After Alice

capitulo 20

El aire frío parecía haber seguido a Catherine hasta la cañada. Pero también la presencia fantasmal de Jest.

Hatta y Haigha habían traído a la inconsciente Alicia en brazos, turnandose a lo largo del camino de vuelta hasta la Catarata-Espejo.

Por momentos, Cath los escuchaba tener una conversación normal, lo que significaba que la melaza estaba haciendo efecto en Hatta.

Cuando llegaron a la cañada, las hermanas ya los estaban esperando, sentadas en el borde del pozo, está vez, sin máscaras.

–Estas fría, Lady Cath– dijo Tillie en cuanto Catherine puso un pie en la cañada –Fria como un cadáver– termino Lacie –Esto último estremeció a Cath.

Hatta y Haigha se disponían a dejar a Alicia en el suelo, junto a las hermanas, para despojar a la niña de su corazón, y mientras Catherine sacaba las dagas de su cintura, siento el peso de la mirada desaprobatoria de Hatta encima de ella. Quizás, en el fondo, era cien porciento consciente de todo esto.

Su mirada era penetrante e intensa, una advertencia silenciosa.

Cath se arrodilló junto al cuerpo inerte de Alicia y coloco la daga justo encima de su corazón.

Pum, pum pum.... Pum... pum... ...

–El Tiempo se acaba– corearon las hermanas con su voz monótona y carente de cordura –El tiempo se nos acaba– agregaron. sonaba como un cántico, uno que hacía a Cath estremecerse aún más.

Ella no pertenece a este mundo, Nadie va a extrañarla ¿No?

Los pensamientos de Catherine entraron en conflicto. Ella tenía que vivir, tenía... ¿Porque? ¿Corazones realmente necesitaba a su Reina?...

–El Tiempo se está agotando–.

–¿Que ocurre, Lady Cath? ¿Te has arrepentido?– pregunto Cheshire.

¿Lo hizo?

Alicia comenzó a mover los párpados muy lentamente, y cuando despertó, vio a la Reina, Aquella que quería quitarle la cabeza, arrodillada sobre ella con una pequeña cuchilla brillante a centímetros de su pecho.

Alicia tomo la muñeca de Catherine, retorciendola hasta quitarsela de encima, la daga cayó al piso con un tintineo suave, mientras que Cath consumía ese dolor, se lo merecía, después de todo, solo era La cruel Reina sin Corazón.

–¿Porque?– exigía saber Alicia mientras le enterraba sus uñas en las muñecas de Catherine, pero Cath no estaba segura, ¿Venganza? ¿Castigo? ¿Para recuperar su propio corazón roto y lleno de polvo y cenizas?

Alicia empezó a agitarla, quería que está cruel y loca mujer le diera una explicación. Pero Cath se había quedado sin respuestas.

–El tiempo a llegado– exclamaron las tres hermanas, mientras su mirada se clavaba en la pared detrás a Catherine, ella volteo, sin poder quitarse las garras que la aferraban a Alicia.

En la pared estaba el dibujo que las hermanas habían hecho de Jest, con grande líneas desdibujadas donde las lágrimas de Catherine habían hecho correr la tinta.

Sigue a tu corazón, le había dicho Jest.

Miro a Alicia, quien seguía agitandola –¿Porque quieres matarme?– gritaba Alicia.

Y sin dar respuesta, Catherine tomo a Alicia y la empujó al otro lado del espejo. Este resplandecío intensamente y cegadoramente, y luego se hizo añicos.

–El tiempo... El tiempo... se a ido– dijeron las hermanas con un tono neutro e inquietante, que no se parecía en nada a su voz.

Lacie, Elsie y Tillie se miraron entre sí, y se sujetaron de las manos... antes de convertirse en polvo y caer dentro del pozo.

El suelo bajo sus pies comenzó a temblar y El pozo empezó a escupir melaza, cada vez más oscura y ten espesa que parecia sangre.

La oscuridad inundó el lugar y La cañada comenzó a fracturarse. Gruesas grietas emergieron de la tierra, todas ellas llenas de ese líquido empalagoso que salía del pozo.

Al ver esto, Hatta y Haigha corrieron a toda velocidad hacia el espejo que daba a Ajedrez. Miraron una última vez a Catherine.

–Hasta nunca, su majes... Catherine– dijo Hatta, levantando el sombrero en señal de adiós y desapareciendo para siempre a traves del espejo.

Cheshire se dirigía hacia el otro espejo, El de corazones, pero no sé iría de este lugar sin Catherine.

La miró, Ella Seguía frente a los restos del otro espejo, La vió llorar, secarse las lágrimas, levantarse y luego caminar hacia el muro de piedra –¿No vienes, Lady Catherine?– pregunto Cheshire.

Cath negó con la cabeza, y sonrió. Era Una sonrisa sincera.
Siguió su mirada hasta el dibujo del Joker y finalmente comprendió que ella ya había tomado una decisión...

–Adios, Lady Catherine–.



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En el texto hay: wonderland, heartless, corazones

Editado: 16.04.2020

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