Agápe

CAPÍTULO 8

Laberinto

Aparece una puerta tras de mi, entro y me lleva nuevamente a la habitación en donde estaba al principio, entro al baño, me baño, cepillo mis dientes, me hago un moño alto y salgo.

Cuando salgo, hay un vestido blanco en la cama. Me visto y abro la puerta para salir. Pero no salgo al jardín de antes, esta vez parece una casa común y corriente, una casa bien grande. Me dirijo a la cocina, donde se encuentra Ariel.

- Aquí esta el desayuno. - Dice, mientras me entrega un sándwich y una batida de fresa- ¿Es lo que te gusta no? - me pregunta

- Si- gracias le agradezco

- Vamos

Tomó mi desayuno y lo sigo, abre una puerta y salimos al jardín de antes. Me siento en la mesa y comienzo a darle cariñitos a mi sándwich y a mi batida.

Estuve a punto de morir por un estúpido anoche. Así que disfrutare mi desayuno, no se cuando morire.- Quizás vivas unos días más, tranquila.

- Eso no es gracioso- le digo, entrecerrando los ojos. Mientras el se rie. 
- ¿Quien era?-le pregunto

- Un amigo- dice serio, tan serio que da miedo

- ¿Enserio crees que me voy a creer esa estupidez de que es un amigo? Que amigos tan estúpidos tienes.

- ¿Tenemos que hablar de eso? - Me pregunta.

- ¡Pues si!, ese "amigo" tuyo, estuvo a punto de matarme anoche.

- Pero no lo hizo.

- Pero estuvo a punto de hacerlo.

- ¡Pero no lo hizo!, solo come para llevarte a casa.

- Oh no, no volveré a casa, ese psicópata sabe donde vivo, y si vuelve?

- Ve a casa de una amiga

- No, si es igual que tu sabrá donde encontrarme.

- ¿y que pretendes hacer?- me pregunta

- Pues ¿no es obvio?, quedarme aquí en tu casa.

-Sigue soñando.

- Andale.. - le digo haciendo cara de cachorrito.

- Eso no funciona conmigo cariño- dice riendo.

- Ya. Hablo enserio. No volveré al departamento, y sabes que es verdad, así que me quedo.

- Bueno. Lo que digas. Yo tengo que salir, así que haz lo que quieras, te dejaré las puertas disponibles.

Después de eso desapareció.

Término mi desayuno y comienzo a matar el tiempo paseando por el jardín.

Ariel

He dejado a Mia en casa, tengo que concentrarme y seguir buscando

Ya le he dado la vuelta al mundo, Francia, Estados Unidos, Corea del Sur, Corea del norte, Japón, China, Alemania, España.... Y no he encontrado nada, lo que buscó puede estar frente a mis ojos y no sabría que esta ahí, pues fue creada para no ser encontrada por dioses, y si un humano lo encuentra sería peligroso.

Mia

Ya es hora de almuerzo, voy a la cocina para ver que hay.

Abro la nevera y comienzo a buscar, saco pasta de Spaghetti, vegetales y todo lo que necesito para hacer unos spaghettis como me gustan.

No tengo mi cel, por lo que no tengo redes sociales ni juegos para entretenerme, en lo que estan los spaghettis.

Después de 25 minutos ya están listos para servir.

Me voy a la Sala de estar y enciendo la tv para ver si encuentro algo, por fortuna encuentro una de mis películas favoritas: I Before You.

Tienen que ser como las 3 de la tarde y tengo un aburrimiento de mierda. Y todo por el estúpido de anoche.

Diana debe estar preocupada, salí sin decirle nada, bueno no es que halla sido mi elección, y un secuestro no se avisa asi que... No es mi culpa.

Me levanto del sofá y comienzo a dar vueltas por la casa, cabe recargar que es hermosa y extremadamente grande, al fin y al cabo aquí vive un "Dios".

Entro a la habitación en donde me encontraba y decido darme un baño para refrescarme.

Salgo y me pongo el mismo vestido porque no tengo más.

Cuando salgo de la habitación, sigo con mi recorrido. Que aburrimientoooo!
Entró a una habitación y esta es diferente a las demás, seguro la de Ariel.

Entro y hay una pared llena de hojas con un lenguaje extraño que obviamente no entiendo. Me recuesto en su cama y me quedo dormida.

Ariel

Ya estoy cansado de dar vueltas sin encontrar nada. Así que decido volver a casa para descansar un poco. Me transporto directamente a mi habitación y para mi habitación, y para mi sorpresa esta dormida en mi cama.

Esta mañana tenía un moño alto y ahora su pelo se encuentra suelto, se ve tranquila y relajada y aún lleva el mismo vestido de esta mañana.

Vine a descansar, y no pretendo dejarle mi suave y cómoda cama. Me acuesto a su lado y cierto los ojos para descansar.

Mia

Comienzo a abrir mis ojos lentamente, y frente a mi esta Ariel, tés blanca y tersa, su pelo revuelto, y su respiración suave y relajada.

¿Hace cuanto esta a mi lago?

- Si fueras Cleopatra ya sería estatua.- dice con su voz ronca

No digo nada y sigo enbelezada recorriendo cada fracción de su rostro.

- ¿Acaso estas sorda? - dice, mientras se recuesta de un costado que nos hace quedar frente a frente. Y por segunda vez mi corazón se acelera como loco.

- Si tu corazón.... - no lo dejo terminar

- Callate- me levanto y salgo de la habitación.

Mierda, ¿Que me pasa?

-¡ Si quieres te doy un besito para que te calles!- lo oigo gritar desde la habitación.

Bendito estúpido.

Salgo al jardín y ya es de noche. Es tranquilo y esta fresco.

Me siento en un Banco y recuerdo las ultima vez que se me aceleró el corazón, las cosas que dijo Ariel la primera vez no tienen significado alguno, y esta vez ni siquiera habló, solo me miro frente a frente, y eso bastó para darle un salto a mi débil corazón.

Después de un rato entró a la casa nuevamente para prepararme algo de cenar. Cuando entró Ariel esta ahi, y lo primero que se me pasa por la mente es devolverme,pero antes de poder hacerlo me detiene.

- Ven a cenar, ¿A eso viniste no?

Asiento con la cabeza sin decir nada y tomo asiento sin apartar la mirada de la mesa.

- ¿Te comió la lengua el gato? Estas muy callada. - me dice.




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