Eres mía...
Ha pasado una semana, desde que ví a Ariel, es raro que no halla venido a molestar.
Diana y yo nos encontramos en nuestra cafetería favorita desayunando.
- Invite a Kim a la graduación, dice que llevará un amigo, así seremos cuatro.
- No es necesario.
- Lo se, pero el insistió.
Ya mañana nos graduamos, y estoy emocionada.
- Supiste que encontraron una piedra zafiro? - dice un chico en la fila.
Lo que me recuerda aquel sueño que tuve, donde justamente mencionaban una piedra zafiro, pero esta era azul. ¿Por que habré tenido ese sueño, ni siquiera conozco a esas personas, es más, ni parecían de este siglo, parecían un tipo de vestimenta de los dioses griegos.
Espera, dios griego... Zeus... Ariel...
Es más que evidente que el estúpido de Ariel esta detrás de esto, y cuando tiene que aparecer no aparece.
Me levanto de la mesa y camino hacia la fila. ¿A donde vas? Me pregunta Diana, pero hago caso omiso.
- Oye- le digo al chico
- ¿Si? - Responde
- ¿De que color es la piedra zafiro que encontraron?
- Ah, es amarilla.
- Ya..., gracias- me doy la vuelta para irme, pero me detiene.
- Disculpa, ¿ por casualidad eres lapidaria?
- ¿Que? No- digo riendo
- Ah, y por que la pregunta... - haciendo énfasis en que le diga mi nombre.
- Mía.
- Eso significa que puedes ser mía?
- Puede ser- le contesto riendo.
Bueno, pues... Mucho gusto... - esta ves soy yo quien hace énfasis a que me diga su nombre.
-Érick. - dice poniendo una sonrisa. - igualmente mía.
Luego de esto, vuelvo a sentarme.
- Uuy, ¿de donde lo conoces? - me pregunta Diana con su cara perversa.- es guapísimo.
Y tienes razón en lo de guapo, tez clara, ojos verdes, cabello Rubio y alto.

Luego de un rato, Erick se acerca a nuestra mesa.
- ¿Puedo sentarme con ustedes?
- ¡Pero claro!- dice Diana muy emocionada, mientras yo le doy una mirada asesina.
Unos minutos después terminamos de desayunar.
- Quede de reunirme con Kim, los dejo- dice Diana mientras se para- Un placer conocerte Erick, por favor cuida a mí amiga...tiende a desaparecer- le dice guiando un ojo para luego marcharse.
Después que Diana se va, decimos ir al parque a caminar, y sin darnos cuenta ya son las 1 de la tarde, por lo que decidimos ir a almorzar.
- Yo invitó el almuerzo, vamos- dice con una sonrisa.
- Esta bien. - le respondo de igual manera.
Vamos a un restaurante y ordenamos.
Pero nuestras conversaciones no quedan aquí, siguen, y cada vez son más interesantes, tenía tiempo que no me sentaba a hablar con alguien así.
Cuando salimos del restaurante ya son las 3 de la tarde, pues causa las conversaciones son fluidas...el tiempo pasa volando.
Lo que más me molesta son aquellas conversaciones forzadas, eso quiere decir que lo que más prefiero al momento de hablar con una persona, son las conversaciones fluidas, aunque se este hablando se cosas sin sentido.
Recibo una llamada de Diana, y decido contestar.
- ¿Dime naca?
- Aun estas con Erick?
- Que te importa.
- Eso quiere decir que si-dice riendo- Iré con Kim al Departamento, vengan ustedes también para tomar unas copas.
- Esta bien. - le digo- Erick, ¿tienes algo que hacer ahora?
- Depende... ¿Que pasa?
- ¿Quieres ir a tomar unas copas a mi casa?
- Pues en ese caso, estoy totalmente libre- dice riendo.
Comenzamos a caminar ya que el Departamento esta serca. Unos minutos después, llegamos.
- Adelante- le invitó a pasar.- hola Kim!
- Hola mía!
En la última semana Kim y yo nos hemos vueltos más sercanos, es muy cool, y tenemos varias cosas en común.
- ¿Lista para mañana? - me pregunta.
- ¡Pero clarooooo! - se ríe por mi alegría, y yo le sigo el juego- toma asiento Erick- le digo con una sonrisa. - Kim él es Erick, Erick él es kim- los presento.
Los dejo solos y voy a la habitación de Diana.
- Estas lenta con kim- le digo riendo, mientras suelto mi bolso.
- Todo a su tiempo beby...todo a su tiempo...- dice, giñando un ojo.
Salimos de la habitación, y buscamos la botella de vino, la abrimos y servimos.
Después de acabarnos la botella,Diana propone jugar el típico juego de la botella.
Nos sentamos en círculo, y yo le doy la primera vuelta a la botella, donde quedan Diana y kim.
- ¿Que les pongo...? - les digo, mientras pongo mi cara de malicia.- comencemos lento, Kim, dale un beso en el cuello a Diana.
Este no lo duda ni un segundo se levanta y le da el beso, lo que ocasiona que Diana se ponga rojo como un tomate.
- Me toca- dice Diana
Le da la vuelta y queda apuntando hacia mi y hacia Erick.
- Erick...dale un beso bien apasionado a Mía. -dice, copiando mi cara de malicia. - pero si no quieres, puedes beber.
Pero Erick no bebe, se levanta y me besa, y dios, que bien besa, el beso cada vez se intensifica más, y sin darme cuenta estoy acostada en el suelo con el sobre mi, y mierda que se siente bien, sus manos rozando mi cuerpo, sus labios húmedos, carnosos y suaves hacen una combinación perfecta.
Recuerdo que estamos delante de Kim y Diana, y me separo de golpe, aunque en realidad era que se me acaba el aire, pero... Los ojos que estoy mirando no son verdes, son esos azules como el mar, los azules ojos de Ariel que me cautivaron desde la primera vez, me separo más, y al igual que yo le falta la respiración, me detengo a mirarlo por unos segundos...unos segundos que no duran mucho, pues corto la distancia que nos separa, volviendo a unir nuestros labios, para profundizar el beso una vez mas, y sin control alguno, vuelve a caer sobre mi, dejando besos húmedos por mi cuello, para luego luego volver a mis labios dando pequeños mordiscos que me hacen querer más, mientras pasa sus manos por mis muslos, subiendo lentamente por debajo de mi blusa, dejando caricias exquisitas, mientras yo envuelvo su cuello con mis brazos, pasando una de mis manos por su cabello, aferrandolo más a mi, pero nos separamos por falta de aire, y apoyamos nuestras frentes, con la respiración acelerada.