Agápe

CAPITULO 28

Entrenamiento... 
 


Zela

-Supongo que si estas aquí es algo importante... ¿ Como esta todo allá?

- Ariel llevó a su novia... - me dice.

- ¿Y eso por que?

- Ella es el zafiro azul, así que...él y sus amigos la entrenarán y le enseñaran a usar sus poderes...

-¿¡Que!? ¿Me estas diciendo que tuve el zafiro azul en mis manos y lo deje escapar? - digo alterado.

- ¿La tuviste?

- Si, incluso tome de su sangre... He Estado haciendo pruebas... Pero los poderes no duran mucho aunque aumente la dosis... Lo peor es, que cada vez estoy más débil.

- ¿Y que haremos? Están planeando usarla para volver a los dioses a la normalidad. Sin contar que si completan su entrenamiento no tendrás oportunidad para volver a ponerle un dedo encima... Tiene los poderes de los dioses más poderosos del Olimpo.

- Callate... Eso ya lo sé... Algunos poderes son difíciles de controlar, aun tenemos tiempo.Solo intenta que no te descubran. Actúa como tu gemelo... No hagas que duden de tí.

Mía

Hoy es el segundo día de entrenamiento, y vaya que ha sido difícil...

Conforme a lo que han dicho cada uno me entrenará por día. Ayer entrené con Jeys, y no sólo su nombre me recordó a mi mejor amigo, su actitud también, su alma libre y divertida. Trató de enseñarme a controlar el agua, y tuve que concentrarme mucho... Demaciado diría yo. Pero por lo menos logre hacer un anillo de agua gigante, y me obligó a mantenerlo a flote por 10 minutos.


 

 

Me explicó que, si aprendo a controlar bien el arte del agua, sería capaz de cortar a una persona la mitad. Se escucho muy way y atemorizante a la vez.

Hoy me toca entrenar con Jessica. Y quedamos de encontrarnos en un jardín.


 


- Mía.

- Buenos días Jessica- le digo con una sonrisa.

- Buenos días ¿coml te fue ayer? - pregunta con una sonrisa. -Jeys te trató bien?

- Si, logre hacer un anillo de agua.

- Eso es un gran avance, te felicito.

- Muchas gracias- le respondo con una sonrisa.

- Yo te enseñare a controlar la vegetación, tanto para luchar, que es lo que necesitamos ahora, como para aprovecharla para la vida. Lo primero que haremos es enseñarte a controlar una flor, mañana lo haremos bajo el agua, con algas marinas, y todo lo que puedas usar en defensa propia. Comencemos.

Comienza a explicarme todo lo que debo hacer, sentir y escuchar para poder controlar la flor que se encuentra frente a mí.

Ariel

- Se te nota la preocupación en la cara- dice Marco lanzando una bola de fuego.

- Porque lo estoy- Digo, apagando el fuego con una ola de agua.

Ahora mismo, nos encontramos entrenando, tenía tiempo sin hacer esto.

- Ay, que lindo... El niño esta enamorado.

- Callate- digo mientras me alzó en el aire para patear su bello rostro, pero lanza una ráfaga de aire lanzandome hacia atrás. - Haz mejorado mí niño. -le digo en forma de burla.

- Hazme el favor y retracta lo que dijiste antes de que... - no lo dejó terminar, pues ya le he depositado un golpe, haciendo salir una columna de piedra del suelo.

- ¿Que decías? - le pregunto riendo.

- Se me quitaron las ganas de terminar la oración- dice, apareciendo detrás de mí, encerrandome en una burbuja de agua. Me teletrasporto y le doy un golpe en el abdomen.

Unos minutos después terminamos de entrenar.

-Iré a ver a mí novia- Me despido.

Cuando llegó al jardín encuentro a Mía controlando una girasol gigante. Que supongo ella misma lo hizo crecer así.

- Pero si ya eres toda una experta... -digo haciendo que pierda el control, por lo que el girasol termina golpeandome.- No quería una demostración de lo que le harás a Zela.- digo riendo, mientras me pongo de pie.

- Lo siento... - dice acercándose a mí.

- ¿Tu que dices Jessica...¿ ¿Tenemos esperanza? -le pregunto

- Afortunadamente si... - responde riendo. - Tomaremos una pausa para descansar y comer. En 2 horas volvemos...

- Esta bién- dice Mía.

Nos dirigimos a mí casa y almorzamos.

- ¿Que tal el entrenamiento?

- Rayos... Es agotador... - dice, dejándose caer en la cama.

- Puede ser- digo riendo. - Entonces duerme un poco. - y antes de que pueda terminar la oración, ya lo esta. Unos minutos después... La acompaño del otro lado.

Mía

- Levántate ya... - escucho a Ariel. - abro mis ojos lentamente, acostumbrando los a la luz.

-¿Ya es hora? - pregunto aún con sueño.

- No exactamente... Pero te desperté antes por si quieres darte una ducha y refrescarte un poco antes de volver a entrenar.

Me levanto de la cama, y entró al baño para darme una ducha, cuando salgo Ariel aún está ahí.

- ¿Tú cuando me entrenaras?- le pregunto.

- Yo seré el último... Pondré a prueba todo lo que ellos te enseñaran.

- ¿Tú no me enseñaras nada? - le pregunto.

- Si, a usar Rayos.

Salimos y ambos tomamos caminos diferentes.

Cuando voy de camino al Jardín me encuentro con Pacific.

- Mía... ¿Como te va en los entrenamientos?

- Hasta ahora bien- respondo con una sonrisa.

- Que bueno.

Estamos por seguir nuestros caminos cuando me detengo para preguntarle algo.

- Por cierto... ¿Cuando tomaras la prueba de mi sangre para ver si puedes ayudar a los dioses?

- Se me había olvidado...

- ¿Se te olvido algo tan importante como volver a tú padre a la normalidad? 
-pregunto extrañada. - Ariel me contó que Poseidón es tú padre... Que son muy Unidos y que te importa mucho... 
Me resulta extraño que se te olvide algo tan importante.

- No es que no me importe- dice avergonzado- he Estado probando varios antídotos y he Estado distraído... 
Pero cuando termines de entrenar, por favor pasa a mí casa para hacerte las pruebas- dice con una sonrisa de labios cerrados.




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