Es impresionante ver la vida desde una perspectiva diferente, ya no la ves de colores brillantes, resplandecientes; al contrario, todo se torna prácticamente en blanco y negro, y eso solo se debe a que en tu interior ya no existe color, todo lo bueno simplemente se................... esfumo.
Cada día que pasaba, se tornaba más difícil la mera existencia, simplemente teníamos que aprender a convivir con el dolor y la soledad, eran mis mejores amigos la verdad.
De mi hermano teníamos noticias cada mes por medio de cartas, bastante emotivas, las lágrimas eran como una especie de maquillaje en nuestros rostros, permanecían permanentemente ahí.
Mi mamá cada día se encerraba en ella misma, y aunque el poco tiempo que pasaba con nosotros en las noches, intentaba de alguna manera hacernos olvidar un poco todo este infierno, yo la sentía consumirse, apagarse poco a poco, y eso simplemente.................................me mataba.
Con mi hermano menor era otro cuento, el desarrollo una especie de dependencia de atención, así que se tornó un niño problema, por todo hacia berrinche, peleaba, simplemente genial, la cereza que le faltaba al pastel.
Nuestros días se fueron llenando de conflictos, tristeza, desolación.
Todo lo que yo sentía pasó a segundo plano, mi vida encerraba una perspectiva global, mi prioridad era salvar lo que quedaba de mi familia, así que tuve que madurar.
Las muñecas, los juegos, la diversión paso a un plano bien lejano, mi vida era cuidar y tratar de que mi hermano no cause tanto problema, era la adulta de la casa, eso era agotador.
Simplemente me olvide de mí, sin darme cuenta. Es gracioso, pero ahora me doy cuenta de que me salte varias etapas, de un salto gigantesco.
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Editado: 01.09.2019