Agápe

CAPITULO 23

Tenemos que hablar... 
 

Yo me pongo al día con Emily, mientras Ariel y mis hermanos juegan PlayStation 5.
 


- ¿Donde aprendiste a jugar? - le digo en pensamiento al mirarlo.

- Tengo años observando-responde.

- ¿Quieres decir que tienes años acosandome?

- Ya quisieras- responde, y sonríe.

1 hora después, estamos todos en el comedor sirviendo la sena, donde mamá ha decidido preparar platillos típicos de Hawaii.

El lomi lomi: se compone de salmón asado a fuego muy lento que se acompaña con tomate triturado y cebolla.

Kalbi ribs: Consiste en un plato caliente compuesto de costillas de cerdo cocidas con salsa de soja y sésamo.

Y de postre malasadas: Son panecillos esponjosos rellenos de crema y chocolate .

Terminamos de comer, y nos quedamos hablando un rato en la mesa.

- En hora buena hermanita- dice Jeison. - parece que te cansaste de las salchichas y preferiste buscarte un novio.

Todos rien, incluso casi se atragantan con la comida, y yo me río de eso.

- Tranquilo Jeison- dice Ariel-me aseguraré de que no tenga que volver a usar salchichas- dice mirándome, mientras disimuladamente pasa su mano en mi entrepierna. Lo cual hace que me recorra un escalofrío por todo el cuerpo, pero lo ignoro.

- Son unos asquerosos- les digo. Me levanto de la mesa y me dispongo a ir a mi habitación.

- ¡Pero no te enojes hermanita! - Exclama Jeison, mientras todos rien.

Llego a mi habitación, busco mi cel y decido escribirle a a Diana para saber como esta y gracias a Dios me responde de inmediato.

Unos minutos después, decido bañarme, y ponerme mi ropa para dormir. Aunque no me dormiré ahora.

Me tiro en la cama a usar mi cel, y justo cuando recuerdo que tengo que hablar con Ariel sobre lo que me esta pasando, tocan la puerta.

- Pasa- digo, sin apartar la vista del celular.

- Tu madre me dijo que me tocará dormir contigo. - dice Ariel.

- ¿¡Que!? ¿Por que? - digo, levantando mi cabeza. Actuando, porque me encanta la idea.

- Pues... Jefferson y su esposa tomaran una habitación, Jeison otra, tus padres tienen una, y yo me quedaré contigo- dice, acostándose a mi lado, para abrazarme.

Le correspondo el abrazo, ya que me siento muy cómoda, por que también me encanta su cuerpo y porque nose como comenzar, y decirle.

- Solo habla... - dice.

- Primero ve a bañarte, te esperare en la playa- le digo, dándole un beso en la mejilla.

Ambos nos levantamos, el va al baño y yo a la playa.

Cuando llegó, me detengo a contemplar la vista, que es hermosa, realmente hermosa. 
La Luna que con su luz ilumina todo, y al rededor, las estrellas que la acompañan, destacan sobre el cielo oscuro y totalmente despejado.

Me olvido de todo, disfrutando lo bien que se siente estar respirando aire fresco, mientras escuchas el sonido de las olas del mar, sin nada que interrumpa.

Unos minutos después, siento que alguien me abraza por detrás, al principio me asusto, por el tacto inesperado, pero se que es Ariel.

Nos quedamos unos minutos sin decir nada, aprovechando la vista que esta frente a nuestros ojos, y se lo agradezco, por que algo me dice que en unos minutos, el ambiente no será así de tranquilo.

Inhalo, exhalo y hablo.

- Tomemos asiento. - le digo. Y sin decir nada ambos tomamos asiento sobre la arena. - Ariel... - comienzo- Supongo tienes una razón de estar aquí, en esta parte de la tierra... ¿Cuál es?

- Estoy buscando algo. - dice, mirando la Luna.

- Y... ¿Que es lo que buscas?

- Una piedra muy importante... Llamada Zafiro Azul- dice, volteando a verme.

Y en ese momento, no puedo disimular, arrugado el ceño, pues recuerdo los sueños, en donde mencionaban esa roca, en donde ví que conversaban con respecto a esa roca.

Ariel se da cuenta de mi expresión y habla.

- ¿Que pasa?

- Comenzaré a hablar, y cuando termine hablas tu. ¿Bien? - asiente. Nos movemos un poco y así quedamos frente a frente. Por lo que comienzo a hablar. - He tenido sueños... En donde hablan sobre esa roca- Inmediatamente, veo como su semblante cambia. - Me pareció extraño, pero no le di importancia. Y eso no ha sido lo más extraño, una noche, se rompió una botella de vino, cuando fui a recoger los trozos, me Corte, pero cuando fui a buscar algo, para parar el sangrado, la herida, ya no estaba. Luego comencé a escuchar los pensamientos, lo haz visto bien. Y estos, no son lentes de contacto, ayer me moleste por algo y de repente se tornaron así- digo apuntando mis ojos. Y Ariel cada vez parece más asustado- Eso no es todo. Ayer en la noche entró a mi habitación quien me secuestro la última vez, intentando tocarme, pero algo le impedía pasar, el me contó que trabajas para el o algo así, y que había ido a comprobar algo, dijo que estuvo en la fiesta de graduación y que ustedes se vieron cuando fuiste a buscar el ramo de flores, de repente lo que le impedía tocarme desaparecio, cuando salto hacia mi, me aleje, pero salió fuego de mis manos- digo levantando mis manos ligeramente- y luego, en su segundo intento, de mis manos salieron rayos Ariel. Así que, quiero que me expliques que rayos me esta pasando...

Ariel esta atónito, y aún no ah dicho nada.

- Di algo...

- No tengo una explicación para eso... Los poderes no se pueden pasar de dioses a personas.

- ¿Entonces que es lo que me pasa?

- No lo se... Pero cuando te toco, siento electricidad y un sin número de sensaciones pasando por mi cuerpo. Ayer... Por eso me detuve... Tuve algo así como una visión mientras besaba tu cuerpo, y cuando te lleve de regreso mis poderes se alborotaron, me sentía más fuerte... Como lo describió... - y deja de hablar.

Ariel

Me pongo de pie, tomo a mía entre mis brazos y me teletransporto a la casa. La dejó a un lado, y comienzo a formar un escudo alrededor de toda la casa. Pues en cualquier momento Zela podría aparecer, ya sabe que si la toca, sus poderes regresan, se hace más fuerte.




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