Las rubias de ojos azules era el estándar perfecto de la mujer bonita, según muchos, y Afrodita tal como su nombre lo representaba, cumplía con todos los requisitos, solo que eso atraía más problemas de los que esperaba. Una sonrisa coqueta y buenas calificaciones era lo que definían por completo a Afrodita Collins, la típica rubia de las historias de romance que siempre salía con algún jugador de futbol. Los rumores sobre esta hermosa, pero, común chica no era de los mejores, los envidiosos siempre la veían con mala cara y otros con perversión. Pero eso había cambiado unas semanas antes del tan esperado baile de graduación, cuando un rumor totalmente diferente comenzó a circular por todo el instituto.
¡¡Afrodita Collins tiene novio!!...
Decía el titular de la página de chismes que algunos alumnos usaban para comunicar a todos sobre lo que sucedía en cada rincón del lugar. No cabía duda de que a todos había tomado por sorpresa la noticia, sin duda la mejor de todo el año, una pena que ese fuera el ultimo de Afrodita en aquel lugar, aunque para ella era un alivio que así fuera.
Todo el instituto estaba patas arriba, ¿Cómo era que la rubia había conseguido novio?, muchos tenían una imagen distorsionada sobre ella por lo que pensar que la rubia tendría novio sería una total locura, ver para creer, como decían las abuelas, no obstante, ninguno estaba preparado para presenciar tal escena.
— ¿Es enserio? — Se escucho un susurro entre la multitud, el único que Afrodita había podido oír al entrar a la cafetería, tal cosa provocada por el hecho de que su brazo yacía entrelazado con el de uno de los chicos más guapos y peligrosos de la escuela mientras se dirigían a una de las mesas, claro no omitamos el hecho de que este además de ser guapo era el único heredero de una gran fortuna, él era el joven adonis, Logan Adams.
— Sonríe cariño... parece que tienes ganas de ir al sanitario... — Dijo él entre dientes mientras apretaba el brazo de Afrodita.
— Idiota... — Respondió ella sin perder detalle de como todos los demás los miraban sin ninguna discreción, sin duda ese chico robaba más miradas que nadie, como no, si su cabello negro contrastaba de maravilla con esos ojos azules intensos que poseía, los cuales a diferencia de los de ella poseían un enigmático y atrayente brillo.
— Vamos, sé que soy guapo, pero, por favor, Afrodita, me siento expuesto... — No se había percatado que lo miraba detenidamente, hasta que este se lo recalco de una forma bastante divertida, sin duda el chico siempre intentaba burlarse de ella.
— Cállate!!, si no fuera por la abuela no te dirigía la palabra — Claro, era de suponer que esa relación solo era una fachada, una a la que ninguno agradaba, pero que se podía hacer, las cosas habían llegado a ese punto sin retorno hasta que todo finalizara.
A pesar de eso, las hermosas sonrisas que adornaban sus rostros jamás desaparecieron, todos querían creer que lo que veían era más que una verdad absoluta, pues esos dos no se habían despegado por ningún momento, hasta sus clases habían coordinado para poder estar juntos lo más posible, sin duda era algo que a todos tenía atónitos, pero al filo de la butaca por conocer el desenlace de esa historia.
El primer día de esta singular pareja fue de lo más tenso, llena de cuchicheos por todos lados, y miradas de envidia, algunas de incredulidad y solo una minúscula parte de indiferencia, creo que nadie podría olvidar lo que se decía de ella y menos cuando se percataron de como ambos habían subido al mismo auto con dirección desconocida.
— La abuela desea verte... — Dijo Logan a la rubia cuando a sus respectivas casas se dirigían.
— La mía te quiere ver a ti... — Para ambos sin duda, su peor pesadilla que sus abuelas fueran entrañables amigas, ya que eso había derivado aquella situación.
— Deberíamos reunirnos el sábado — Propuso el pelinegro mientras frenaba el auto justo frente a la casa de Afrodita, la cual sin perder tiempo bajo de este.
— Bien, me envías la hora y le diré a la abuela — Sin más se dirigió hacia adentro, no entendía porque, pero desde niños Logan siempre había tenido el don de irritarla y sacarla de sus casillas, en cambio el pelinegro nunca había comprendido el mal temperamento de Afrodita, el cual al parecer provocaba él, y tener que convivir ahora todos los días solo era el colmo de su vaga relación.
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Afrodita sabía que la abuela solo intentaba ayudar, pero, no comprendía por qué había tenido que ser él de los tantos chicos que rondaban en la ciudad, Logan nunca había figurado para ella como una persona caritativa que deseara ayudarla, pero al ver la buena voluntad de las ancianas no pudo negarse a aceptar que el pelinegro la ayudara a disipar su mala reputación, la cual nunca le había afectado ni lastimaba su autoestima, pero, que para su desgracia allí estaba y había llegado a oídos de las mujeres mayores.
Flasback
— Cariño... Logan te ayudara con el problema — Había dicho su abuela Isabella con una mirada llena de preocupación.
— Si, él no tiene ningún inconveniente, ¿verdad? — Pregunto Sophia la abuela de Logan quien con una mirada de advertencia miraba a su nieto, el cual tenía toda la intención de replicar.
— Claro, todo por ayudar a una amiga... — Dijo él mirando a Afrodita para que aceptara la ayuda, pro que de ella negarse sí que se las vería con su abuela, era un hecho que no lo dejaría en paz lo que restaba del año.
— Claro... Amigo... — Sus abuelas eran mayores y al verlas tan emocionadas con su “gran idea” no dudaron en seguir la corriente, total, era un hecho que ninguno se enamoraría del otro, porque ni siquiera se toleraban, entonces ¿Qué se los impedía?
Fin del flashback
Claro que los días siguientes habían sido totalmente normales, mientras los demás veían escenas románticas, ellos en sus pensamientos maquinaban la mejor forma de fingir que habían terminado, porque si, el plazo de ayuda terminaba cuando entraran a la universidad, el objetivo solo era disipar aquellos terribles rumores sobre Afrodita, los cuales hablaban sobre la infinidad de novios que la recién nombrada había tenido en su largo tiempo en el instituto, cosa que era mentira, pero que por alguna extraña razón las abuelitas Sophia e Isabella querían terminar. Afrodita no tenía intención de llevar su relación a algo más cordial, todo lo que necesitaba hacer era lo máximo en lo que podía pensar, al igual que Logan quien no veía la salida de aquel túnel por más que lo pensaba.
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Editado: 04.06.2023