban el reino, su luz dorada iluminando los rostros de sus habitantes. Dieciséis años habían pasado desde la gran unificación de los Arthea y los Väelith. Iskanara y Zaerith ya no existían como entidades separadas; en su lugar, Alyndor se había alzado como un reino de equilibrio entre el mar y el cielo.

En el centro de la plaza principal, una ceremonia se llevaba a cabo. Hoy era el día en que la nueva generación de Alyndor daría su primer paso hacia la adultez. Los hijos de los grandes líderes de la unificación estaban por comenzar su entrenamiento como guerreros.

Los herederos estaban formados en fila, sus miradas llenas de determinación y una mezcla de emoción y nerviosismo. Tenían catorce años, la edad en la que debían demostrar su valía y comenzar a forjar su destino.

—Hoy damos la bienvenida a la nueva generación de Alyndor —anunció Calyon, su voz fuerte y clara resonando en la plaza—. Nuestros hijos se entrenarán para proteger este reino, como lo hicimos nosotros antes que ellos.

Siria, a su lado, lo observaba con una sonrisa orgullosa, sus ojos ámbar brillando con la misma intensidad de siempre. A su izquierda, Naeris y Lioren intercambiaron una mirada cómplice mientras sus hijos se preparaban. Varion y Kaelis, por su parte, no podían evitar sentirse ansiosos al ver a su hija entre los futuros guerreros. Finalmente, Zayren y Vanya estaban un poco más alejados, compartiendo un gesto de apoyo silencioso.

Entre los jóvenes destacaban cinco figuras en particular:

🔹 Aelys Väelith – Hija de Calyon y Siria. Su cabello azul oscuro tenía reflejos dorados, herencia de ambos linajes. Sus ojos eran un contraste entre el azul profundo y el ámbar. Desde pequeña, había demostrado ser fuerte y testaruda como su madre, pero con el liderazgo innato de su padre.

🔹 Rhen Väelith – Hijo de Naeris y Lioren. Su cabello azul plateado y ojos grisáceos reflejaban la inteligencia afilada de sus padres. Siempre analizaba antes de actuar, pero su astucia lo hacía un combatiente formidable.

🔹 Vaelen Väelith – Hija de Varion y Kaelis. Su espíritu indomable y su energía parecían no tener límites. Su cabello azul cobalto tenía mechones platinados y sus ojos verde ámbar eran un reflejo de su madre. Había heredado la pasión por la música y el combate.

🔹 Erya Väelith – Hija de Zayren y Vanya. De todos, ella era la más enigmática. Su cabello azul claro se mezclaba con tonos violáceos, y sus ojos cambiaban de tonalidad con la luz, reflejando el misterio de su padre y la dulzura de su madre.

🔹 Kaelith Väelith – Hermano menor de Aelys. Aunque más tranquilo, tenía una conexión especial con los Ithara, las criaturas marinas de Alyndor, y un instinto protector sobre su hermana mayor.

Los jóvenes se colocaron en formación, sus miradas fijas en sus padres. La ceremonia de iniciación requería que cada uno hiciera una promesa al reino. Uno a uno, avanzaron al centro y proclamaron su juramento:

—Por el honor de Alyndor, protegeré este reino con mi vida —dijo Aelys con firmeza.

—Por la sangre de mis ancestros, no dejaré que el caos regrese a nuestro mundo —añadió Rhen.

—Por la unión de nuestros pueblos, lucharé con fuerza y pasión —declaró Vaelen.

—Por el equilibrio entre el cielo y el mar, defenderé a los míos —susurró Erya.

—Por la paz que nos dieron nuestros padres, jamás retrocederé ante la adversidad —finalizó Kaelith.

El silencio que siguió fue quebrado por el rugido de un Ithara emergiendo de las aguas y el grito de un Erysha sobrevolando los cielos. Parecía que las criaturas sagradas también aprobaban su juramento.

Calyon alzó una espada tallada con símbolos tanto Arthea como Väelith.

—Que la nueva generación de Alyndor se alce como protectora de nuestra tierra. ¡Que comience su entrenamiento!

Los jóvenes se miraron entre sí, una chispa de emoción brillando en sus ojos. Sabían que este era solo el inicio de su historia.

Pero lejos de la ceremonia, en las sombras de los bosques costeros, una figura los observaba. Sus ojos brillaban con un resplandor rojizo, y una sonrisa siniestra se dibujó en su rostro.

—Los hijos de los héroes... veamos si están a la altura de su legado.

El destino de Alyndor estaba lejos de estar asegurado, y la historia aún tenía muchas páginas por escribir.



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En el texto hay: fantasia, romance, magia

Editado: 22.05.2025

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