Alicia a desparecido. Desaparecido.
No con una estructura de piedra, una torre, siendo arrastrada bajo tierra, como hizo Jest aquella noche en el teatro.
Esa chiquilla, Alicia, simplemente había desaparecido.
Diez años han pasado ya desde que Cath se convirtió en la reina de corazones, diez años desde que el destino la había acorralado, y le había arrebatado todo lo que alguna vez habría querido.
A veces, la felicidad es el sueño más ambicioso de todos.
Pero ahora todo había vuelto a ella y de golpe, la niña, esa niña... Ella era la culpable.
Ordenó que la capturasen lo más pronto posible. ¿Pero donde buscas a alguien desaparecido? Los guardias son unos inútiles.
Recordó aquella noche, la noche del baile, en la que huyó con Jest, no pudieron atraparlos esa noche y ellos huyeron juntos.
Catherine río y todos en la corte se volvieron a mirarla, más nadie se atrevió a decir nada.
-Traigan un espejo, de inmediato y abandonad está sala- exclamó de pronto, alzando mucho la voz y sin dirigirse a nadie en particular –¡O perderán la cabeza!.