-Cheshire, ¿Donde está Alicia?-
-En el único lugar donde tú corona no tiene valor- Cheshire apareció por completo, y bajo al suelo con mucha gracia.
-¿Y dónde es ese lugar?-
-¿Que harías si no te lo dijera? - pregunta el gato mientras se lamia las patas.
-Perderias la cabeza, por traición-
Cheshire río, - My lady, Eso es más difícil que encontrar a Alicia-
Cath suspiro amargamente, y volvió a dirigir su mirada al espejo, se acercó a él, y lo empujó. Cayó al piso con un estruendo y una lluvia de cristal roto.
Cheshire al observo, después de un rato dijo -Me temo que sigues siendo una chica hueca-
Cath tomo un trozo de espejo del suelo -¿recién te das cuenta?- presionó la punta contra su dedo índice hasta ver salir una gota de sangre.
-No, Catherine, lo noté el día de vuestra boda- espero un momento antes de seguir -A la joven Alicia, la encontrarás al otro lado del espejo que acabas de romper-.
-¿Es una de ellas?-
-No, como ellas solo hay tres, y nunca volverán a Corazónes, mientras tú corazón siga latiendo en ellas-
-Puedo preguntar ¿porque has venido a mi, Cheshire?-
-Porque extraño los pasteles de atún, claro- respondio este muy animado.
-Jamas te prepare pasteles de atún-
-prodrias empezar ahora, Lady Cath-
Catherine río, con burla y sarcasmo.
-Sabes, Lacie queria tu corazón, porque eras la chica más inusual de todas-
-No, quería el corazón de una reina- igual que Jest.
- La Reina Blanca y Roja también tienen uno, pero ellas no son tan inusuales como tú-
-¿A qué te refieres?
-Me refiero, a que podrías hacer un trato con las hermanas-