Aeneas

CAPITULO 2

7 años después

Desarme a mi tía de la mejor manera con una sonrisa ladeada la observo como frunce su ceño estoy segura que me va a regañar o solo está molesta porque llevamos media hora entrenando y ya le he quitado su espada

*Deja de presumir y concéntrate—ya lo veía venir no puedo disfrutar un poco el combate sin que diga algo así, me encanta sentir la adrenalina recorriendo mi cuerpo solo quiero que por una ves reconozca que buena soy y estoy llegando a su nivel.

*Quiero que observes que estoy a la par tuya tía estoy casi en tu nivel al menos en combate y no voy a negarte que me gusta entrenar es una parte importante de mí.

*No estas lista Aeneas debes estar por encima de mi porque en un año tendrás dieciocho tu poder estará completamente maduro para aparecer en el radar de cada Dios existente en el universo y empezara a despertar en seis meses—lo se ella lo repite siempre sé que se preocupa por mí, pero cuando llegue el momento estaremos bien confió en mí y en la educación de tía Lena.

* Estaré lista tía no te preocupes—ella se voltea y me mira seria conozco esa mirada esta evaluándome, que tendrás en mente Lena.

* Combate sin armas ahora! —tiro mi espada al suelo me pongo en posición y miro a tía Lena fijamente tratando de adivinar su siguiente movimiento, me encanta la lucha y en general todo lo que tiene que ver con todo tipo de defensa u ofensiva lo único que no me gusta es que estamos en el césped muy cerca del lodo y no es que sea muy vanidosa pero cuando peleamos cuerpo a cuerpo termino llena de lodo y es difícil se quitarlo de mi cabello, mi pequeña charla conmigo misma me ha quitado concentración y he terminado en el suelo en menos de un minuto que llevamos de entrenamiento.

*Deja de pensar en pajaritos preñados Aeneas concéntrate, recuerda que en nuestro mundo y nuestra situación actual puede ser de vida o muerte— abro mis ojos como platos, ella me dijo cuando tenía diez años que era inmortal.

*Somos inmortales – ella con su cara incrédula se toca la frente con frustración.

*Yo si soy inmortal pero tu hasta que tus poderes maduren no lo eres pensé que había quedado claro cuando te explique la evolución de humanos—Dioses es decir que todo este tiempo he tenido suerte mucha, mucha suerte, me llega el recuerdo de cuando tenía unos trece años estaba sumergida en los comics de marvel y yo estaba obsesionada con SuperGirl me sentía tan identificada que compre un disfraz lo modifique me puse una peluca rubia y Salí a combatir el crimen, al día siguiente en los noticieros decían que una súper heroína había salvado a un bus lleno de personas que se estaba incendiando y había evitado un robo al banco principal, lo seguí haciendo hasta que tía Lena se dio cuenta, me castigo severamente no permitía que saliera de la mansión y podría decirse que estaba en arresto domiciliario pues me puso una pulsera que anulaba mi divinidad es decir adiós súper fuerza, control de elementos todo me sentía tan humana que aprendí la lección bueno debía hacerlo han pasado cuatro años y sigo con la bendita pulsera, Lena dice que es porque mis poderes despertaron muy pronto, por eso debo prepararme mejor porque mis poderes crecerán tanto que los volveré a tener aunque siga con la pulsera puesta, no me quejo es de oro muy bonita y sencilla.

*Levántate ve y dúchate te espero para repasar historia y necesito hablar contigo. —hice lo que dijo fui directo a la ducha termine exactamente como no quería me siento cansada la privación de mi divinidad me hace sentir tan exhausta pero sé que cuando necesite entrenar mis poderes tendré mejor dominio bueno son palabras de tía Lena y yo confió en ella después de todo me ha criado y es mi tía aunque no sé si sanguínea pero es familia y la única que tengo aparte de lisa.

 

Cada ciudad de la Antigua Grecia poseía un dios protector. Cada entidad divina representaba fuerzas de la naturaleza o sentimientos humanos—cierro el libro y me pregunto qué parte de Grecia me correspondería proteger.

*¿Aeneas?—en la biblioteca respondo a mi mejor amiga lisa.

* Holaaaa te realizare una pregunta y no puedes negarte—guardo mi libro de historia y la miro esta con una radiante sonrisa vestida con un jean ajustado unas botas de tacón marrón de unos 6 cm una blusa blanca con mucho brillo y una chaqueta de cuero. Ya sé por dónde va la cosa.

* Sea lo que tengas en mente NO—esta mujer está loca, para ser humana hace unas cosas que ni yo lo haría y no porque no sea valiente sino que primero pienso en la cara de tía Lena cuando le llegue el chisme de mi aventura y el imaginar su cara enojada y el castigo se me pasa todo y soy casi una santa casi.

*No sabes de lo que voy hablarte Aeneas— pues no pero tengo un presentimiento donde terminare con tía Lena castigándome.

* La última vez que te hice caso un hombre termino en el hospital por mi culpa—y fue una noche que agradezco a los dioses y tía Lena no se enteró

*se estaba propasando conmigo e intento robarme se lo merecía—a veces mi amiga tiene una imaginación que me hace preguntar si esta cuerda.




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