Sirenita meteorológica
-Si sabes mi nombre, ya deja de llamarme humana
-Acaso no es eso lo que eres?
- Si, pero tengo un nombre, estúpido
-Yo también tengo un nombre, estupida -me responde haciendo una mueca-Y es Ariel.
Me río por lo que acaba de decir
-También te sale cola de pescado? -le preguntó riendo
- jajajajaja-ríe sarcásticamente- que graciosa.
Y yo sigo sin parar de reír
-Ya deja de reírte quieres?, tampoco es que sea para tanto...
-Corrección, si lo es sirenita - digo riendo nuevamente.
-No me digas sirenita, mi nombre es Ariel, A, r, i, e, l.
-Por lo mismo tanto... No se como le llaman de donde vienes, pero aquí en la tierra el nombre Ariel es igual a sirenita.
Así que acostumbrate sirenita, si quieres te ayudó a teñir tu pelo de rojo también, así estarás más completo- le digo poniendo una sonrisa.
-Vaya, vaya, vaya , pero si salió con sentido del humor -Dice también riendo. - Pues como estamos poniendo nombres de princesas te llamaré Mérida ( princesa de valiente) - dice poniendo una sonrisa. Y valla que sabe sonreír...
-Pues a diferencia de ti me pega porque soy mujer , tengo el cabello largo y rizado, así que, si lo que querías era molestarme no lo conseguiste- digo riendo
-Esta bien, tu ganas Mérida
-Me halaga que un "dios"- digo haciendo comillas con mis dedos-Me ponga un nombre de princesa..
-Pues deberías de estarlo-dice con orgullo-¿Y por que ese dios entre comillas? ¿Necesitas más pruebas?
-Pues no estaría mal...
De repente, el cielo se oscurece, pero la oscuridad no dura mucho, pues el cielo es iluminado con una lluvia de meteoros.
Tengo 20 años de edad y nunca en estos 20 años había visto algo tan hermoso.
Ariel
Formo una lluvia de meteoros para Mía, y sus ojos se iluminan como los de una niñita, y vaya que es hermosa, su pelo rizo moviéndose suavemente hacia atrás por el viento, su rostro delicado y suave iluminado por los meteoros, sus largas pestañas, y sus labios entre abiertos por la sorpresa. Simple y llanamente hermosa.
Mía
-Pediré un deseo... -le digo
-Le pediras un deseo a una roca?
- Con roca te refieres a estrella fugas?
- Yo diría que " estrella" es un término impropio... Ya que todos sabemos que no se trata de estrellas. Un meteoro es solo una roca que logra atravesar la atmósfera. -dice
-¿Por que arruinas el momento sirenita meteorológica? - digo girando los ojos
- ¿Enserio? Cada vez le agregas más al nombre de sirenita-dice haciendo puchero.
Río ante su reacción.
Y en ese momento hasta tierno se ve el patán este. Sus ojos brillan como dos estrellas, y su pelo, su pelo se mueve suavemente por el viento.
-Lo que quiero decir es que... Por que pedirle un deseo a una simple roca? cuando esta a tu lado el que verdaderamente puede cumplir tus deseos nena- dice riendo, y quizás tenga razón.
-Entonces.... Deseo ser millonaria
-Ni lo sueñes- dice riendo
- No se suponía que ibas a ser mi genio de la lámpara? -le digo riendo
- Acaso me ves cara de que vengo de una lámpara? -dice riendo
-No eres azul, pero apareces y desapareces como un bombillo de Navidad que prende y se apaga-digo casi callendo hacia atrás de la risa.
El me sigue la corriente y comienza a reír conmigo. Su risa... Su voz... Esa voz ronca que tanto me gusta escuchar en los hombres... Es música para mis oidos.
Dejamos de reír y seguimos viendo la lluvia de meteoros.
Diana
Mia me tomó de la muñeca y me arrastró con ella. Comenzamos a correr y ni siquiera se por que. ¡Ni siquiera puede ordenar mi desayuno!
Seguimos corriendo, pero de repente se detiene y cambiamos de dirección, como si algo nos estuviera persiguiendo, cualquiera que no la conociera diría que Mia Williams se ha vuelto loca, pero conozco a Mia, y algo debe de estar pasando...
Mia, ¿Que pasa? ¿Por que estamos corriendo?-le pregunto ya sofocada por correr, pero no recibo una respuesta alguna, pues ya no estoy agarrada a su mano, ha desaparecido, ¿Como es esto posible? ¿Que mierda acaba de pasar? Me detengo para ver a mi alrededor y buscar a Mia, pero no hay señal de ella.
Comienzo a correr nuevamente buscando en mi mente algunas posibilidades de lo que pudo a ver pasado, pero esto, esto que acaba de pasar no tiene ninguna explicación lógica.
Sin darme cuenta he chocado con alguien, y estoy apunto de caer al suelo por el impacto, cierro mis ojos, esperando el golpe que puede que deje mi hermoso rostro deformado, pero el golpe nunca llega, ¿Que pasa?, ¿Mori sin sentir el golpe?, abro mis ojos para asegurarme de que aun sigo viva, y me doy cuenta de que alguien tiene sus manos en mi cintura, y se lo agradezco en alma.
Me suelto de su agarre y enderezo mi postura.
Me doy la vuelta y quedo anonadada por el chico que esta frente a mis ojos. He visto asiáticos pero solo en Dramas y YouTube, y hay que reconocer que en verdad se merecen todos los elogios del mundo mundial.

- Gracias -le digo, aún sorprendida, por su tremenda belleza y cuerpo.
Pelo negro como azabache, espalda ancha, mucho más alto que yo, y sus ojos, ay esos ojos , parecidos a la galaxia, oscuros y iluminados por estrellas.
- De nada -dice con una sonrisa, para luego seguir con su camino.
Una parte de mi se va con el, y no la culpo.
Sigo buscando a Mía, ya llevó unos 30 minutos caminado, cuando de repente, el cielo se oscurece como si fuera de noche, y empieza una lluvia de meteoros, hermosísima a mi parecer, las personas comienzan a grabar el hermoso espectáculo que esta frente a nuestros ojos,pero a pesar de ser hermoso, es extraño, muy extraño.
La hermosa lluvia solo dura aproximadamente 30 segundos, lo cual es una lastima.
Mía
-Esto, esto si que es hermoso-digo con un suspiro.