Agápe

CAPITULO 7

0 Gravedad

-Si tu corazón sigue latiendo así de rápido morirás de un infarto- dice riendo.

No, no, noooo, por que rieee, dios, su risa lo empeora todo.

- Habló enserio Mia, se que soy hermoso y todo, pero ya calmate ¿quieres? - dice, sin parar de reír.

Pero mi voz no sale,no soy capaz de decir nada. 
Ya habla estúpida, di algooo.

- Pues si me da un infarto, no es de tu incumbencia.

- Mía, ¿Como es posible que halla visita en tu casa y no le ofrezcas ni siquiera un vaso de agua? ¿Acaso no tienes modales?

- Pues veras... Contigo ni se que significa esa palabra, así que no, no tengo.

- Wao

- ¿A donde fuiste aquel día?

- Se me presentó algo

- ¿Que se le puede presentar a un vago como tu?

- ¿Disculpa? Soy un dios muy ocupado

- Oh si claro

- Bueno, me voy... A menos que quieras que me quede a dormir contigo- me dice, alzando las cejas una y otra vez

- Ya lárgate pervertido.

Se ríe y desaparece.

Ya son las 8:23 P.M, entro al Departamento, me Quito la ropa y procedo a bañarme.

Cuando salgo del baño, hay algo diferente, observo y me doy cuenta de de que hay una figura masculina tirada en mi cama, y no puedo evitar gritar.

- Mierda Ariel- digo aún conmocionada por el susto- ¿Estas loco o que? ¿No te habías ido ya?

- ¿Que te hace pensar que soy el estúpido de Ariel?- dice, mientras se para de la cama y comienza a acercarse a mi. Pero no puedo verle por la oscuridad.

¿Que esta pasando? ¿Quien este hombre? Salgo corriendo sin pensarlo dos veces, pero no llego muy lejos, ya me tiene tomada por el cuello.

- Muchos humanos quieren volar, tendrás la oportunidad de hacerlo hoy.

- No, no, no, no, no, noooo, no quiero volar, no quiero, dejameee- suplico casi llorando. Pero eso no vale de nada.

Se dirige al balcón y trato de agarrarme de la barandilla, pero mi esfuerzo es en vano, ya estamos en el aire, y estoy entre la espada y la pared, o me sostengo bien de él para no caer y morir, o me suelto para alejarme de el y morir.

- Tengo algo que hablar con Ariel, ¿puedes llamarlo? Se que vendrá por ti.

- ¿Que te hace creer que vendrá por mi?

- No lo se... Un presentimiento se podría decir.

- ¿Para que lo quieres? ¿ Eres un dios igual que el?

- Haces demasiadas preguntas. 
Ya que no quieres cooperar... Hagámoslo un poco más interesante... - dice riendo, para luego soltarme.

Me soltó! Voy a morir! No, no, no. Cada vez la velocidad aumenta y mi muerte se acerca.

-¡Mía! - me grita una voz, y ya se de quien se trata.

Abro mis ojos, y por primera vez me da tanta felicidad verlo.

Cuando logra alcanzarme, me aferro a el como una sanguijuela.

- ¿ Acaso no sabes gritar niña tonta?

- Ariel... ¿Que esta pasando? ¿Quien es él?

- No te preocupes - me dice.

- Yo diría que si debería preocuparse... - dice el hombre- sigo aferrada a Ariel y no me importa en absoluto mirarle la cara.

- ¿¡Que te pasa estúpido!? - grita Ariel alterado.

- Pues te dire... Tu más que nadie sabe que me estoy quedando sin tiempo, y que si yo muero todos en el Olimpo también mueren.

- ¡Eso no te da derecho a matar a alguien!

- ¿Que importa? Es una simple e insignificante humana, no tiene ningún valor.

Después de escuchar eso, siento como somos golpeados y vuelvo a caer, pero esta vez ya no estoy conciente de mi misma.

Ariel

Recibimos un golpe de su parte, y ambos, Mía y yo salimos disparados por el aire.

El golpe no me afecto en lo absoluto, pero por el impacto, sin querer solté a Mía, y ha vuelto a caer.

Trato de alcanzarla, pero él vuelve y se interpone en mi camino.

- ¿ A donde vas? No hemos terminado.

- ¡Muévete de mi camino imbécil! - le digo enojado, viendo que Mía sigue callendo.

- Ariel, Ariel, ariel... Deberías bajarle algo a tu enojo, te saldrán arrugas.- dice riendo.

Y hasta aquí llegue, comienzan a salir rayos y relámpagos de mi cuerpo y el tiempo se detiene.

Veo su mirada llena de terror, estoy a punto de darle un golpe, que en la situación en la que se encuentra, acabaría con su vida, cuando toma la mejor decisión, que es desaparecer de mi vista.

Vuelvo mi vista hacia Mía y ya esta demaciado serca del suelo. Cambio la gravedad, por lo cual, ya los objetos no son atraídos al centro de la tierra y comienzan a flotar, y Mía que una vez estaba callendo, ahora esta flotando.

La tomo entre mis brazos, pero sigue inconciente, vuelvo todo a la normalidad y decido llevarla a mi casa.

* * *

Mia

Comienzo a abrir mis ojos lentamente, el resplandor del Sol me molesta un poco, pero no demaciado, observo el lugar en donde me encuentro y no es mi habitación, y cabe destacar que la cama esta muy cómoda,la habitación es extremadamente hermosa, completamente blanca con toques plateados.


 

 

Ya que esta no es mi habitación, supongo que Ariel me trajo a su casa.

Me levanto y me doy cuenta de que tengo una pijama blanca de dos piezas, y no puedo evitar pensar en que Ariel vio mi cuerpo desnudo. Por dios, me quiero morir.

Me levanto de la cama, y salgo de la 
habitación. 
Y wou.... Es increíble, ni siquiera es una casa, es como si me transportara a otro lugar. Algo así como un jardín.


 

 

- No te queda nada mal el pijama- dice.

Me doy la vuelta, la puerta por la que salí ya no esta, y la persona que habló, efectivamente es Ariel. Quien esta sentado en una mesa con una tasa de café y un libro. 
Para ser sincera su cuerpo y su rostro le hacen justicia a las palabras dios griego. 
Esta vestido de blanco con su cabello hacia atrás, lo cual lo hace ver más apetecible.


 

 

- Me gustaría saber como llegó este pijama a mi cuerpo- le digo cruzando mis brazos sobre mi abdomen.




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