La melodía se interrumpió de golpe y fue reemplazada por una sonata de piano, que parecía venir todos los rincones, pero sin provenir de ningún lugar a la vez.
La figura oscura -Jest- le tendió su mano a Catherine...
Una invitación secreta a tus más dulces sueños.
...Y está, con lágrimas de confusión a punto de ser derramadas, la tomo, dejándose guíar por la música y los lentos movimientos de Jest, Quién la atrajo hacia sí, permitiendo que sus lágrimas descendieran por sus mejillas mientras se aferraba a el, como si soltarlo significara volver a perderlo para siempre.
Las luces se atenuaron hasta apagarse por completo, sumergiendolos en la profunda oscuridad.
–Se qué harás lo correcto– le susurró Jest al oído– sigue a tu corazón–.
La luz volvió y Cath se encuentro mirando fijamente a la Luna, y más haya, ya no estaba la tenue línea de sol.
La brisa fría la envolvió suavemente, congelando sus lágrimas.
El salón de baile estaba vacío, y no había ni rastro de música alguna. Camino hacia la puerta principal, y con un ligero rose de sus dedos, la puerta cedió con un ligero crujir de la madera vieja.
Se limpió las frías lágrimas del rostro y recordó las palabras de Jest, Sigue a tu corazón.
–Lo siento Jest, pero yo no tengo Corazón–.