Agápe

CAPITULO 29

                            Traidor.

Cuando terminamos de entrenar, me voy a casa de Ariel, cuando llegó no esta. Así que, me baño, y me pongo ropa cómoda para ir a casa de Pacific a hacer la prueba.

Llego a su casa y entro.

-Hola... - digo, para ver si esta, pero no contesta.

Me adentro en la casa y me siento en el sofá, 5 minutos después llega.

- Ya llegaste- dice con una sonrisa.

- Si... ¿Que debo hacer?

- Dame unos minutos... Tengo que buscar algunas cosas, siéntete como en tu casa- dice con una sonrisa para luego salir de la casa.

Me pongo de pie y comienzo a dar vueltas por la casa, es muy bonita... Y grande. Unos minutos después escucho un ruido, golpes que se repiten una y otra vez. Rayos... Esto parece una película de terror... Solo falta que halla alguien encerrado aquí. Comienzo a buscar el sonido... Abro una puerta en donde hay un clóset... Y mi corazón se detiene, pero gracias a Dios no hay nada.

- Bebo estar imaginando cosas.

Unos segundo después, vuelvo a escuchar los golpes... Justo a mi lado... 
Pero solo hay una pared de piedra, por lo que se me ocurre comenzar a tocar cada una de ellas. Para algo deben servir todas las películas que eh visto. Y sorprendentemente una se hunde, abriendo una puerta que se encontraba camuflada, cuando entro,esta se cierra, dándole el último toque de terror que faltaba.

-¿Por que tendría una habitación oculta? - de repente, veo como a alguien que sale de mí lado, y por el susto que me llevo caigo al suelo. - ¿Pacific? - me sorprendo, algo no esta bien... Pacific esta con los pies y manos atadas, y un palo en su boca que le impide hablar. Me acercó y le retiro el paño.- ¿Que esta pasando...? ¿Quien eres? - Pregunto.

- Ayudame... - suplica.

- ¿Quien eres tú?

- Soy Pacific.

- Si tú eres Pacific... ¿ Quien es el que esta allá afuera?

- Es mi hermano gemelo. Tu debes ser Mía, te responderé todos después... No tenemos tiempo... Volverá en cualquier momento... Por favor ayudame...

- No se como... ¿Hay una salida por aquí?

- Si, desatame, yo nos sacaré.

- ¿Como se que dices la verdad? -le pregunto.

- Si el Pacific que esta allá afuera, fuera realmente bueno... ¿Por que tendría a su hermano gemelo encerrado en contra de su voluntad? Y si yo fuera el malo... ¿No crees Pacific le hubiera dicho a Ariel que me tiene aquí encerrado? Después de todo... Yo y Ariel somos mejores amigos.

- Buen punto. - comienzo a desatarlo, y cuando lo desató por completo, comienza a buscar la salida, cuando la hallamos salimos a un bosque. - Estamos cerca de la casa de Ariel? - le pregunto.

- Si- me responde.

- Bien... Entonces tu vete... Yo volveré y haré como que nada ha pasado... Por favor avisale a Ariel, nose que puede hacer conmigo.

- ¿Estas segura? - Pregunta.

- Si. Ya vete.

Nos separamos y vuelvo a entrar a la casa, y justamente cuando me siento en el lugar en el que estaba llega.

No puedo mentir... Estoy aterrada.

Despejó mi mente, así no lee mis pensamientos, ya hago como si nada ha pasado.

- Te tardaste- le digo.

- Si, lo siento... No encontraba lo que buscaba.

- Antes de comenzar... ¿Puedo ir al baño?.

- Claro, 3 puerta a la izquierda.

Me levanto y me dirijo hacia el baño. 
Ariel llega... Aún no se usar mis poderes... No puedo defenderme si algo llega a pasar...

Me quedo aproximadamente unos 5 minutos en el baño tratando de ganar tiempo. Y salgo.

- Listo... Digo cuando llego a su lado.

- Bien...

- ¿ Como lo harás? - pregunto mientras me siento.

- No estoy seguro... Primero te sacaré sangre y pondre una gota en uno de los dioses a ver si sucede algo... Si no sucede nada trataré de unirla con otros elementos...

- Esta bien... Y... ¿Haz hecho esto antes?

- Estas haciendo muchas preguntas...

- Es que soy muy curiosa... - digo riendo. - Dicen que el inteligente no es el que no pregunta, si no el que pregunta, porque siempre aprende algo nuevo.

- Ya veo... - Justo cuando va a comenzar el procedimiento, tocan la puerta.

Uff, gracias a dios...

Se levanta, se dirige a la puerta y la abre.

- Ariel... ¿Que haces aquí?

- Buscó a Mía... ¿Esta aquí?

- Si, vino a hacerse la prueba.

- ¿Ya la hicieron?

- No, estábamos a punto de hacerla...

- ¿Pueden hacerla mañana?

- Si claro... No hay problema... Prefecto...

- Desde que los dioses se volvieron piedra estuviste día y noche buscando soluciones... Y ahora que tienes al zafiro azul en tus manos para salvar a los dioses incluyendo a tu padre... ¿Estas dispuesto dejarlo para otro día? El amigo que conozco nunca dejaría pasar una oportunidad así... Maldito traidor...

Y en ese momento el gemelo de Pacific abre los ojos como dos platos.

- ¿Q.. Que quieres decir Ari?

- No me llames así... ¡No tienes el derecho de llamarme así! - dice, tomándolo del cuello, acorralandolo en una pared.

- ¿Que te pasa amigo? - pregunta.

- ¡No me llames amigo! Mi verdadero amigo es él- dice, tirandolo a los pies del verdadero Pacific.

- Hola Damián... - dice Pacific. Así que su nombre es Damián.

Damián me mira, y debo decir que esa mirada da miedo...

-Tú... -se dirige a mi con odio, teletransportandose frente a mí. Pero la verdad es que no soy yo... Es Michelle.

Llego hace un rato sin que se diera cuenta y se hizo pasar por mi... No sabía que podían convertirse en otra persona.

- ¿Enserio amenazas a quien era tú mejor amiga? - dice, para luego volver a su rostro normal, haciendo que se quede perplejo.

- Te dejas engañar fácilmente Damián... - Aparece Marco- Me resultó muy impactante el hecho de que aparecieras... Todos te creímos muerto... Pero ahora recuerdo que, tú mejor amigo era Zela, eras fiel a sus travesuras y locuras... Y justamente un día después de ser exiliado, tú desapareciste. Supongo que eres su cómplice.




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