Agápe

CAPITULO 21


Futuro esposo...

2 horas después me despierto.

- Ya despertó la bella durmiente- me dice Ariel.

- ¿No pudiste decir algo más original? - le digo mientras me estiro un poco.

- No quiero- dice mientras se acerca para darme un beso en la mejilla, pero lo esquivo. - ¿Todavía estoy de castigo? - pregunta, dejándose caer en el asiento en forma de derrota.

- ¿Que comes que adivinas mi amor? - le digo en forma de burla. Mientras su respuesta es una mirada asesina. - Que sexi te ves con esa mirada... - le digo mordiendo mi labio inferior para molestarlo un poco más. Lo cual consigo. - Iré al baño - le digo, mientras me paro.

Voy al baño, hago mis necesidades y decido volver a mi asiento.

- ¿Mía? - dice alguien a mi espalda. Me doy la vuelta para ver quien es y me encuentro con Borís.

- Borís, Hola- le digo, mientras el se levanta para darme un abrazo.

- ¿También vas a Hawai? - Me pregunta.

- Si, iré a ver a mis padres.

- Ya veo. Yo vengo de vacaciones.

Noto que tiene una venda en su brazo izquierdo y la curiosidad me ganá.

- ¿Que te ha pasado? - le preguntó apuntando su brazo.

- Ah, ¿esto? No me ha pasado nada tranquila. - dice, para luego quitarse la venda. Y debajo de esta no hay nada.

- Ya... - le digo extrañada. - Bueno pues... Nos vemos al aterrizar o por ahí.

Regreso a mi lugar y me siento.

Esta vez es Ariel el que se duerme, mientras yo veo series, películas, y pido algunas cosas de comer para entretenerme durante las 5 horas que quedan.

Cuando estas pasan despierto a Ariel, pues ya vamos a aterrizar.

Aterrizamos, buscamos las maletas y decidimos pedir un Taxi.

- Me encontré con Borís en el avión. - le dije.

- ¿Enserio...? ¿ Y que hace aquí? - dice mientras pasa su maleta a la otra mano, para después tomar mi mano con la mano que ahora esta libre.

- Dice que viene de vacaciones.

- ¿ Y tu que le dijiste?

- ¿Esto es un interrogatorio o que? - le pregunto, copiando las palabras de nuestro primer encuentro.

Se detiene y me mira con una sonrisa, que me dice que sabe de donde estoy aprendiendo. Para luego acercarse y darme un beso en la mejilla.

- Si, si es un interrogatorio- dice, después del beso. - Ya tengo el derecho de hacerte todas las preguntas que quiera.

- Oh si... No me digas- le respondo, para después soltar su mano y acelerar el paso. Pero vuelve a tomar mi mano.

Otra hora después llegamos a casa de mis padres, busco las llaves bajo la maceta y abro la puerta.

La casa de mis padres es amplia y cómoda, cuenta con 4 habitaciones, 3 baños, cocina, Sala de estar, comedor, terraza, piscina y ventanales que dejan entrar luz solar, lo que también nos permite ver la playa y, aunque no se ve bien, por lo lejos que esta, uno de los volcanes más famosos de Hawaii. El Mauna Kea.


 

 

Le muestro a Ariel toda la casa, luego del recorrido, bajamos a la cocina.

- ¿Quieres algo de comer? - le preguntó, ya que aquí son las 1 del medio día, en Canadá vienen siendo las 6 de la tarde ya.

- Depende... - dice mientras se acerca a mi. - Si el platillo que me ofreces eres tú... Pues dejame decirte que estoy hambriento- dice, para luego morder mi labio inferior, y besarme mientras me acorrala en la isla de la cosina, colocando sus manos en mi cintura, para sentarme en esta, lo cual me hace sonreír entre sus labios.

- Si sigues así... Me haces difícil imponerte el castigo. - digo entre sus labios. - los besos son como una droga para nosotras la mujeres. - digo, colocando mis brazos al rededor de su cuello para atraerlo a mi.

- Ese es el objetivo...- dice, para dejar mis labios e irse a mi oido- Hacerte adicta a mí- susurra. - Pero, tendremos que dejar esto para después dice. Para luego desaparecer y aparecer sentado en el sofá. - Mis suegros están a punto de entrar- dice apuntando la puerta.

Y en ese mismo instante veo a mis padres entrar por la puerta.

- ¡Cariño! Llegaste. - exclama mamá.

- Hola mamá- le saludo, mientras le doy un abrazo. Para luego dirigirme hacia mi padre y abrazarlo.

- Mi pequeña- dice. ¿Como haz Estado?

- Bien pa.

Mamá toma mi rostro y me analiza.

- ¿Que le pasa a tus ojos? - me pregunta.

- Nada mamá, son lentes de contacto.- miento.

- Nose para que se los pone si sabe que sus ojos son hermosos- habla Ariel, captando la atención de mi padre. - Mucho gusto señora Williams, soy Ariel, novio y futuro esposo de Mía. - Le dice, mientras toma su mano con una sonrisa.

Mamá por otra parte, no responde. Parece que al igual que yo, quedó Flechada por tanta belleza.

Ariel me mira...

- ¿Que le pasa? - piensa mientras se ríe.

- Creo que eres demaciado para ella- le respondo.

- Para ti tambien- responde, haciendo que se gane una mirada asesina de mi parte.

- Cariño- habla mi padre, haciendo que mi madre vuelva en si.

Se ríe y habla- El gusto es todo mio- dice riendo.

- Mucho gusto señor Williams- dice, soltando la mano de mi madre, para sostener la de mi padre.

- El gusto es mío joven - le responde mi padre con una sonrisa.

- Mía- me llama mi madre

- Ayúdame a guardar las compras.- dice arrastrandome con ella.

-Pero si acabo de llegar...

- Yo le ayudo- dice Ariel

- No te preocupes mi niño, Mía lo hara- le dice con una sonrisa.

Increíble, acaba de llegar y ya lo tienen como un niño mimado.

Mientras mi madre y yo arreglamos las compras Ariel y mi padre toman asiento es el sofá y comienzan a platicar.

- Físicamente es un buen partido- me dice mamá con su cara de pervertido.

- Física, emocional, espiritual, desde arriba, desde abajo, desde serca, y desde lejos es un buen partido mamá.le digo.

-¿Y besa bien?- Me pregunta.

- Si mamá, besa bien- le digo riendo.




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